Nuevas adicciones - Proyecto Hombre
Nuevas adicciones - Proyecto Hombre
Nuevas adicciones - Proyecto Hombre
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CAPÍTULO 11<br />
en lo igual, semejante o parejo, restaurando la pérdida día tras día.<br />
Una repetición reflejada en actos que no tienen fin y corre el riesgo<br />
de convertirse en goce, un goce un tanto trágico, ritualizado y estereotipado.<br />
No es de extrañar que entre diversas épocas creativas, el<br />
artista alterne otras en las que cesa su actividad. “De igual manera<br />
que la creatividad no correlaciona con el conocimiento, la creatividad<br />
no es una actividad propicia para la repetición, lo parigual.” Arheim<br />
(1993) plasmaba estos comentarios en su obra Consideraciones sobre<br />
la educación artística. El artista se ha definido siempre en la literatura<br />
como independiente. Erich Fromm habla de las personas creativas<br />
como descubridoras, personas que progresan, producen y, sobre<br />
todo, son independientes, o como decía Blake: repetir es fácil; la<br />
repetición de lo igual o parigual hace disminuir eso que llamamos<br />
individualidad y el ser original; el repetir nos llevaría a tener más<br />
sensación de miedo, acotando nuestra libertad. Podríamos poner un<br />
ejemplo visible imaginando una línea, una línea continua y en cada<br />
uno de sus extremos un polo opuesto, repetición vs creación, digamos,<br />
y donde cada persona se situaría en un lugar diferente de ese continuum.<br />
En suma, no hablamos únicamente del soporte, del medio que<br />
denominamos actividad creativa; hablamos, sobre todo, de las personas<br />
que crean, sea en el campo que sea, no sólo en el artístico.<br />
No consideramos que la creación (el arte) sea un vehículo propicio<br />
para la repetición por su discontinuidad adictiva, debido a su propia<br />
idiosincrasia, no se puede considerar como una columna facilitadora<br />
o potencialmente adictiva. Aparte quedaría el debate de la utilización<br />
que una persona con una estructura neurótica, obsesiva, histérica<br />
o psicótica pueda hacer de las actividades artísticas, de manera<br />
que las combinaciones serían infinitas, ya que siempre encontraremos<br />
honrosas excepciones a todas estas explicaciones. El uso y el abuso<br />
como necesidad, no serían el eje principal de cara a la terapia; lo<br />
sería en cambio su estructura, su posición en el continuo de esa línea<br />
y no tanto la actividad. Por último creemos que la tradición de vincular<br />
arte y locura ha derivado, entre otras cosas, a la vinculación<br />
del arte con otros conceptos de la psicopatología como la repetición<br />
de la adicción.<br />
Un ejemplo, para finalizar, a modo de anécdota, algo que le sucedió<br />
a Fernando con un estudiante de Bellas Artes. Comentaba el muchacho<br />
que se había pasado todo un curso pintando borrachos. Incluso en el<br />
109