Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 14 —'Europa al que estaba reducido el catolicismo.'Todo • el norte de Africa y la mitad de Españaestaba en poder de los mahometanos, y las últimashuellas de los cruzados iban a desapareceren Oriente. Los tártaros paganos ayudaban a•cerrar el paso al cristianismo en el norte deEuropa.Como siempre, Dios Nuestro Señor, que viveen su Iglesia, proveyó a sus necesidades con„grandes predicadores, con incomparables modelosde mansedumbre y de pureza que enseñarona los demás lo que tanto necesitaban, y con insignesreyes y caudillos que ensancharon los•dominios de la cruz.Una de las mayores necesidades de la época, era la redención de los cristianos que diariamentecaían en poder de los sectarios de Ma,homa, yaen las guerras, ya en el mar, que los piratasafricanos surcaban impunemente, saqueandoademás los pueblos de la costa y llevándose cautivosa sus habitantes.Millares y millares de cristianos eran arrastradosa los países musulmanes para ser vendidoscomo vil ganado., empleándolos de dia comobestias y sepultándolos de noche en hediondasmazmorras, generalmente subterráneas, paraevitar su huida.La apostasía era el único recurso para mejorarun poco su triste condición, y a ella apelaban,con frecuencia los desesperados, pues la ley deMahoma sólo protege a sus adeptos..Después.de la batalla de las Navas de Tolosa,— 15 —ganada por los cristianos españoles en 1212, elimperio de los almohades se fraccionó en pequeñosestados rivales, cuyas divisiones facilitaronlas conquistas de San Fernando y de Jaime deAragón. Gracias a sus escuadras pudo éste,desde mediados de siglo, ejercer la hegemoníaen el Mediterráneo e imponer ventajosos tratadosa los musulmanes de Africa, limitando lapiratería y facilitando el comercio. Pero esostratados, concluidos de mala fe, se cumplieronsiempre muy mal y los cautivos eran numerosísifilosen Granada, Túnez, Tremecén, Marruecos yEgipto (1).Para calcular el número de cautivos y deapóstatas, baste citar una carta de Jaime II deAragón dirigida al Papa en 1. 0 de diciembrede 1311, en que dice lo siguiente: « Cuentan personasfidedignas que en la ciudad de Granada,donde moran unas doscientas mil personas, no seencontrarán quinientas que sean sarracenos denaturaleza, sino que, o ellos fueron cristianos, otuvieron al padre o a la madre, al abuelo o a laabuela, o a los bisabuelos cristianos, y hay en elreino de Granada bien quinientos mil que negaronla fe católica y abrazaron locamente la sectade Mahoma. Y se cree firmemente que en elreino dich io hay más de treinta mil cristianosIniserablemente cautivos» (2).(1) Gazulla (Fr. Faustino): Jaime I de Aragón y loses tados musulmanes.(2) Ribera: Real Patronato, pág. 75.