Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 134 —alegría a todos los mercedarios, y en particularal Rmo. Cebrián.En Madrid, Toledo, Salamanca y en todos losconventos de la Orden hubo grandes festejos ycertámenes literarios, representándose en la Cortela comedia de Lope de Vega, «Vida de SanPedro Nolasco», a la que asistió Felipe IV contoda la familia real.Los religiosos de Guatemala, muchos de ellosespaholes, de los que habían pasado allí en 1617,no contentos con el vasto campo misional confiadoa su celo, que les colocaba a la cabeza dela Orden por ese concepto, dieron memorial alCapítulo de Toledo, solicitando pasar al Japón ya la China, donde entonces corría en abundanciala sangre cristiana.El General nombró para dirigir esta misión alM. Fr. Juan de Salazar, de la provincia de Castilla,hijo del convento de Segovia, que había dehacer las gestiones necesarias en Madrid y enRoma, donde Salazar había sido elector en 1610.La persecución que casi aniquiló el cristianismoen los imperios del Extremo Oriente impidió llevara cabo esa buena idea que hubiera dado vidaexterior e interior a la Orden. Los que habíantenido aquel generoso impulso contin,uaron trabajandoen las montafias de Centroamérica (1).En el territorio de la República Argentinamurió a manos de los indios en 1628, no lejos dela Rioja, el P. Antonio Torino, que trabajaba en— 135 —El M. Renión en 1612. (Retrato que figura en una obra suya)evangelizar el Chaco. Era hijo único del capitánGaspar Torino, portugués, bienhechor de la Orden,que nombró heredero en 1617 a su hijo (1).En la misma región su contemporáneo el mer-(1) Boletín de 1920, pág. 370.(1) Toledo: Estudios, I, 453; II, 275.