30.04.2013 Views

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

del rancho.<br />

Y llegaba: "¿qué tal?, ¿cómo <strong>es</strong>tán...?" "¡Qué milagro, Toñito, qué milagro <strong>que</strong><br />

usted anda por aquí...!" "Sí, <strong>es</strong> <strong>que</strong> los ando viendo, saludándolos, por<strong>que</strong> no hay<br />

<strong>que</strong> olvidarse de las amistad<strong>es</strong>"; "¡ah, Toñito! pase adelante..."<br />

Había <strong>una</strong> sequía de la gran puta <strong>es</strong>e año; no <strong>que</strong>daba comida, ni maíz, y la gente<br />

ya se había comido todas las gallinas; no había frijol<strong>es</strong>, sólo tortillas de trigo<br />

millón, horribl<strong>es</strong>, feas, yo nunca las había comido. "Don Toñito, <strong>es</strong>ta sequía cómo<br />

nos ha golpeado, no hay frijol<strong>es</strong>, no hay arroz, no hay nada, las gallinitas <strong>que</strong><br />

teníamos ya las comimos; ¡ay, qué lástima! pero vamos a buscar un milloncito para<br />

hacerle tortillas". Entonc<strong>es</strong> allá al rato de hablar l<strong>es</strong> dice Toño: "Miren, tengo<br />

unos amigos <strong>que</strong> yo quiero <strong>que</strong> usted<strong>es</strong> conozcan" "¿Ah sí?, ideay, ¿y ellos dónde<br />

<strong>es</strong>tán? ¿en el pueblo?" "No, no, andan conmigo, se <strong>que</strong>daron por ahí", "¿y quién<strong>es</strong><br />

son?" "Son unos muchachos buena gente, quiero <strong>que</strong> los conozcan, quiero <strong>que</strong> me<br />

acompañe, usted siempre ha confiado en mi, ¿verdad?"<br />

Don Pedro Ochoa se llamaba el hombre <strong>que</strong> andábamos viendo. "Usted siempre ha<br />

creído en mí, don Pedro". "¡Cómo no, si, ideay...!" "Acompáñeme pu<strong>es</strong>". Y allí la<br />

amistad p<strong>es</strong>a mucho, la palabra. Pedro Ochoa sabía <strong>que</strong> se trataba de <strong>algo</strong> anormal,<br />

intuía <strong>una</strong> cosa rara, pero como eran amigos y Toño le había hecho favor<strong>es</strong> cuando<br />

era mandador, entonc<strong>es</strong> <strong>es</strong>o ayudaba a <strong>que</strong> le tuvieran confianza. Lo llevaba donde<br />

<strong>es</strong>tábamos nosotros. Claro el hombre pegó el brinco cuando nos vio con la gran<br />

<strong>es</strong>tampa de hombr<strong>es</strong> de ciudad metidos en el monte, armados con pistolas, con un<br />

par de sacos hasta el tronco de cosas, en el suelo alg<strong>una</strong> lata abierta de sardina<br />

<strong>que</strong> llevábamos. "Estos son los amigos..." "Mucho gusto", nos saludó él. "Pu<strong>es</strong><br />

mire compañero", le dije yo, "nosotros somos del FSLN..."<br />

Hermanito, a<strong>que</strong>lla pobre gente se <strong>es</strong>capaba de morir en cuanto l<strong>es</strong> decías, por<strong>que</strong><br />

<strong>es</strong>taban fr<strong>es</strong><strong>que</strong>citas las grand<strong>es</strong> matanzas de la Guardia en la montaña, la<br />

repr<strong>es</strong>ión de Macuelizo y los combat<strong>es</strong>; entonc<strong>es</strong>, la pr<strong>es</strong>encia nu<strong>es</strong>tra allí era<br />

sinónimo de d<strong>es</strong>astre para ellos, por<strong>que</strong> al comienzo en alg<strong>una</strong>s zonas<br />

significábamos compromiso, d<strong>es</strong>gracia y muerte. "Pu<strong>es</strong> nosotros andamos conociendo<br />

gente", le digo, "por<strong>que</strong> si algún día pasamos por aquí y nec<strong>es</strong>itamos <strong>una</strong><br />

tortilla, ya sabemos <strong>que</strong> lo conocemos a usted y pasamos así, <strong>es</strong>condiditos, como<br />

