El Teide, una mirada histórica, de Eustaquio Villalba - ATAN
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Otra <strong>de</strong> las brillantes observaciones <strong>de</strong>l sabio alemán está relacionada con un fenómeno<br />
esencial en los ecosistemas <strong>de</strong> la Isla: las precipitaciones horizontales. Los vientos<br />
alisios se cargan <strong>de</strong> humedad durante su trayecto sobre las aguas <strong>de</strong>l Atlántico, el<br />
enfriamiento provocado por el obligado ascenso <strong>de</strong> las la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> barlovento produce la<br />
con<strong>de</strong>nsación y la consiguiente formación <strong>de</strong> mar <strong>de</strong> nubes. Los árboles parecen or<strong>de</strong>ñar<br />
la nube y <strong>de</strong> sus hojas cae un goteo continuo que mantiene húmedo el suelo <strong>de</strong>l bosque.<br />
L. Von Buch lo explica así: “Cuando en 1713 E<strong>de</strong>ns subió a la cima <strong>de</strong>l <strong>Tei<strong>de</strong></strong>, a cinco<br />
o seis mil pies <strong>de</strong> altitud encontró un bosque <strong>de</strong> pinos, <strong>de</strong> los que uno, por la extensión<br />
<strong>de</strong> sus ramas, parecía un pequeño navío y por este motivo era llamado el Pino <strong>de</strong> la<br />
Caravela. Ahora, toda la montaña está <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> árboles y reseca. Antaño, cuando<br />
las capas calientes <strong>de</strong>l aire y los vapores se elevaban <strong>de</strong>l mar y alcanzaban la parte<br />
alta <strong>de</strong>l monte, no encontraban nada en el suelo que la acción <strong>de</strong>l sol pudiese calentar y<br />
que, por la radiación, <strong>de</strong>volviera este calor. En medio <strong>de</strong> <strong>una</strong> temperatura más fría, la<br />
humedad se tenía que <strong>de</strong>tener sobre esos árboles; las gotas se amontonaban en sus<br />
hojas, aún más frías, caían en la tierra y formaban las fuentes. En la actualidad, la<br />
radiación <strong>de</strong>l suelo pelado es tan fuerte que, en general, las nubes apenas acu<strong>de</strong>n a la<br />
isla y la humedad que podría producir el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> temperatura se encuentra<br />
absorbida y neutralizada por la gran sequía <strong>de</strong> esa altura. Esta humedad, que<br />
producida en la isla caía para fertilizarla, ahora es arrastrada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las montañas a<br />
zonas quizás muy lejanas o echada al mar sin ning<strong>una</strong> utilidad.”<br />
Perfecciona la aportación <strong>de</strong> Humboldt sobre los pisos o regiones que presenta la<br />
vegetación en Tenerife. <strong>El</strong> correspondiente a la zona más alta lo llama la región <strong>de</strong>l<br />
Spartium nubigenum (retama blanca), corrige así la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> Humboldt que la<br />
relacionó con las gramíneas. Comienza don<strong>de</strong> ya no crece el pino y la retama nos la<br />
presenta como la especie dominante. Utiliza estas palabras para <strong>de</strong>scribir la vegetación<br />
<strong>de</strong> la cumbre: “Las dos últimas regiones son muy altas, por encima <strong>de</strong>l límite habitual<br />
<strong>de</strong> las nubes, y con la excepción <strong>de</strong> unos pocos meses al año permanecen en el estado<br />
<strong>de</strong> sequía constante y particular a estas islas. Este es el motivo <strong>de</strong> que en ellas sólo<br />
crezca un pequeño número <strong>de</strong> plantas; y cuando la lista <strong>de</strong> estas plantas presenta<br />
solamente un total <strong>de</strong> 23 especies, esto no se <strong>de</strong>be a que se hayan elegido las que se<br />
encuentran allí con más frecuencia, sino que realmente son la totalidad <strong>de</strong> las que se<br />
han encontrado hasta ahora entre los 5.000 y los 10.000 pies. Las condiciones<br />
extraordinarias en las que estas regiones se hallan situadas son la causa <strong>de</strong> que, <strong>de</strong> las<br />
23 especies, 19 sean completamente propias a Canarias, pues hasta el momento no se<br />
las ha encontrado en ning<strong>una</strong> parte.” (Según Wolfredo Wildpret y Victoria Martín en<br />
el territorio <strong>de</strong>l actual Parque Nacional el catálogo <strong>de</strong> flora vascular contiene 168<br />
taxones. De ellos 58 son en<strong>de</strong>mismos canarios, 33 <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong> Tenerife y 12 <strong>de</strong> ellos<br />
sólo es posible encontrarlo en las cumbres <strong>de</strong> Tenerife. Del total <strong>de</strong> 43 familias<br />
presentes <strong>de</strong>stacan por el número <strong>de</strong> taxones Poáceas (gramíneas) con 31, Asteraceas<br />
(compuestas) con 19 Carofiláceas con 15 y Lamiáceas (labiadas) con 14 taxones.)<br />
II PARTE<br />
LA MIRADA CONTEMPORÁNEA<br />
<strong>El</strong> siglo XVII fue testigo <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> la ciencia mo<strong>de</strong>rna: las matemáticas, la<br />
física y la astronomía alcanzan su madurez, cuentan con teorías, métodos e instrumental<br />
que les permitirá un <strong>de</strong>sarrollo sostenido en los siglos siguientes. <strong>El</strong> XVIII fue el <strong>de</strong> la