I Congreso Internacional de Educación Patrimonial498El ciudadano interactúa cada día con sus calles, consus construcciones arquitectónicas, fachadas, espacios,revueltas, mobiliario urbano, esculturas, monumentos,y cualquier otra clase de estructuras urbanas que configurenel espacio sobre el cual desarrolla la mayor partede su vida, y esto condiciona muchos de los actos deesa vida, su forma de moverse, de comunicarse y relacionarsecon los otros, los suyos y los considerados“diferentes” u “otros”, y con el poder establecido, etc.Entre los objetivos marcados y a conseguir por esteproyecto de reflexión crítica de nuestro propio entornourbano, se encuentran el desarrollo de una capacidadde observación y de mirada crítica en el ámbito dela estética de lo cotidiano, descubrir los mecanismosque conforman la cultura visual de nuestro entorno ydesarrollar la capacidad de generar alternativas y propuestasde alteración real o imaginada del espacio urbanoy social cotidiano.El proyecto, centrado en el objetivo principal deque los alumnos y alumnas acaben fomentando unespíritu crítico y de reflexión sobre el propio entornovital y patrimonial, centró su eje vertebrador en la configuracióny exposición de los resultados del trabajo,en una gran exposición colectiva que tuvo por título ylema Observatori 1.0 – L’Escola mira a Patraix, celebradaen la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Azoríndependiente del Ayuntamiento de Valencia (fig. 7).El proyecto expositivo partía de la propia pluralidadde interpretaciones y respuestas derivadas de lasmúltiples visiones que generan las diferentes edades yintereses de los participantes. Aunque existía un nexonarrativo común derivado de las múltiples miradas haciaun entorno vital y compartido.Se partía también del referente directo a artistascontemporáneos que servían para proponer diferenteslenguajes de trabajo de los que partir, al tiempo queahondar en el conocimiento del arte contemporáneo yla comprensión de la íntima relación que se estableceentre este y los entornos vitales y las problemáticassociales, así como los discursos identitarios, todos ellosreferentes propios del arte más actual. De esta formaahondamos en el conocimiento y descubrimiento delarte contemporáneo (fig. 8).La construcción narrativa de la exposición se generóa través de la ordenación por espacios geográficos,el alumnado participante, todo el centro por completo,debía dirigir su mirada a uno de los 30 puntos oespacios del barrio, que previamente otro grupo dealumnos también había elegido como más representativosdel entorno, y podía desarrollar a través de cualquiertécnica visual bidimensional y adaptada al espaciolímite del tamaño dinA4, dibujo, pintura, fotografía,fotomontaje, collage, diseño por ordenador. Todos lostrabajos fueron desarrollados en el aula, y en funciónde sus edades, conocimientos e intereses, ellos y ellasFigura 7. Detalle de uno de los paneles de la exposición que recogía lasmúltiples visiones de los alumnos sobre un mismo espacio.Figura 8. Proceso de montaje de la exposición.
Formación y accesibilidad al Patrimonioiban eligiendo tanto la técnica como la temática, elenfoque y su interpretación o visión del espacio delbarrio que debían abordar y que en muchos casos conocíana la perfección.Esto acabó generando un discurso visual caracterizadopor múltiples visiones y narrativa enfrentadas ycontrastadas de un mismo espacio, en función de lariqueza de visiones que enmarcadas en cuatro núcleostemáticos: visión crítica, visión estética, visión identitariay visión utópica, construyeron un rico patrimoniovisual y artístico referido en este caso a otro patrimonioarquitectónico y urbano y de profundas implicacionesreflexivas, como puede apreciarse claramenteen algunas de las imágenes adjuntas.La musealización como constructora designificados relevantesDesde hace un tiempo, una de las preocupacionesprincipales en mis investigaciones respecto a la educaciónpatrimonial, ha estado la de encontrar un sentidoa la función de legitimación artística que como institucionesculturales con fuerte poder social de simbolizacióno de significación de obras, son los museos.El museo responde a la estructura de nuestro actualsistema cultural de división y dualidad de los objetosproducidos por el ser humano en una jerarquíade valoración que bajo “un criterio axiológico de tipoimpositivo pretende dividirlos en artísticos y no artísticos,consagrando dos actitudes humanas ante ellos:la adoración y el desprecio; y también dos espacios:el museo y el vertedero” (Ramírez, 1997: 261) (fig.9).Lejos de considerar como un aspecto rotundamentenegativo este hecho, como educadores de la cultura elarte y el patrimonio, debemos aprovechar y nutrirnosde esta circunstancia legitimadora a la hora de aplicarnuestros proyectos de educación patrimonial. Eso sí,planteando siempre una visión mucho más amplia, enriquecedoray completa de lo que constituye el museocomo institución y llevarlo al ámbito del museo comopráctica de exhibición pública y a la vez legitimadoradel patrimonio generado por nuestro alumnado.Ya en otra ocasión centré algunas de mis investigacionesen este aspecto (Ramon Camps, 2011) y en lasposibilidades del museo como elemento generador deidentidades personales y colectivas mediante su fuerteproceso de simbolización y legitimación cultural.A través de convertir un espacio hasta ese momentovacío, inocuo y degradado, en un espacio musealizado,en un verdadero museo al aire libre, creado y499Figura 9. La sala en el día de la inauguración.