La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
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la garantía del futuro, la balsa para no hundirse en lo más profundo de la<br />
dominación de la dictadura, la determinación de no r<strong>es</strong>ignarse... lacerteza de <strong>que</strong><br />
no podía ser así, <strong>que</strong> Somoza no podía seguir mandando toda la vida, no aceptar la<br />
invencibilidad de la Guardia.<br />
Y claro, la realidad impactante, casi a nivel de d<strong>es</strong>moralización, cuando llegás a<br />
la montaña y te encontrás con <strong>que</strong> sólo <strong>es</strong> Mod<strong>es</strong>to y quince hombr<strong>es</strong> más divididos<br />
en grupitos pe<strong>que</strong>ños. Quince hombr<strong>es</strong> o qué sé yo cuántos, pu<strong>es</strong>. Lo cierto <strong>es</strong> <strong>que</strong><br />
no habían 20 guerrilleros en <strong>es</strong>e tiempo en la montaña. Dan ganas de bajarse. ¡A<br />
la gran puta! decís vos, ¿<strong>es</strong>ta mierda, cuándo...? Eras capaz casi de decir<br />
interiormente ¡Dios mío! ¡he tomado la peor decisión de mi vida! Te sentís<br />
embarcado en <strong>una</strong> empr<strong>es</strong>a <strong>que</strong> no tiene futuro...<br />
Ya dije <strong>que</strong> en León el Frente eran Leonel, Juan José, Edgard Munguía y Camilo;<br />
posteriormente yo. En León no había ni siquiera un cland<strong>es</strong>tino. Al menos uno de<br />
los <strong>que</strong> vos sabés <strong>que</strong> existía en Managua era Julio Buitrago. D<strong>es</strong>pués me di cuenta<br />
<strong>que</strong> en Managua existían <strong>una</strong> o dos <strong>es</strong>cuadritas urbanas, me daba cuenta <strong>que</strong><br />
existían cuando la Guardia los mataba, por<strong>que</strong> la Guardia publicaba los nombr<strong>es</strong><br />
con los curricula en la radio. Somoza le llamaba al curriculum revolucionario de<br />
los compañeros "historial delictivo". Julio Buitrago era el jefe de todos los<br />
sandinistas en Nicaragua en <strong>es</strong>e tiempo. Dicen <strong>que</strong> era bueno, yo nunca lo pude<br />
conocer. Pero Leonel lo adoraba. En el Frente en <strong>es</strong>e tiempo se <strong>es</strong>tablecían lazos<br />
de afecto muy grand<strong>es</strong>. El Gato y yo, por ejemplo, y Leonel, llegamos a ser<br />
entrañabl<strong>es</strong> amigos. Recuerdo <strong>que</strong> los fin<strong>es</strong> de semana, todos los <strong>es</strong>tudiant<strong>es</strong> <strong>que</strong><br />
no eran de León se iban a sus casas; como nosotros nunca teníamos real<strong>es</strong> los<br />
íbamos al mar pidiendo raid y la gente nos <strong>que</strong>daba viendo, por<strong>que</strong> éramos<br />
<strong>que</strong>mados.<br />
Recuerdo <strong>que</strong> nos gustaba pedirle raid a muchachas burgu<strong>es</strong>as y como éramos<br />
fregon<strong>es</strong>, cuando nos montábamos, la burgu<strong>es</strong>ita nos <strong>que</strong>daba viendo por el <strong>es</strong>pejo<br />
retrovisor y nosotros le sonreíamos y le sacábamos la lengua; ella se sonrojaba,<br />
quitaba de inmediato la vista del retrovisor y ya no volvía a mirarnos mas. Pero<br />
allá, al rato, volteaba a ver de nuevo y siempre <strong>que</strong> nos miraba nosotros ya la<br />
<strong>es</strong>tábamos viendo otra vez por el retrovisor. Era un como juego de miradas, <strong>una</strong><br />
mezcla de miradas; a nosotros nos gustaba verl<strong>es</strong> el cutis, la forma de mover los<br />
labios, l<strong>es</strong> mirábamos las uñas cuando hacían los cambios, las manos eran bien<br />
bonitas, dan ganas como de <strong>que</strong> te acaricien <strong>una</strong>s manos así; y cuando las ventanas<br />
iban abiertas y el viento soplaba se l<strong>es</strong> agitaba el pelo y <strong>que</strong>daban sus<br />
cabelleras frente a nosotros, sobre el <strong>es</strong>paldar del asiento. Nos encantaba irl<strong>es</strong><br />
viendo el pelo. Yo recuerdo <strong>que</strong> <strong>una</strong> vez Leonel <strong>es</strong>cribió un poema <strong>que</strong> hablaba <strong>algo</strong><br />
sobre la "rabia de tu pelo".<br />
Allí en el mar nos bajábamos en cualquier lado, por lo general nunca llevábamos<br />
calzonetas. Juntábamos como veinte p<strong>es</strong>os entre los tr<strong>es</strong> y nos íbamos al Hotel<br />
<strong>La</strong>cayo o donde el "Pariente" Salinas a pedir <strong>una</strong> Pepsi Cola para cada uno, a ver<br />
entrar el montón de muchachas burgu<strong>es</strong>as, <strong>que</strong> eran bien lindas. Entraban en<br />
shorts: blancos, rojos, azul<strong>es</strong>; en bluejeans recortados hasta el entron<strong>que</strong> de las<br />
piernas, <strong>es</strong>o a mí me mataba, y me mataban más cuando iban de <strong>es</strong>paldas. Eran pelos<br />
largos, pelos cortos, eran morenas o eran blancas; entraban por puños, uno no<br />
hallaba ni a cuál ver. Es <strong>que</strong> todas eran lindas... Unas entraban rojitas,<br />
rojitas, <strong>que</strong>madas... El Gato Munguía decía: "Sólo han de tener un manchoncito<br />
blanco". Entonc<strong>es</strong> Leonel decía: "¡Mejor...! para acertar en el blanco". Cuando la<br />
tarde se acababa volvíamos a León, siempre al raid, cada quien a su casa y al día<br />
siguiente, el lun<strong>es</strong> por la mañana, indefectiblemente a las 8 de la mañana,<br />
<strong>es</strong>tábamos en las oficinas del CUUN, en la cafetería de la universidad, en la<br />
oficina de la Asociación de Ciencias y Letras, o de Derecho, pero <strong>es</strong>tábamos ahí,<br />
en el trabajo.<br />
El trabajo era bien duro, por<strong>que</strong> era incipiente. El hecho de ser pocos te<br />
obligaba a trabajar más. Y como uno entre mas trabaja más se d<strong>es</strong>arrolla, entiende<br />
más un montón de cosas, d<strong>es</strong>cubrís otro montón de cosas. Te v<strong>es</strong> pr<strong>es</strong>ionado a<br />
d<strong>es</strong>arrollar el ingenio, a d<strong>es</strong>arrollar r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>tas, a prepararte más. En <strong>es</strong>a<br />
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