65OIT / América <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>Contexto socialsocial y la igualdad de oportunidades <strong>en</strong> <strong>el</strong> empleo. Elejercicio efectivo d<strong>el</strong> derecho a organizarse y a la negociacióncolectiva también constituye un medio eficaz para garantizar ladistribución equitativa de los aum<strong>en</strong>tos de productividad y laremuneración adecuada de los trabajadores. 71La mejoría <strong>en</strong> las condiciones de crecimi<strong>en</strong>toeconómico <strong>en</strong> los últimos años se ha acompañadocon mejoras <strong>en</strong> los indicadores sociales. La pobrezase ha reducido de manera significativa, afectando <strong>en</strong><strong>el</strong> año 2011 a 30,4% de la población <strong>en</strong> comparacióncon <strong>el</strong> 44% <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 2002. La pobreza extremadisminuyó de 19,3% a 12,8% <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo período.Como resultado, hubo mejoras importantes <strong>en</strong>indicadores como la esperanza de vida al nacery la tasa de alfabetización de las mujeres; y seregistró una caída notable <strong>en</strong> la tasa de mortalidadinfantil, aunque con importantes difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>trepaíses.Estos logros, sin duda, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong>increm<strong>en</strong>to sost<strong>en</strong>ido d<strong>el</strong> gasto público socialregistrado <strong>en</strong> la región desde los años de 1990. SinGRÁFICO 31ALyC y HIC-OCDE. Justicia social, inclusión social y oportunidades laboralesEsperanza de vidaal nacerCoefici<strong>en</strong>te de Gini10,08,06,04,02,00,0Mortalidad infantilProducto por trabajador (US$PPC de 1990)Tasa de desempleo urbano(%)10,08,06,04,02,00,0Tasa de desempleojuv<strong>en</strong>il urbanoTasa de alfabetización,mujeres jóv<strong>en</strong>esLACParticipación laboral de lamujerHIC-OCDETasa de desempleomujer/hombreElaboración propia a partir de los datos de BM, OMS y PNUD.embargo, a pesar de los avances logrados, persist<strong>en</strong>importantes desigualdades y la exclusión siguesi<strong>en</strong>do una realidad para muchos latinoamericanos.Se afirma que América <strong>Latina</strong> es <strong>el</strong> contin<strong>en</strong>temás desigual d<strong>el</strong> mundo (10 de los 15 países másdesiguales pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a esta región) <strong>en</strong> términosd<strong>el</strong> ingreso per cápita, medido según <strong>el</strong> coefici<strong>en</strong>tede Gini. El ingreso medio por persona de los hogaresubicados <strong>en</strong> <strong>el</strong> estrato más rico supera alrededor de17 veces al d<strong>el</strong> 40% de los hogares más pobres, conmucha variación de un país a otro.Según los datos de la OIT y CEPAL, <strong>en</strong> la últimadécada, existe una cierta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a una m<strong>en</strong>or71OIT (2008a). Op. cit.72OIT (2011b). Panorama laboral 2011. América <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>. Lima,Perú.73CEPAL/OIT (2012). Coyuntura laboral <strong>en</strong> América <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>:productividad laboral y distribución. Boletín N° 6. Santiago de Chile.74OIT (2010a). Informe mundial sobre salarios 2010/2011. Políticassalariales <strong>en</strong> tiempos de crisis. Santiago de Chile: OIT.75CEPAL/ OIT (2012). Op. cit.76CEPAL (2010). La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir.Santiago de Chile: CEPAL.incid<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> empleo informal <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado detrabajo 72 . A pesar de esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia positiva, aún <strong>en</strong><strong>el</strong> año 2010, alrededor de 50 de cada 100 personasocupadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado de trabajo no agrícolat<strong>en</strong>ían un empleo informal. Las cifras compruebanque <strong>el</strong> mercado laboral no cumple todavía su funciónes<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> las dinámicas de inclusión y cohesiónsocial <strong>en</strong> la región.Entre 2002 y 2008, <strong>en</strong> 13 de los 21 países de ALyCcon datos disponibles, la participación de lasremuneraciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> PIB disminuyó 73 . Los salarios<strong>en</strong> la región