16.09.2018 Views

_Quien le hacia la cena a Adam - Katrine Marcal

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero. A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su lugar, hacerlo por amor. El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía. Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo, «el derecho a llorar en público». O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

El feminismo y la economía siempre han tenido mucho que ver. Virginia
Woolf quería una habitación propia, y eso cuesta dinero.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las mujeres se unieron para
exigir el derecho a la propiedad privada y a la herencia, el derecho de libre
creación de empresas, el derecho a pedir préstamos, el derecho al trabajo, la
igualdad salarial y, en definitiva, la posibilidad de mantenerse a sí mismas, de
manera que no tuvieran que casarse por dinero, sino que pudieran, en su
lugar, hacerlo por amor.
El feminismo sigue guardando una estrecha relación con la economía.
Durante las últimas décadas, el objetivo del movimiento feminista ha sido
hacerse con el dinero y otros privilegios tradicionalmente acaparados por los
hombres, a cambio de cosas menos fáciles de cuantificar como, por ejemplo,
«el derecho a llorar en público».
O, por lo menos, así es como lo han explicado algunos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El hombre económico se transformó en una pieza de ajedrez contro<strong>la</strong>da a<br />

distancia. La teoría de juegos inicial hacía realidad el viejo sueño de <strong>la</strong><br />

ciencia económica: el libro de <strong>la</strong> sociedad se podía <strong>le</strong>er de forma matemática<br />

y, por lo tanto, todo se volvía comprensib<strong>le</strong> y predecib<strong>le</strong>. John von Neumann<br />

estaba convencido de que con el tiempo sería capaz de explicar <strong>la</strong> sociedad en<br />

su conjunto con <strong>la</strong> ayuda de <strong>la</strong> teoría de juegos.<br />

Nacido en Budapest en 1903, John von Neumann creció al tiempo que <strong>la</strong><br />

ciudad pasaba por su época de mayor esp<strong>le</strong>ndor, al concentrar a científicos,<br />

escritores, artistas, músicos y un buen número de millonarios amantes de <strong>la</strong><br />

cultura, muy valiosos como me<strong>cena</strong>s. Parece que ya a <strong>la</strong> edad de seis años <strong>le</strong><br />

preguntó a su madre «¿Qué estás calcu<strong>la</strong>ndo?» en cierta ocasión en que el<strong>la</strong><br />

se había quedado con <strong>la</strong> mirada perdida en el infinito.<br />

En realidad se l<strong>la</strong>maba János, aunque lo l<strong>la</strong>maban Johnny. Su padre era un<br />

banquero judío que había comprado un título nobiliario, a pesar de que nunca<br />

lo utilizó y lo reservó para su hijo. A <strong>la</strong> edad de dieciocho años se tras<strong>la</strong>dó a<br />

Berlín y luego a Zurich para estudiar química; sin embargo, acabó<br />

doctorándose en matemáticas. La Segunda Guerra Mundial se acercaba y,<br />

finalmente, Von Neumann se tras<strong>la</strong>dó a Estados Unidos, donde comenzó a<br />

trabajar con el austríaco Oskar Morgenstern en <strong>la</strong> Universidad de Princeton.<br />

Morgenstern se hal<strong>la</strong>ba en América cuando Adolf Hit<strong>le</strong>r se anexionó su<br />

patria, de modo que decidió quedarse al otro <strong>la</strong>do del Atlántico. Se decía que<br />

el abuelo de Morgenstern era Federico III, emperador de A<strong>le</strong>mania.<br />

En <strong>la</strong> primavera de 1945, un año después de <strong>la</strong> publicación de su<br />

revolucionario libro, John von Neumann fue reclutado por el comité<br />

encargado de decidir contra qué ciudades japonesas se utilizaría <strong>la</strong> bomba<br />

atómica que Estados Unidos acababa de crear. Von Neumann se había unido<br />

al Proyecto Manhattan dos años antes y había trabajado en el desarrollo del<br />

artefacto. Era uno de los numerosos científicos húngaros que participaban en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!