Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 66 —Es probable que pidieran la confirmaciónpontificia, asegurándose de ese modo contra posiblesdisgustos con el Ordinario. Para los derechosde confirmación en la corte romana los ingresosdel General se calculaban en cien librasbarcelonesas hasta 1417, en que los curiales pretendieronelevarlos a cuatrocientos florines (1).Varias veces intentó la Orden librarse de talgravamen y el capítulo de Lérida acordó en 1320no pedir más que la confirmación del Ordinario,pues la Merced no era Orden exenta, pero a finde evitar mayores daños hubieron de pedir aRoma la confirmación, no sólo del General, sinotambién de otros cargos subalternos. Pedro IVpidió en 1368 al Papa que eximiese a la Ordende tales gabelas, pero nada se consiguió (2).Un pergamino del convento de Tortosa nossuministra importantes datos sobre el personalde la Orden por 1250. El 24 de Abril de 1251 elMaestre otorga recibo en Tortosa a D. Sibilia,viuda de Tomás Garidell y demás testamentariosde éste, de quinientas diez mazmutinas de oroque había dejado en su testamento para edificaruna capilla de Santo Tomás en nuestra casadotar en ella una misa diaria.El General había empleado 150 mazmutinaspara auxilio de comprar la iglesia y casa de losFranciscanos. En pago de otras 170 había recibidouna finca en Murviedro y aplicó las restantes(1) Ibid, pág. 353.(2) Patronato, 157.— 67186 a la compra de otra finca en el Puig, concuyos frutos se había de dotar la capellanía.Corno el General no podía hacer tales actosPor sí solo, el documento fué ratificado por todoel capítulo en 7 de Mayo, en Barcelona, ante elNotario Bernardo de Caderita, con distinción dec lérigos y legos. Firman primero Fr. Ramón yFray Pedro Arnaldo, presbíteros. Otro, Arnaldo,Presbítero (sin Fray) y Fray Pedro de Rivo,Pre sbítero. Siguen después los legos: Fray Bernardode Corbera, Fray Pedro Arnaldo, FrayBer enguer de Vico, Fray Juan de Amer, FrayBer trando del Puig, Fray Pedro de Bas, FrayRa món de Ullastret, Fray Bernardo de Tonna,Fray Ferrer de Portell y Fray Pedro de Huesca(1).La desproporcióii entre clérigos y legos esbiell visible, y el corto número de sacerdotesex plica que en casi todas las fundaciones de ca-Pel lanías (incluso la de Tortosa), se diga que haser desempeñada por un Presbítero de laOr den o seglar. Lo mismo se dice en la de SanVi cente de Valencia, de que luego hablaremos,do nde habían de asistir cinco Sacerdotes y otroscinco diáconos y subdiáconos.B ajo el gobierno de Fray Guillén, la OrdenQ°ntinuó prosperando, y el Rey se felicitó de elloe I varias ocasiones: « Atendiendo a que la Ordenllan lada de la Merced, con la gracia de Dios cadaella Prospera y adelanta, Nos que somos Funda-(1) A. H. N. Clero. Leg. 1.811.