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manual para el alumno

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80Siria. Como <strong>el</strong> título de salvador se r<strong>el</strong>aciona conJesús, algunos tal vez piensen que <strong>el</strong> Señor estabaprometiendo un libertador, pero todo lo que seprometía era que serían liberados. Esta liberación d<strong>el</strong>yugo de Haza<strong>el</strong>, rey de Siria, y luego d<strong>el</strong> de su hijo,Ben-adad, se produjo por medio d<strong>el</strong> hijo y d<strong>el</strong> nietode Joacaz. Keil y D<strong>el</strong>itzsch explican: "En medio deesta opresión, Joacaz oró al Señor ... y <strong>el</strong> Señorescuchó esta oración porque vio la opresión quepadecían en manos de los sirios, y dio a Isra<strong>el</strong> unsalvador, de manera que salieron d<strong>el</strong> poder de lossirios y vivieron en sus tiendas nuevamente; es decir,pudieron vivir en paz en sus casas, sin que lospersiguieran o desviaran sus enemigos. Elsalvador ... no era un áng<strong>el</strong>, ni <strong>el</strong> profeta Eliseo, ...ni una victoria de Joacaz sobre los sirios ... sino que<strong>el</strong> Señor les dio libertadores en los dos sucesores deJoacaz, en los reyes Joás y Jeroboam, <strong>el</strong> primero d<strong>el</strong>os cuales tomó de los sirios todas las ciudades quehabían sido conquistadas por <strong>el</strong>los bajo <strong>el</strong> mandato desu padre (vers. 25), mientras que Jeroboam restaurólas antiguas fronteras de Isra<strong>el</strong>. De acuerdo con losversículos 22-25, la opresión de los sirios duró tantotiempo como duró la vida de Joacaz; pero después desu muerte, <strong>el</strong> Señor tuvo compasión de Isra<strong>el</strong>; ydespués de la muerte de Haza<strong>el</strong>, cuando su hijoBen-adad llegó a ser rey, Joás recuperó todas lasciudades isra<strong>el</strong>itas que habían sido tomadas por lossirios." (Commentary, 3:1:375.)El Joás mencionado aquí no es <strong>el</strong> mismo que fuerey de Judá y a quien se hace referencia enComentarios sobre 2 Reyes 11; 2 Reyes 12; 2 Reyes12:1-16. Existieron dos reyes con <strong>el</strong> mismo nombre.Joás, <strong>el</strong> que fue rey de Isra<strong>el</strong>, reino d<strong>el</strong> norte, era hijode Joacaz, y ayudó a librar a Isra<strong>el</strong> d<strong>el</strong> dominio de lossirios. El otro Joás fue escondido por los sacerdotesen Judá cuando Atalía hizo matar a todos losdescendientes d<strong>el</strong> rey (véase 2 Reyes 11:1-3). Llegó aser rey de Judá, <strong>el</strong> reino d<strong>el</strong> sur, a la edad de sieteaños, y gobernó durante cuarenta.(6-42) 2 Reyes 13:14-20. Muerte de EliseoEstos versículos r<strong>el</strong>atan la muerte de Eliseo. Joás,rey de Isra<strong>el</strong>, buscó al profeta antes de que muriera,tal vez porque pensaba que solamente él tenía la llavede la futura seguridad d<strong>el</strong> reino. Eliseo respondió invitandoa Joás a abrir una ventana y a arrojar una saetahacia <strong>el</strong> oriente. La saeta simbolizaba la salvaciónque Jehová daría a Isra<strong>el</strong> d<strong>el</strong> poder de los sirios.Eliseo también le dijo que golpeara <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o con lassaetas, lo cual hizo."El golpe de las saetas era <strong>el</strong> símbolo de la derrotade los sirios" (Keil y D<strong>el</strong>itzsch, Commentary, 3:1:377).El rey solamente golpeó tres veces. Por esa razón,Eliseo lo reprendió diciendo que si hubiera golpeadocinco o seis habría destruido totalmente a los sirios. (2Reyes 13:19.)RESUMEN ANALITICO(6-43) Los profetas: clave de la supervivenciaespiritualAl leer 2 Reyes 3-13, probablemente haya notadoque siempre que las personas obedecieron <strong>el</strong> consejod<strong>el</strong> profeta