03.04.2013 Views

El Teide, una mirada histórica, de Eustaquio Villalba - ATAN

El Teide, una mirada histórica, de Eustaquio Villalba - ATAN

El Teide, una mirada histórica, de Eustaquio Villalba - ATAN

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

FIGURA 27. Cráter <strong>de</strong>l <strong>Tei<strong>de</strong></strong>. (Archivo Fotográfico P. N. <strong>Tei<strong>de</strong></strong>).<br />

Resulta muy llamativo que Viera no incluya ning<strong>una</strong> referencia a la botánica ni haga<br />

consi<strong>de</strong>raciones paisajísticas. Se limita a comentar la forma <strong>de</strong>l volcán, la Cueva <strong>de</strong>l<br />

Hielo y a tratar <strong>de</strong> dilucidar lo que la vista alcanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cima. Por el contrario, si se<br />

entretiene en <strong>de</strong>scribir los aspectos geológicos -mineralógicos- <strong>de</strong>l <strong>Tei<strong>de</strong></strong>, especialmente<br />

la parte correspondiente al Pilón <strong>de</strong> Azúcar y al cráter, al que <strong>de</strong>scribe como <strong>una</strong><br />

profunda cal<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> perímetro <strong>de</strong>sigual, siendo más baja por su parte oeste. Viera<br />

confirma las apreciaciones <strong>de</strong> anteriores observaciones al <strong>de</strong>stacar la existencia <strong>de</strong><br />

“minas <strong>de</strong> azufre” y “<strong>una</strong> dilatada costra <strong>de</strong> materia sulfúrea, <strong>de</strong> un amarillo muy<br />

brillante.” Habla con cierto <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> los “agujeros que arrojan un humo sutilísimo”<br />

y ve en ello la prueba <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un fuego en el interior <strong>de</strong> la montaña.<br />

No le importa que digan que el monte Atlas no era <strong>El</strong> <strong>Tei<strong>de</strong></strong>, para él “el fabuloso<br />

Atlante, existente en el continente <strong>de</strong> África, se ha mudado a la isla <strong>de</strong> Tenerife”. Así<br />

acaban el último <strong>de</strong> los capítulos que <strong>de</strong>dicó al Pico.<br />

LA MIRADA DEL NATURALISTA.<br />

En junio <strong>de</strong> 1799 llega a Tenerife Alejandro von Humboldt (1769 – 1859), el naturalista<br />

y científico alemán más conocido y valorado <strong>de</strong>l periodo romántico. Su corta estancia<br />

<strong>de</strong> cinco días en Tenerife tuvo <strong>una</strong> enorme repercusión entre los estudiosos <strong>de</strong> todo el<br />

mundo. Este científico representa un cambio radical con respecto a sus pre<strong>de</strong>cesores,<br />

puesto que su interés no está sólo en medir o clasificar, sino que él quiere enten<strong>de</strong>r y<br />

explicar. <strong>El</strong> nuevo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> ciencia <strong>de</strong> la naturaleza rompe con las abstracciones<br />

matemáticas características <strong>de</strong> la revolución científica <strong>de</strong>l siglo XVII. Humboldt no se<br />

conforma con <strong>una</strong> mera relación <strong>de</strong> libro <strong>de</strong> viajes, él preten<strong>de</strong> interpretar, encontrar<br />

leyes y regularida<strong>de</strong>s en la naturaleza y trata <strong>de</strong> explicar las características <strong>de</strong> los<br />

paisajes <strong>de</strong> los lugares que visita. Por esa razón, su “Viaje a las Islas Canarias” está<br />

incluido en la obra que le hará famoso en el mundo científico: “Viaje a las Regiones<br />

Equinocciales <strong>de</strong>l Nuevo Continente.” <strong>El</strong> viaje le impresionó tanto que, nada más llegar<br />

al continente americano, escribe <strong>una</strong> carta a un amigo diciéndole que <strong>El</strong> <strong>Tei<strong>de</strong></strong> es “<strong>una</strong><br />

inmensa montaña basáltica, que parece reposar sobre la piedra calcárea <strong>de</strong>nsa y<br />

secundaria. Es la misma que, con muchas piedras <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>rnal, se encuentran en el<br />

cabo Negro, en África, la misma sobre la que reposan los basaltos <strong>de</strong> Saint-Lopu, cerca<br />

<strong>de</strong> Ag<strong>de</strong>y, los <strong>de</strong> Portugal. ¡Ved con que uniformidad está construido el globo!”<br />

FIGURA 28. Retrato <strong>de</strong> A. <strong>de</strong> Humboldt<br />

Es impresionante la meticulosa preparación <strong>de</strong>l proyecto. En concreto, Humboldt<br />

recopiló <strong>una</strong> enorme cantidad <strong>de</strong> información sobre Canarias que, junto con las notas <strong>de</strong><br />

su cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> viaje y los datos que le aportaban el mejor instrumental que la ciencia<br />

podía poner a disposición <strong>de</strong> un científico, fueron la base <strong>de</strong> la obra editada en 1816 en<br />

París. A pesar <strong>de</strong>l gran impacto que tuvo esta publicación en las élites científicas <strong>de</strong> la<br />

primera mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, la primera traducción completa al español <strong>de</strong>l viaje a<br />

Canarias incluido en el tomo primero no aparecería hasta 1941 en Venezuela. <strong>El</strong> idioma<br />

no fue un obstáculo para que las clases ilustradas <strong>de</strong> las islas conocieran esta obra <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el primer momento, pues todavía se conservan los dos primeros tomos <strong>de</strong> la edición <strong>de</strong><br />

1816 en la Real Sociedad Económica <strong>de</strong> Amigos <strong>de</strong>l País <strong>de</strong> Tenerife.<br />

Feuillée también conoció el Nuevo Mundo, pero su trabajo en Canarias fue singular y<br />

con unos objetivos muy concretos y utilitarios. La estancia en Tenerife <strong>de</strong> Humboldt

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!