crecieron modestam<strong>en</strong>te, mostraronun aum<strong>en</strong>to de 14,8% <strong>en</strong> términos reales durante ladécada 1999-2009 74 . La desigualdad <strong>en</strong> la región estámuy r<strong>el</strong>acionada con la heterog<strong>en</strong>eidad productiva:persist<strong>en</strong> brechas de productividad importantes<strong>en</strong>tre sectores y tamaños de empresas 75 ; por unlado, las MIPE y, por <strong>el</strong> otro lado, las medianas ygrandes empresas. El primer segm<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>era másde la mitad d<strong>el</strong> empleo y alrededor d<strong>el</strong> 17% d<strong>el</strong> PIB 76 .Estas asimetrías productivas están directam<strong>en</strong>ter<strong>el</strong>acionadas con los problemas de desigualdad yexclusión social de la región.
66El desafío de la promoción de empresas sost<strong>en</strong>ibles <strong>en</strong> América <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>Capítulo cuatroEn los mercados laborales persist<strong>en</strong> importantesbrechas y problemas de inserción laboral, sobretodo para las mujeres y los jóv<strong>en</strong>es, que continúanpadeci<strong>en</strong>do de niv<strong>el</strong>es desfavorables <strong>en</strong> cuanto ala tasa de desempleo y otros indicadores laborales.Entre la juv<strong>en</strong>tud se registra una mayor incid<strong>en</strong>ciad<strong>el</strong> empleo informal <strong>en</strong> sus distintas modalidades.En <strong>el</strong> agregado de los 16 países con informacióndisponible <strong>en</strong> la región, 60 de cada 100 jóv<strong>en</strong>esti<strong>en</strong><strong>en</strong> un empleo informal 77 . Históricam<strong>en</strong>te, losjóv<strong>en</strong>es de la región <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan mayores dificultadespara <strong>en</strong>trar y permanecer <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado laboral,ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a acceder a empleos precarios y son másvulnerables a los efectos de las crisis económicas.En <strong>el</strong> año 2011, <strong>el</strong> promedio simple de la tasa dedesempleo juv<strong>en</strong>il triplicó la tasa de desempleoadulto 78 . La incid<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> empleo informal esmayor <strong>en</strong> las mujeres (53,7%) que <strong>en</strong> los hombres(47,8%), difer<strong>en</strong>cia que se explica por <strong>el</strong> alto gradode informalidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> servicio doméstico.La tasa de desempleo regional promedio de loshombres <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 2011 era de 5,9% <strong>en</strong> comparacióncon la de las mujeres, de 8,3% 79 . A pesar de pres<strong>en</strong>tarseuna t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia positiva <strong>en</strong> la inserción laboral de lasmujeres <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, la participación laboral de lasmujeres de bajo niv<strong>el</strong> educativo y que provi<strong>en</strong><strong>en</strong> dehogares de bajos ingresos sigue caracterizándosepor una alta precariedad. Persiste <strong>en</strong> la región unaimportante brecha salarial <strong>en</strong>tre hombres y mujeres,que se explica por la conc<strong>en</strong>tración de mujeres<strong>en</strong> empleos mal remunerados, pero también porprácticas salariales discriminatorias. La r<strong>el</strong>ación<strong>en</strong>tre los salarios m<strong>en</strong>suales de las mujeres y de loshombres varía <strong>en</strong>tre 72% <strong>en</strong> Brasil y Perú, y 102% <strong>en</strong>Honduras. El promedio simple de la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>os salarios m<strong>en</strong>suales de mujeres y hombres de los12 países, con información disponible, es de 85%.Los programas de transfer<strong>en</strong>cias condicionaleshan desempeñado un pap<strong>el</strong> importante <strong>en</strong> ladisminución de la pobreza <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes países deALyC. Dichos programas operan, <strong>en</strong> la actualidad,<strong>en</strong> 18 países y b<strong>en</strong>efician a más de 25 millones defamilias (alrededor de 113 millones de personas), esdecir, <strong>el</strong> 19% de la población de ALyC, a un costo dealrededor de 0,4% d<strong>el</strong> PIB regional 80 . La reducción d<strong>el</strong>a pobreza <strong>en</strong>tre personas desempleadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbitonacional, a partir de estas transfer<strong>en</strong>cias, dep<strong>en</strong>ded<strong>el</strong> alcance y de los montos, y varía <strong>en</strong>tre 0,4 y 2,5puntos porc<strong>en</strong>tuales. Aun así, la región necesita un77OIT (2011b). Op. cit.78Promedio simple de 10 países con información disponible. [OIT(2011b). Op. cit.].79Promedio ponderado de 14 países con información disponible.