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IPC observó un crecimiento de 48.6%, siguiendo el buen desempeño tanto de mercados globales como de
mercados emergentes durante ese año. Los altos niveles de liquidez así como las positivas perspectivas de
los mercados emergentes, incluyendo al mercado mexicano, contribuyeron al incremento en el índice del
IPC. Como resultado de un sólido crecimiento en economías emergentes tales como China y Brasil y la
sólida actividad económica mundial en 2007 el IPC se incrementó en 11.7%, crecimiento menor al
observado en los últimos cuatro años pero positivo.
Durante 2008, el IPC registró un descenso de 24.2%, principalmente a causa de la volatilidad que
produjo la crisis financiera originada en la segunda mitad del 2008 en EUA, que tuvo un efecto negativo a
nivel mundial. Para finales de 2009, el IPC recupero su posición con una ganancia de 43.5%. A finales
de 2010, la Bolsa Mexicana de Valores, medida por el INPC, se recuperó, registrando una ganancia
de 15,9%, en línea con el desempeño positivo de los mercados emergentes y desarrollados en todo el
mundo. Un aumento de la liquidez tras la crisis económica mundial, así como las perspectivas positivas para
los mercados emergentes, incluyendo México, han contribuido a este aumento.
Durante 2011, el IPC registró un descenso de 3.8% debido a una combinación entre la incertidumbre
del inversionista respecto a la probabilidad de que la economía estadounidense se recuperara, así como
otras incertidumbres adicionales producidas por una serie de eventos, incluyendo el terremoto y la crisis
nuclear acontecida en Japón, las crisis políticas en Medio Oriente, tales como Egipto y las continuas
preocupaciones respecto a la deuda financiera de algunos países europeos tales como Grecia, Irlanda,
España y Portugal. Para el 31 de marzo de 2012, el IPC se recuperó ganando un 6.6% contra el cierre del
ejercicio 2011, lo anterior tuvo principalmente como resultado los esfuerzos de la Unión Europea para apoyar
a sus economías más débiles, lo cual externó confianza en la región. No podemos asegurar que los
acontecimientos mundiales, en especial los acontecimientos en mercados emergentes y en los mercados en
donde la Compañía opera a través de sus subsidiarias, no tendrán un efecto negativo sobre el valor de
nuestras acciones en el mercado.
La Ley Federal de Competencia Económica y su reglamento podrían impactar nuestra
habilidad de hacer negocios.
La legislación relativa a la competencia y las regulaciones mexicanas pueden afectar nuestras
actividades. La legislación relativa a la Ley Federal de Competencia Económica, y sus regulaciones, o el
Reglamento de la Ley Federal de Competencia Económica, pueden afectar algunas de nuestras actividades.
En particular, estas leyes y regulaciones pueden afectar nuestra capacidad de adquirir y de vender negocios
o entrar en joint ventures con competidores.
Las reformas más recientes a la Ley Federal de Competencia de México entraron en vigencia el 11
de mayo de 2011. Dichas modificaciones, entre otras cosas, han aumentado significativamente las multas
monetarias y provistas para los cambios en las medidas que deberá adoptar la Comisión Federal de
Competencia, con respecto a la conducta ilegal. Además, la Ley Federal de Competencia de México y los
reglamentos relacionados o condiciones impuestas por la Comisión Federal de Competencia, puede afectar
adversamente nuestra capacidad para determinar la manera en que ofrecemos nuestros productos y
servicios. La aprobación de la Comisión Federal de Competencia es necesaria para nosotros para
adquirir ciertos negocios o entrar en ciertas joint ventures. No puede haber ninguna garantía de que la
Comisión Federal de Competencia vaya a autorizar en el futuro ciertas adquisiciones o joint ventures
relacionadas con nuestras empresas, la negación de lo que puede afectar adversamente a nuestra
estrategia de negocio, situación financiera y resultados de operación.
Cambios en la legislación actual y nuevas leyes podrían afectar significativamente las
operaciones de la Compañía y sus ingresos.
Las leyes actuales y otras regulaciones podrían ser modificadas. La manera en que las mismas son
aplicadas o interpretadas podrían cambiar y nuevas legislaciones podrían ser adoptadas. La implementación
de dichas modificaciones o cambios en la manera en que las leyes actuales son aplicadas o interpretadas,
así como la entrada en vigor de nuevas leyes, pueden afectar los ingresos y las operaciones de Grupo Casa
Saba.
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