Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 188 —ropas que tuvieran los Comendadores y demásreligiosos a su fallecimiento, reservando la m i-tad a los Generales que de este modo llegarona reunir grandes riquezas, no siempre bienempleadas. El destino de estos espolios fué unade las causas de mayor disgusto en la provinciade Castilla desde el siglo XV y quizá deantes.Los Comendadores son los principales responsablesdel particularismo y contra ellos dirigenlas más agrias censuras los celosos de lavida común. Algún indicio de peculio existe yaen las Constituciones de 1272, pues se confiscauna de las cabalgaduras al Comendador que llevarados. Si no las considerasen como propias,nada les importaría el castigo. En las nuevasConstituciones se manda también que nadiecompre ni tenga caballo ni rocín que valga másde quince libras, debiendo ser las monturas sencillasy honestas, no pomposas.En esto, desgraciadamente, no andaban mejorlas Ordenes que habían comenzado por estrictapobreza (1). El lujo y el fausto mundanos suplíanen muchos superiores y eclesiásticos el prestigi°que debían dar la ciencia y la virtud. No hayque esperar a la peste negra de 1348 para ver alos Generales mendicantes rodeados de numere'rosos escuderos y palafreneros. Era difícil sus"traerse al contagio.— 189 —Otra cosa lamentable en las nuevas Constitucioneses el permitir que entrasen mujeres en losconventos para asistir a los enfermos, aunqueexigiendo que fueran honestas y no jóvenes.Malo era dejar la puerta abierta como en otrasórdenes.(1) Mortier: Histoire des Maitres Généraux des Fr.Précheurs. I, 644.