16.09.2018 Views

_Quien le hacia la cena a Adam - Katrine Marcal

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero. A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su lugar, hacerlo por amor. El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía. Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo, «el derecho a llorar en público». O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia
Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para
exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre
creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la
igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de
manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su
lugar, hacerlo por amor.
El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía.
Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido
hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los
hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo,
«el derecho a llorar en público».
O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Notas<br />

PRÓLOGO<br />

[1] Lagarde, 2010.<br />

[2] Croson y Gneezy, 2009.<br />

[3] Pearson y Schipper, 2013.<br />

[4] Booth, Cardona-Sosac y No<strong>le</strong>na, 2014.<br />

[5] Wolf, 2013, cap. 2.<br />

[6] En Suecia, el sa<strong>la</strong>rio medio de una mujer es un 17 por ciento inferior al<br />

de un hombre. La diferencia se ha mantenido más o menos igual durante los<br />

últimos veinte años. Véase Statistics Sweden, 2004.<br />

[7] En el ranking de países ordenados según el porcentaje de mujeres que<br />

ocupan puestos de responsabilidad empresarial, Suecia ocupa el vigésimo<br />

quinto lugar; Fin<strong>la</strong>ndia, el decimotercero y Dinamarca, el trigésimo séptimo.<br />

Véase Grant Thorntorn International Business Report 2012.<br />

1. EN EL QUE NOS ADENTRAMOS EN EL UNIVERSO DE LA ECONOMÍA Y<br />

NOS PREGUNTAMOS QUIÉN ERA LA MADRE DE ADAM SMITH<br />

[1] McCloskey, 2000, p. 13.<br />

[2] Edgeworth, 1967, p. 16.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!