<strong>es</strong>tamos aquí, y usted nos da <strong>una</strong> tortillita, nosotros la comemos, y nos aliñamos,<br />

y seguimos caminando, en <strong>es</strong>a forma tenemos colaborador<strong>es</strong> por todos lados, pero<br />

andamos conociendo, pu<strong>es</strong>, <strong>es</strong>ta zona, por<strong>que</strong> uno debe conocer cruzadas, ¿me<br />

entiende? ante cualquier cosa, la Guardia, y así yo ya sé <strong>que</strong> <strong>es</strong>tas cruzadas<br />

existen, y <strong>que</strong> usted vive por aquí".<br />

Yo no le podía decir <strong>que</strong> no teníamos donde meternos, sin techo y fantaseando,<br />

imaginate. Y así fuimos, de uno en uno, de rancho en rancho, por a<strong>que</strong>llos vall<strong>es</strong><br />

y los camp<strong>es</strong>inos con a<strong>que</strong>l terror cuando l<strong>es</strong> hablábamos y con a<strong>que</strong>lla humildad<br />

<strong>que</strong> nos recibían y con a<strong>que</strong>lla pobreza, todos casi d<strong>es</strong>nuditos, flacos, flacos del<br />

hambre, con <strong>una</strong> tristeza horrible. Así seguimos todo un recorrido d<strong>es</strong>de Los<br />

Terreros hasta la hacienda San Gerónimo. En <strong>una</strong> de tantas, me pr<strong>es</strong>enta Toño a un<br />

camp<strong>es</strong>ino <strong>que</strong> se llama Moisés Córdoba, un hombre de unos treinta años. "Ah,<br />

usted<strong>es</strong> son sandinistas", nos dice susurrando como con miedo, pero también como<br />

sabido, "cuidado los ven <strong>que</strong> nos van a matar a todos; mi papá fue sandinista". A<br />

mí se me iluminó el bombillo, "¿y tu papá <strong>es</strong>tá vivo?", le digo yo, "si", me dice,<br />

"<strong>es</strong>tá vivo, allí vive en la casa con mi mamá, por<strong>que</strong> yo vivo aparte en <strong>una</strong><br />

ranchita <strong>que</strong> paré con la mujercita, con los chavalos ahí", "¿y no podemos hablar<br />

con tu papá?", le pregunté nuevamente, "a saber si él <strong>que</strong>rrá, preguntándole tal<br />

vez, el día <strong>que</strong> usted<strong>es</strong> pasen de vuelta platican con él".<br />

Y así seguimos caminando, durmiendo donde nos cogía la noche, en todos <strong>es</strong>os<br />

vall<strong>es</strong>. Luego seguimos para Buena Vista, por todo el sector de Canta Gallo. En<br />

Buena Vista hablamos con otro compañero <strong>que</strong> era del Partido Conservador, también<br />

fue mozo de la hacienda, <strong>que</strong> se llamaba Gilberto Zavala, pariente de a<strong>que</strong>l Zavala<br />

miedoso y pariente de otro Zavala <strong>que</strong> vivía enfrente de Gilberto y <strong>que</strong> tenían<br />

<strong>que</strong>rellas por tierras, no se <strong>que</strong>rían. Don Gilberto me decía "¡Ay!, aquí no se<br />

pueden <strong>es</strong>tar". "No, nosotros no nos venimos a <strong>que</strong>dar", le digo yo, "nosotros <strong>es</strong><br />

<strong>que</strong> vamos pasando"; y le eché el mismo cuento. "Por<strong>que</strong> yo", me dice, "tengo<br />

98

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!