Vázquez Núñez G., Manual de historia de la Orden de ... - OdeMIH

— 32 —gozara ya de éste, el privilegio de 150 estaríademás (1).Las dos figuras sepulcrales del cuarto y séptimoMaestre General en el Puig de Valenciahan hecho suponer que el hábito de los caballerosera diferente del de los clérigos. Bien pudoser, aunque en las Constituciones no hay rastrode ello, y la necesidad de montar a caballo eracomún a los legos y a los sacerdotes.Como ninguna cosa humana sale perfectadesde su origen, es seguro que la Merced, cornotodas las Ordenes, fué desarrollando su organizacióny formando sus estatutos poco a poco.Las Constituciones de 1272 promulgadas por elGeneral Fr. Pedro Amer, son sin duda nuestrocódigo más antiguo, formado con los estatutos ydecretos de los capítulos anteriores, .como allí sedice expresamente. Esto no excluye en absolutola intervención de San Raimundo, aunque lahaga menos probable.La autoridad del maestro general sobre todoslos individuos de la Orden y la celebración anualde capítulos fueron las dos bases de nuestro gobierno.Que el maestro era vitalicio lo dice bienclaro la bula de 1245, que es, por decirlo así, lamagna carta de nuestra organización «Muriendotú, el maestro del dicho lugar, o cualquiera detus sucesores, ningún otro sea puesto allí, sinoel que los frailes todos eligieren de común acuerdo».Los demás cargos eran anuales, aunque— 33 —(1) A. H. N. IVIereedarios de Palma, leg. 57.