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a) Falta de Recursos
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No hay presupuesto para actividades de capacitaci6n y
supervisi6n de comadronas. El financiamiento proviene
unicamente de agencias externas tales como UNICEF, USAID,
UNFPA, CARE, Project Hope y Project Concern. El dinero
disponible para las actividades con las comadronas es
aparentemente erritico, haciendo la planeaci6n y e~ecuci6n de
la estrategia de un programa nacional efectivo dificil, si no
imposible.
b) Sistema de Referencia y Cuidado para Casos de Alto
Riesgo
El sistema de referencia, particularmente en las ireas
rurales, de los casos de alto riesgo parece ser inadecuado.
Esto, ademas de problemas con la-comunicaci6n, la distancia,
geografia, diferencias culturales, falta de transporte y los
hospitales de area que estin sin personal, repletos y
pobremente equipados hacen que la referencia de casos de alto
riesgo sea problemitica, aun cuando son detectados.
c) Falta de una Relaci6n de Trabajo Establecida entre
las Comadronas y el Personal del Ministerio de Salud
Un pre-requisito esencial para lograr las metas fijadas por el
MdeS es la existencia de una relaci6n de trabajo colaborativa
entre !as comadronas y el personal del salud del MdeS en cada
area. Este requisito b~sico no parece existir en la mayoria
de las ireas. Es totalmente ilusorio esperar que las
comadronas refieran a sus pacientes para tratamiento m6dico o
lleven a cabo actividades sobre educaci6n de la
salud/supervivencia infantil, ,:.menos que la relaci6n entre
ellas mismas y el sistema de cuidado de salud establecido sea
de mutuo respeto y apoyo.
Aunque gran parte del personal de salud entrevistado expres6
actitudes positivas hacia las comadronas, un tema -constante a
traves de las visitas de campo fue el mal trato hacia las
comadronas por el personal medico cuando ellos han traido
pacientes a los hospitales o centros de salud. El metodo
estindar para tratar con las comadronas cuando ellas refieren
complicaciones parece ser la reprensi6n, en lugar de un
reforzamiento positivo.
En las comunidades del altiplano los problemas
son a menudo agravados debido a las barreras culturales y del
idioma. La gran mayoria del personal de salud son ladinos de
habla espafiola, mientras que la mayorla de las comadronas son
Maya parlantes.