Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 98 —sardo, promover la canonización de San Ramón,y hácese independiente el convento de Portell,que hasta entonces era priorato de Barcelona.Arbítrainse nuevos recursos para San Adrián.El General propuso la restauración de la provinciaitaliana, pero sólo tuvo a su favor el voto deFray Melchor Rodríguez, Definidor por Castilla.El Capítulo deja al General el nombramiento dePresentados y Maestros, pero Guimerán rehusa.tan enojosa facultad. La ambición por los gradosparece la preocupación máxima de gran parte delos religiosos. ¡Cuánto trabajo y dinero se gastó'en ello!Quitase a los Vicarios Generales la facultadde prohijar religiosos de Tucumán, Chile y SantoDomingo en Lima ni en el Cuzco, que eran másricas, pero no al contrario.Redactóse un modo de proceder contra los religiososculpables en América, aprobado y reimpresodespués varias veces, para e-vitar arbitrariedades.Era natural que Guimerán, que tenía,breve para irse a la Cartuja desde 1593, insistiesemucho sobre la observancia de la oraciónmental y así lo hizo.Para evitar favoritismos y abusos mándaseproveer las lecturas por oposición, como se venía'haciendo en Castilla con excelente resultado.Había muchos fugitivos, más que en los siglospasados, y se castigan severamente. Elógiasemucho el gobierno del Maestro Ribera en la Nu e-va España.Apruébanse las Constituciones que para los— 99 —noviciados de Castilla había hecho el ProvincialMaestro Aguayo, y que más tarde se mandaronobservar en toda la Orden. Son una anticipaciónde la disciplina hoy general en toda la Iglesia (1).El Maestro Fr. Alonso Remón pide ayuda paraEi limo. Fr. Alonso Enríquezimprimir la «Historia de la Merced», y se encargade ello al Provincial de Castilla.Concédense exenciones de Maestro de númeroen Andalucía a Fr. Hernando de Santiago, comolas había tenido en Italia.(1) A. H. N1.: Papeles del Clero, Madrid leg. 439. Librode visitas del convento de Madrid.