Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 26 —cosas nuestras presentes y futuras; y que a nuestramuerte yo Ferrer pueda tomar de los dichosbienes cien sueldos barceloneses, por mi alma,y yo Escalona igualmente doscientos sueldosbarceloneses por mi alma. Y bajo estas condicionesnos damos y entregamos a nosotros y a todosnuestros bienes al Señor Dios y a la limosnapredicha, y a vosotros los frailes presentes y futuros,para hacer toda vuestra voluntad perpetuamente».«Y yo Fray Pedro Nolasch, por mi y por mishermanos presentes y futuros, para honor deDios y de la Bienaventurada María y de todoslos santos y para salud de vuestra alma, os reciboa vos Ferrario de Portell y a vuestra mujerEscalona por hombres propios y por hermanos ydonados de la dicha limosna, con todas vuestrascosas muebles e inmuebles que tenéis o tendréisen adelante, todo lo cual os alabamos y concedemospor vuestra vida solamente, conservándoosvosotros en vuestra casa y matrimonio; y alabamosy concedemos a vosotros los dichos trescientossueldos a vuestra muerte, por vuestraalma, como queda dicho arriba.»«Y si acaso por causa de enfermedad o devejez os fuere necesaria alguna cosa, convengoen haceros ayuda de los mismos bienes de lalimosna, según nuestro poder; y si no lo quisiéremoshacer, os damos licencia por nos y pornuestros frailes presentes y futuros, para que deconsentimiento nuestro y de nuestros hermanospodáis empeñar o vender todo lo que quisiéreis— 27 -y del precio de ello podáis proveer a vuestrasnecesidades.»«Fué hecho esto el día 8 de las kalendas deNoviembre, año del señor MCCXXXIIII. Signo deFerrer de Portell'y de Escalona su mujer. Signode Fray Pedro Nolasco que estas cosas confirmamosy aprobamos.» Siguen las firmas de varioscanónigos de Gerona, donde se otorgó el documento(1).La admisión de terciarios y cofrades • en laOrden comenzó desde el principio para asegurarsela cooperación de los seglares en recogerlimosnas, sin las cuales era imposible la redención.Los que se asociaban a la Orden queríantener parte en obra tan meritoria y suplían laescasez de personal. Los Sumos Pontífices lesconcedieron grandes privilegios desde 1246.Por una bula de ese año nos enteramos deque las cofradías estaban ya organizadas enmuchas partes y eran una de las bases en que seapoyaba la Orden para su ministerio principal.Una vez al año pasaba un religioso a recoger lalimosna, y a su llegada debía abrirse la iglesia,aunque estuviera entredicha, cosa entonces muyfrecuente.Jaime II decía también en 1306 que los mer-(1) A. C. A. Clero, Ms. 2.676, fol. 143. Todavia en 1266Fr. Ferrer, con permiso del Comendador de Gerona FrayPedro de Ruppe, cede una viña, que habia sido de su mujerYa difunta, por un censo anual de cinco cestas de uva.(Ibid. fol. 182.)