Nuevas adicciones - Proyecto Hombre
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NUEVAS ADICCIONES: ¿ADICICIONES NUEVAS?<br />
contexto se debe relacionar con el problema que movió al paciente a<br />
visitarnos, teniendo presentes sus pautas disfuncionales, etc.<br />
Consideramos que el grupo sirve de crisol para que cada persona<br />
aporte en él sus objetivos, sus expectativas diferentes. A la vez, sirve<br />
para enfocar la relación entre ellos dentro de un marco de límites bien<br />
señalados en el que expresar con claridad la contención, el cual, finalmente,<br />
ayuda sobremanera en la resolución de los procesos individualizados.<br />
En un primer momento, el grupo permite la identificación y suaviza<br />
la angustia. Las personas perciben que no están solas, que se<br />
hallan rodeadas y acompañadas de otras con problemas parecidos a<br />
los suyos. También es un excelente mecanismo para evitar el aislamiento<br />
e individualismo en el que viven los pacientes. Es un espacio<br />
donde reconocerse puntualmente en el otro: menudean los casos en<br />
que un paciente llega a comprender a través de los comentarios de<br />
otro paciente lo que le ocurre a él mismo, aunque, claro está, siempre<br />
haya matices que diferencian nítidamente unos casos de otros.<br />
Aprenden también nuevas formas de relación que podrán ser utilizadas<br />
más tarde en su vida ordinaria; aprenden a poner nombre a las<br />
cosas que necesitan, a pedir ayuda y a dar ayuda a los demás.<br />
En este tipo de grupos, por descontado, siempre surgen conflictos,<br />
ocasionados en muchas ocasiones por los mismos objetivos señalados<br />
por los pacientes. No obstante, es importante que sea así, ya que el<br />
grupo rápidamente se convertirá en un pequeño ensayo de la vida<br />
real, donde se reproducirán las mismas situaciones y paradojas de la<br />
vida. Esos mismos conflictos y crisis es lo que hábilmente el terapeuta<br />
debe aprovechar y tratar y nunca evitar, puesto que precisamente<br />
actuando así la persona tendrá oportunidad de entender e interiorizar<br />
qué le ocurre, por qué se enfada tanto ante una postura determinada,<br />
a qué responde tanto enfado, por qué se queda intimidado y<br />
bloqueado ante una mujer o casos similares. El terapeuta tendrá que<br />
darse cuenta e interrogar qué pasa ante la confusión, cómo reacciona<br />
el paciente ante ese problema que se ha desarrollado, qué siente, qué<br />
significado tiene concretamente el conflicto para la persona, qué pensamientos<br />
tiene, cómo reacciona, cómo se bloquea y en qué consiste<br />
ese bloqueo o enfado, qué le recuerda, cuáles son las consecuencias<br />
de ello y qué alternativas puede trabajar cuando se le vuelva a dar<br />
esa misma situación.