Dimorfismo sexual en enfermedades autoinmunes - Ibáñez&Plaza ...
Dimorfismo sexual en enfermedades autoinmunes - Ibáñez&Plaza ...
Dimorfismo sexual en enfermedades autoinmunes - Ibáñez&Plaza ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Reportaje · <strong>Dimorfismo</strong> <strong>sexual</strong> <strong>en</strong> <strong>en</strong>fermedades <strong>autoinmunes</strong>: nuevos desafíos <strong>en</strong> el estudio de la autoinmunidad<br />
Cuadernos de Autoinmunidad<br />
Figura 3. (A) En mamíferos, la pareja de cromosomas <strong>sexual</strong>es está formada<br />
por un cromosoma X y otro Y <strong>en</strong> los individuos de sexo masculino<br />
(sexo heterogamético), y por dos cromosomas X <strong>en</strong> los de sexo fem<strong>en</strong>ino<br />
(sexo homogamético). (B) Los cromosomas X e Y compart<strong>en</strong> solo una<br />
pequeña zona de homología d<strong>en</strong>ominada región pseudoautosómica; el<br />
resto corresponde a una secu<strong>en</strong>cia de ADN específica de cada cromosoma<br />
que incluye los d<strong>en</strong>ominados g<strong>en</strong>es ligados al sexo.<br />
blem<strong>en</strong>te superior al del cromosoma<br />
Y (Figura 3). El típico caso de un rasgo<br />
ligado al sexo es la hemofilia (OMIM<br />
ID 306700), que es un carácter recesivo<br />
ligado al cromosoma X. Esta <strong>en</strong>fermedad<br />
es mucho más común <strong>en</strong><br />
hombres, puesto que son hemicigotos<br />
para este g<strong>en</strong> (solo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una copia<br />
<strong>en</strong> el cromosoma X) y desarrollan la<br />
<strong>en</strong>fermedad cuando heredan un solo<br />
alelo mutante. Las mujeres, por el<br />
contrario, deb<strong>en</strong> heredar dos alelos<br />
mutantes para desarrollar hemofilia,<br />
algo que es poco común porque la frecu<strong>en</strong>cia<br />
de este alelo es muy baja <strong>en</strong><br />
la población.<br />
Un claro ejemplo de la posible influ<strong>en</strong>cia<br />
que la dosis de g<strong>en</strong>es ligados<br />
al cromosoma X puede t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> el<br />
desarrollo de autoinmunidad <strong>en</strong> mujeres<br />
son los síndromes de Klinefelter<br />
y de Turner. El síndrome de Klineferter<br />
afecta a individuos de sexo masculino<br />
que pose<strong>en</strong> un cromosoma X extra<br />
(por lo que su dotación de cromosomas<br />
es 47,XXY). Se ha estimado que el<br />
riesgo a desarrollar LES <strong>en</strong> los hombres<br />
Klinefelter es similar al que ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
las mujeres con una dotación normal<br />
(46,XX) [25] . Por el contrario, las mujeres<br />
con síndrome de Turner, caracterizadas<br />
por t<strong>en</strong>er solo un cromosoma X<br />
(45,X0), parec<strong>en</strong> estar protegidas fr<strong>en</strong>te<br />
a esta <strong>en</strong>fermedad [26] .<br />
PAPEL DEL CROMOSOMA X EN<br />
AUTOINMUNIDAD<br />
El cromosoma X está formado por<br />
unos 155 millones de pares de bases<br />
y codifica aproximadam<strong>en</strong>te 1100<br />
g<strong>en</strong>es. La mayoría de ellos (los que están<br />
ligados al X) son difer<strong>en</strong>tes a los<br />
poco más de 100 g<strong>en</strong>es que codifica<br />
el cromosoma Y. En mamíferos, para<br />
comp<strong>en</strong>sar este desequilibrio <strong>en</strong> la<br />
dosis de los g<strong>en</strong>es del cromosoma X,<br />
cada célula del organismo inactiva<br />
uno de los dos cromosomas X, de forma<br />
indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te y al azar, empaquetándolo<br />
como heterocromatina<br />
[27] . Este proceso consta de varias etapas<br />
que comi<strong>en</strong>zan durante el desarrollo<br />
embrionario. Como resultado<br />
de la inactivación al azar, los individuos<br />
de sexo fem<strong>en</strong>ino son mosaicos<br />
funcionales para los g<strong>en</strong>es de este<br />
cromosoma. Un ejemplo ilustrativo<br />
son los gatos tricolores (cuyo pelaje es<br />
blanco, naranja y negro), que son exclusivam<strong>en</strong>te<br />
hembras debido a que<br />
los pigm<strong>en</strong>tos que produc<strong>en</strong> la coloración<br />
naranja y negra están codificados<br />
por alelos de un g<strong>en</strong> ligado al cromosoma<br />
X y, al ser mosaicos, expresan<br />
ambos colores además del blanco<br />
(que es un carácter codificado por<br />
un g<strong>en</strong> distinto). Por tanto, cada parche<br />
de color repres<strong>en</strong>ta un clon de<br />
células derivado de una célula embrionaria<br />
con un patrón de inactivación<br />
del cromosoma X determinado<br />
[28] . No obstante, estudios reci<strong>en</strong>tes<br />
han puesto de manifiesto que la inactivación<br />
del cromosoma X no es completa,<br />
sino que aproximadam<strong>en</strong>te un<br />
15% de los g<strong>en</strong>es ligados a él pued<strong>en</strong><br />
quedar activos y mant<strong>en</strong>er una expresión<br />
bialélica <strong>en</strong> mujeres sanas [29] .<br />
Estos g<strong>en</strong>es podrían ser bu<strong>en</strong>os candidatos<br />
<strong>en</strong> estudios de anomalías <strong>en</strong><br />
las que se observa un marcado dimorfismo<br />
<strong>sexual</strong>, como es el caso de la<br />
mayoría de <strong>en</strong>fermedades <strong>autoinmunes</strong>.<br />
Otro aspecto que confiere al cromosoma<br />
X un <strong>en</strong>rome interés <strong>en</strong> autoinmunidad<br />
es el hecho de que éste<br />
conti<strong>en</strong>e un considerable número de<br />
g<strong>en</strong>es relacionados con la respuesta<br />
inmune. Estos g<strong>en</strong>es son es<strong>en</strong>ciales<br />
<strong>en</strong> la regulación de los niveles hormonales<br />
y, lo que es más importante,<br />
<strong>en</strong> el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de la tolerancia<br />
inmunológica [30] . Estas características<br />
han llevado a varios investigadores<br />
a proponer que algunas afecciones<br />
<strong>autoinmunes</strong> puedan estar causadas<br />
por defectos <strong>en</strong> los cromosomas<br />
<strong>sexual</strong>es. Según esta idea, el efecto de<br />
la dosis de los g<strong>en</strong>es ligados al cromosoma<br />
X podría influir de forma determinante<br />
<strong>en</strong> la mayor predisposición<br />
6