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CAPÍTULO 5<br />
Una vez hecha la transición desde el texto escrito al discurso oral es fácil encontrarse con otras<br />
variables que influyen en el desarrollo de éste.<br />
Un factor muy importante para el éxito o eficacia del discurso oral en el debate es la administración<br />
de la ansiedad. Se pasará a considerar brevemente algunas cuestiones relativas a este punto.<br />
2.3. Tercera condición del Debatiente: Saber enfrentar la ansiedad en un Debate 28<br />
La ansiedad o nerviosismo que se produce cuando se debe enfrentar un público es llamada con<br />
diversos nombres por quienes la han experimentado. Se denomina a veces como pánico escénico; otras<br />
como nerviosismo, temor al ridículo, o inseguridad. De cualquier manera, lo importante es que el sentimiento<br />
es básicamente el mismo: el miedo o la ansiedad frente a una situación de interacción verbal ante un<br />
público.<br />
Es importante saber que parte de esta ansiedad es generada a modo de una anticipación mental<br />
de los hechos, como cuando se piensa: “en lo nerviosos que sentiremos cuando tengamos que debatir”.<br />
Sin embargo, se puede identificar a la ansiedad por sus signos físicos, es decir, por una<br />
sintomatología más o menos conocida que consiste en: calambres abdominales, palmas sudorosas,<br />
resequedad bucal, uso de muletillas y tartamudeo, enrojecimiento del rostro, entre otros.<br />
Si bien la ansiedad va desapareciendo con el tiempo, pues en la medida que los jóvenes participan<br />
y enfrentan sus “fantasmas”, estos cada vez son menos terroríficos, no se debe olvidar que esta experiencia<br />
emocional humana -al igual que el miedo- tiene también un valor adaptativo, pues prepara al organismo<br />
para situaciones no cotidianas que requieren de un grado de alerta y energía distinto al que habitualmente<br />
se pone en juego en las actividades que se realizan de ordinario.<br />
Entonces, resulta importante que el docente transmita a su curso que participa en debate o<br />
eventualmente a su grupo de debate, la idea de que cierto grado de ansiedad es normal en toda interacción<br />
comunicacional y mayor aún cuando se enfrentan a la evaluación pública.<br />
Lo verdaderamente importante es ¿Cómo se aprovecha la ansiedad presente en cada participante<br />
para hacer un debate más comprometido, más motivante y más apasionado?<br />
Para finalizar con este punto, se ofrecen algunas consideraciones para tener en cuenta:<br />
• Mientras mejor preparado se esté, aumenta la capacidad de enfrentar la<br />
ansiedad.<br />
• A medida que se obtiene experiencia, se mejora nuestra capacidad para enfrentar<br />
la ansiedad.<br />
• Con la experiencia no desaparece la sensación de ansiedad, pero se aprende a<br />
canalizarla.<br />
28<br />
Adaptado de: R. F. Verdever (2000), Comunicación Oral Efectiva. Ed. U. of Cincinnati, USA.