[OIT (2011b). Op. cit.].80Cecchini S. y A. Madariaga (2011). Programas de transfer<strong>en</strong>ciascondicionadas: balance de la experi<strong>en</strong>cia reci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong>.Cuadernos de la CEPAL, 95. Santiago de Chile: CEPAL, Asdi.desarrollo más inclusivo, lo que implicaría b<strong>en</strong>eficiosno solo para las empresas sino también para lasociedad <strong>en</strong> su conjunto. De igual forma, habría quedesarrollar investigaciones para determinar si estastransfer<strong>en</strong>cias de efectivo dificultan, de algunamanera, la formalización de la fuerza laboral.La reducción de las desigualdades debe ser un temac<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la ag<strong>en</strong>da pública de todos los países deALyC. Los gobiernos deb<strong>en</strong> ocuparse de aum<strong>en</strong>tar laparticipación de los sectores excluidos y vulnerables<strong>en</strong> los b<strong>en</strong>eficios d<strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to. El diálogo social esun medio importante para alcanzar la inclusión social.Remediar la desigualdad significa fortalecer losmecanismos para que la evolución de la productividad<strong>en</strong> los países se transmita a los salarios. De ahíla importancia de implem<strong>en</strong>tar medidas para laformalización de las empresas y trabajadores de laeconomía informal, de esquemas para vincular lasremuneraciones directam<strong>en</strong>te a las variaciones deproductividad y de las iniciativas para fortalecer lanegociación colectiva. Para que <strong>el</strong> mercado laboral seconvierta <strong>en</strong> un eje de asignación de oportunidades yb<strong>en</strong>eficios <strong>en</strong> los procesos de inclusión, es necesariot<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que su correcto funcionami<strong>en</strong>todep<strong>en</strong>de de las opciones de política pública, las quedeb<strong>en</strong> construirse <strong>en</strong> forma participativa con <strong>el</strong> finde alcanzar cons<strong>en</strong>sos y compromisos por parte d<strong>el</strong>os actores productivos. El marco normativo laboraldebe estar ori<strong>en</strong>tado a lograr niv<strong>el</strong>es progresivosde equilibrio y armonía <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones laborales,estableci<strong>en</strong>do, por un lado, las garantías mínimas debi<strong>en</strong>estar socio-laboral y, por <strong>el</strong> otro, promovi<strong>en</strong>do <strong>el</strong>desarrollo y crecimi<strong>en</strong>to de las empresas sost<strong>en</strong>ibles<strong>en</strong> un <strong>en</strong>torno de apertura y competitividad global.Existe una gran necesidad de adoptar mejores ynuevos programas que apoy<strong>en</strong> <strong>el</strong> increm<strong>en</strong>to de laproductividad y <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to de las actividadesde las MIPYME. Esto supone un salto cualitativo <strong>en</strong>los instrum<strong>en</strong>tos de fom<strong>en</strong>to productivo y desarrolloeconómico local, una institucionalidad de fom<strong>en</strong>tofortalecida y mejor articulada con las asociacionesde PYME. La construcción de un sistema financieroinclusivo, que ofrezca servicios financierosadecuados para los distintos segm<strong>en</strong>tos de empresas,grandes y pequeñas, exige políticas destinadas a ladiversificación de intermediarios financieros y a laadministración de riesgos.De igual manera, se necesita mejorar la calidad yefectividad de otras políticas de fom<strong>en</strong>to y desarrolloindustrial para apoyar sectores int<strong>en</strong>sivos <strong>en</strong>innovación. Ello requiere una mayor inversión <strong>en</strong>innovación tecnológica aplicada y su difusión hacialas MIPYME. Todos los países, sin excepción, cu<strong>en</strong>tancon programas para impulsar las innovaciones,pero se requiere mejorar la calidad, una mayorfocalización, considerando la diversidad de empresas