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_Quien le hacia la cena a Adam - Katrine Marcal

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero. A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su lugar, hacerlo por amor. El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía. Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo, «el derecho a llorar en público». O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia
Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para
exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre
creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la
igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de
manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su
lugar, hacerlo por amor.
El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía.
Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido
hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los
hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo,
«el derecho a llorar en público».
O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

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Occidente pero aún <strong>le</strong>a<strong>le</strong>s al proyecto chino. Las ideas de los economistas<br />

neolibera<strong>le</strong>s fueron servidas en paquetes en cuyo envoltorio había grabadas<br />

citas de Karl Marx y Mao Zedong.<br />

Shangai está experimentando un proceso de transformación tan grande que<br />

el mapa de <strong>la</strong> ciudad ha de ser redibujado semana a semana. Trescientos<br />

millones de personas han pasado de <strong>la</strong> vida agraria a <strong>la</strong> modernidad en apenas<br />

treinta años; un proceso que l<strong>le</strong>vó dos siglos en Occidente. La c<strong>la</strong>se media<br />

crece a una velocidad récord. El mayor número de mujeres multimillonarias<br />

que han amasado su fortuna partiendo de cero está en China. Cheung Yan,<br />

que preside una de <strong>la</strong>s empresas productoras de papel más grandes de Asia,<br />

gana más del dob<strong>le</strong> que Oprah Winfrey.<br />

Mientras tanto, <strong>la</strong> lluvia ácida cae sobre una tercera parte del territorio<br />

chino. Una nebulosa gris y marrón. Al año se producen cuatrocientas mil<br />

muertes prematuras debido al azufre. Todo un suicidio medioambiental.<br />

Las protestas de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za de Tiananmen en 1989 exigían, sobre todo,<br />

democracia y libertad de expresión. El descontento con <strong>la</strong>s reformas<br />

neolibera<strong>le</strong>s, que apenas un año antes habían generado una gran desigualdad<br />

económica y una enorme inf<strong>la</strong>ción, también influyó. De modo que, cuando<br />

aquel<strong>la</strong> mañana del 4 de junio Xiaoping ordenó abrir fuego contra los<br />

manifestantes, no fueron solo <strong>la</strong>s demandas de democracia <strong>la</strong>s que fueron<br />

si<strong>le</strong>nciadas en China. Desde el momento en que los tanques irrumpieron en <strong>la</strong><br />

p<strong>la</strong>za, el debate público acerca de <strong>la</strong> desigualdad económica quedó también<br />

sepultado. Al menos durante los quince años siguientes.<br />

Los trabajadores chinos han ido ganando cada vez menos en proporción al<br />

crecimiento del producto interior bruto del país año tras año desde 1983, y <strong>la</strong>s<br />

condiciones de trabajo en <strong>la</strong>s fábricas son terrib<strong>le</strong>s. Solo después de que, en el<br />

transcurso de dieciséis meses, catorce emp<strong>le</strong>ados de <strong>la</strong> empresa Foxconn —<br />

dedicada a <strong>la</strong> fabricación de iPhones— se quitaran <strong>la</strong> vida, los sa<strong>la</strong>rios fueron

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