Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 116 —mas parecido es la organización de los templarios,a los que apelan nuestras constituciones.una vez. Vacíos se notan muchos, como el de lafrecuencia de sacramentos, lo referente a los estudiosde los clérigos, etc., que se llenarían conlas disposiciones comunes. En las Clementinasse mandó que los monjes confesaran y comulgaranuna vez al mes, y el Padre Albert ordenó quela confesión fuera quincenal, dejando la comuniónmensual. No era más perfecta la legislaciónde otras órdenes, como puede comprobarsefácilmente (1).No sabemos en qué fecha, pero seguramenteen el generalato de Fr. Amer se añadió a los cuarentay nueve capítulos primitivos otro en que,vistos los graves daños ocasionados por la admisiónde los fugitivos, se quita a los comendadoresla facultad de hacerla, reservándola al capítulogeneral que debía tenerlos a la puerta imploran'rando misericordia, hasta que el señor Maestre,habido consejo de los demás, los admita a misericordia.Los comendadores que procedieren porsí serán castigados con diez días a pan y aguaen tierra, quitada parte del hábito y lo hecho seranulo.Aunque la Merced no era mendicante y podía'(1) Consérvanse estas constituciones en el A. C. A. Có.dice de Gaver, y en nuestra casa de Madrid copia sacadapor el P. Arqués de un códice del Archivo General de 13Orden con referencias a otro de Valencia. Hay una ecliciónesmerada de Barcelona por 1907 y otra descuida»de Roma, 1922.— 117 —tener rentas y bienes, las Constituciones de-.muestran que vivía en gran pobreza. Antes de-dar la profesión a los novicios, debían exponerles« todas las asperezas de la Orden y sus pobre-2as. Y si prometen por amor de jesucristo sufrirtoda la vida estas asperezas», sean admitidos ah acer los votos.Esa austeridad explica el buen éxito de laOrden, no sólo en la redención de cautivos, sinota mbién en otras obras de caridad, y los elogios'q ue a porfía le tributan papas y reyes. Tenemosalg unas referencias de las redenciones hechas en'el G eneralato de Amer, sobre todo cuando enellas ocurría algo anormal.Una de las redenciones más notables por esteeGneepto, es la de 1296 en Granada, en que losrede ntores fueron presos, como puede verse en la'sig uiente carta sacada de los registros de JaiflCde Aragón:«Al muyt noble et muyt honrado Don MalloizetAboabdilla, Rey de Granada et Amir Amnlaulin,de Nos Don Jayme por la gracia de Dios,Rey Daragon, de Mayorcas, de Valencia et deültireia et Compte de Barcelona. Saludes muchas"Mo a Rey et ad amigo que mucho amamos.»«Rey: Femos saber que frey Pere de Amer,/-la estre mayor de la Orden de la Merced, pareanteNos e mostro nos en como el arraiv deMalacha habia presos dos freyres del dicho or-.den , con cautivos que avian redimidos en lavuestra tierra, et esto avia fecho porqué dezivanen Malacha que los homens de Sevilla avian