Eliseo fueron bendecidas, y cada vez querechazaron su consejo, sufrieron. ¿Cuán importantees que los hombres reciban <strong>el</strong> consejo d<strong>el</strong> Señor? Estudi<strong>el</strong>os pasajes siguientes de las Escrituras, lo que leayudará a formular su respuesta: Doctrina y Convenios103:5-8; 105:37; 124:84; 136:19; 2 Nefi 9:28-29.El presidente Spencer W. Kimball habló en cuanto ala importancia de estos profetas y de las débiles razonesque la gente tenía <strong>para</strong> rechazarlos:"A través de los siglos se utilizaron diversos pretextos<strong>para</strong> rechazar a estos mensajeros divinos. Fueronnegados porque <strong>el</strong> profeta procedía de un lugar sinimportancia: '¿De Nazaret puede salir algo de bueno?'(Juan 1:46.) Jesús también se enfrentó con la pregunta:'¿No es éste <strong>el</strong> hijo d<strong>el</strong> carpintero?' (Mateo 13:55)De un modo u otro, <strong>el</strong> método más rápido <strong>para</strong> rechazara los santos profetas ha sido encontrar un pretexto,por más falso y absurdo que fuera, <strong>para</strong> descartaral hombre junto con su mensaje ... En lugar deobedecer <strong>el</strong> mensaje de Pablo algunas personas ...tal vez lo juzgaran por <strong>el</strong> timbre de su voz o por suestilo de locución, y no por las verdades que expresaba.Podemos preguntarnos cuán a menudo las personasprimero rechazan a los profetas porque les odian,y finalmente les odian más porque les hanrechazado ...El problema d<strong>el</strong> rechazo viene como consecuenciade conocer personalmente a los profetas, ya que éstosson siempre <strong>el</strong> hijo o <strong>el</strong> vecino de alguien: Son <strong>el</strong>egidosde entre <strong>el</strong> pueblo, y no traídos espectacularmentedesde otro planeta ...Los profetas siempre han estado libres de las maldadesde sus tiempos: libres <strong>para</strong> hacer las auditoríasdivinas y <strong>para</strong> llamar al fraude, fraude: al engaño, engañoy al adulterio, adulterio. ("Los profetas", Liahona,agosto de 1978, págs. 121-123.)El élder Neal A. Maxw<strong>el</strong>l enseñó que "las verdadesbásicas siempre son las mismas, pero <strong>el</strong> énfasis necesarioserá añadido por los profetas vivientes bajo inspiraciónd<strong>el</strong> Dios viviente, y la gente de la Iglesia verdaderaresponderá ..."En la Iglesia verdadera los miembros deben tenertestimonios verdaderos de los profetas verdaderos asícomo de las Escrituras y d<strong>el</strong> Dios verdadero. El presidenteLee una vez dio un discurso ante <strong>el</strong> personaldocente d<strong>el</strong> programa de Seminarios e Institutos deR<strong>el</strong>igión en cuanto al tema 'El lugar que ocupa <strong>el</strong> profetaviviente', en <strong>el</strong> cual destacó en qué forma la proximidady la familiaridad a veces se interponen en <strong>el</strong>camino de las personas <strong>para</strong> seguir al profeta verdaderoporque 'lo tienen a mano'. Comentó tambiéncon r<strong>el</strong>ación a la respuesta de los ci<strong>el</strong>os según las circunstanciascambiantes: ' ... ¿habéis pensado algunavez que lo que era contrario al orden de los ci<strong>el</strong>os en1840 tal vez no lo sea en 1960?' (Discurso ante <strong>el</strong> personaldocente d<strong>el</strong> programa de Seminario e Institutode R<strong>el</strong>igión, Brigham Young University, julio 8 de1968.)" (Things As They Really Are, págs. 67, 71.)Escriba un ensayo breve sobre la razón que llevó alpueblo d<strong>el</strong> antiguo Isra<strong>el</strong> a rechazar a Eliseo a pesarde las maravillosas demostraciones de su poder. Trace<strong>para</strong>l<strong>el</strong>os con nuestra época. ¿Sigue <strong>el</strong> pueblo rechazandoa los profetas por las mismas razones?

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