Nuevas adicciones - Proyecto Hombre
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CAPÍTULO 8<br />
el modelo de Ellis es la aplicación a la psicoterapia de su programa<br />
filosófico. Alber Ellis (junto con autores como Beck y Kelly) vuelve<br />
a admitir en la terapia las funciones o procesos mentales. Vuelve a<br />
considerar el control de la conducta por causa interna. Busca el cambio<br />
en la identidad del sujeto y no sólo en la respuesta. Pero, para concretar,<br />
la terapia de Ellis, junto con la de Beck, se engloba en la denominada<br />
línea cognitivo racionalista. “El criterio de salud o enfermedad,<br />
según Ellis, vendría dado por el ajuste entre las representaciones<br />
internas del sujeto y la realidad externa y desde la importancia<br />
de procesos como clasificar o categorizar”, Lorenzo (1995).<br />
La Terapia Racional Emotiva fue definida por primera vez en<br />
1973 como un método psicoterapéutico cognitivo-emocional-conductual<br />
y posteriormente como una terapia cognitivo conductual. El objetivo<br />
de esta terapia es ayudar a los sujetos a que aumenten su autoaceptación<br />
y toleren la frustración. Cuestión fundamental en las drogodependencias.<br />
Ellis empezó a formular esta teoría cuando observó el uso que<br />
hacía la gente del lenguaje, que los llevaba a definir las cosas o experiencias<br />
como terribles o insoportables. Detectó que muchos de sus<br />
usuarios realizaban demandas de carácter absoluto sobre sí mismos y<br />
sobre los demás o el mundo en general, algo que bien puede ser considerado<br />
una filosofía de vida inadecuada. La consecuencia última de<br />
este estilo es la generación de tensión emocional en la persona. Ellis<br />
diferencia dos tipos de ansiedad: la del yo “o tensión emocional”, que<br />
se presenta cuando uno se condena a sí mismo por sentimientos de<br />
culpa, vergüenza o frustración, y la de la ansiedad perturbadora, que<br />
surge cuando el propio bienestar, la propia vida se ven amenazados.<br />
Desde esta teoría, el terapeuta se caracteriza por la aceptación incondicional<br />
de los usuarios, lo cual facilita la comunicación, lo empático,<br />
la apertura. El terapeuta es activo, es didáctico y un modelo<br />
racional de sentir. Desde nuestra experiencia clínica consideramos que<br />
la TRE no debe usarse como terapia única; se suele utilizar combinándola<br />
con otras técnicas semi-directivas que ayudan, tanto al<br />
paciente como al psicoterapeuta, a identificar el síntoma y contribuyen<br />
a la adecuada elaboración de los conflictos. Un terapeuta de la TRE<br />
llega hasta la exageración (no exenta de humor) para poder conseguir<br />
debatir de una forma óptima las ideas irracionales del paciente.<br />
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