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La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

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pasado. A vec<strong>es</strong>, por suspicacia, <strong>es</strong>peculación, conciencia o pragmatismo realista,<br />

sabía racionalmente <strong>que</strong> éramos unos cuantos, un grupúsculo, como decía la Guardia<br />

en a<strong>que</strong>l tiempo. Y la compartimentación se convertía en <strong>una</strong> <strong>es</strong>pecie de válvula de<br />

<strong>es</strong>cape para dar rienda suelta a los sueños, a los d<strong>es</strong>eos... y <strong>es</strong> <strong>que</strong> la<br />

compartimentación te permitía guardar un r<strong>es</strong>quicio de <strong>es</strong>peranza de forma <strong>que</strong> la<br />

aventura, o el reto, se hiciera más liviano, menos peligroso, ¿entendés? <strong>La</strong><br />

compartimentación te permitía soñar d<strong>es</strong>pierto, teniendo <strong>una</strong> justificación<br />

permisible. Y me atrevería a decir <strong>que</strong> éste era un sentimiento generalizado en la<br />

mayoría <strong>que</strong> día a día fue creciendo.<br />

Somoza con 45 años de dictadura era también un factor <strong>que</strong> influía en <strong>que</strong> el<br />

pueblo se aferrara a <strong>es</strong>a <strong>es</strong>peranza, ¿te das cuenta? Definitivamente, el pueblo y<br />

el Frente siempre pensaron igual. Sin embargo, no deja de entrarte cierto bajón<br />

cuando en el trabajo cotidiano la práctica y la realidad te reafirman seriamente<br />

<strong>que</strong> <strong>es</strong>tás soñando, <strong>que</strong> evidentemente sos un grupúsculo, pero inmediatamente<br />

d<strong>es</strong>pués te funciona, como recurso o como fe, o como lo <strong>que</strong>rrás, <strong>que</strong> detrás de la<br />

compartimentación hay un mar de cosas, de gente, de plan<strong>es</strong>, de recursos <strong>que</strong><br />

existen, pero <strong>que</strong> vos no los conocés. Y <strong>es</strong>tos <strong>es</strong>tados de ánimo —o como l<strong>es</strong><br />

<strong>que</strong>rrás llamar— eran el pan nu<strong>es</strong>tro de a<strong>que</strong>llos tiempos. Hasta <strong>que</strong> el tiempo<br />

pasa, poquito a poquito y se va d<strong>es</strong>arrollando la cosa. Ya a mediados o bien<br />

entrado todo el proc<strong>es</strong>o de la guerra revolucionaria, cuando ya sos bien fuerte,<br />

te da <strong>una</strong> gran satisfacción personal e íntima ser un machetero de la revolución,<br />

como dice Mod<strong>es</strong>to.<br />

Yo quiero hacerte ver <strong>que</strong> <strong>es</strong> bien triste o <strong>que</strong> te aflige, cuando uno, a medida<br />

<strong>que</strong> se va introduciendo en la organización y en el trabajo, se llega a dar cuenta<br />

<strong>que</strong>... ¡ni yerga!, <strong>que</strong> el Frente no <strong>es</strong> un gran poder. Que el Frente son unos<br />

cuantos y <strong>que</strong> a lo mejor sólo en León, Managua y Estelí, hay algunos heroicos,<br />

audac<strong>es</strong>, <strong>que</strong> aceptaron el reto. Valient<strong>es</strong> <strong>que</strong> aceptaron el reto de la historia y<br />

empezaron a trabajar. Que, como dice Tomás de Carlos Fonseca, fuimos también<br />

hormigas, martillo, tercos, caprichosos de nacimiento... Y se hacían asaltos,<br />

ajusticiamientos, <strong>que</strong> la prensa reportaba por<strong>que</strong> eran accion<strong>es</strong> directas contra la<br />

dictadura; a<strong>que</strong>llo era <strong>una</strong> osadía sin límit<strong>es</strong>, <strong>una</strong> herejía política dentro del<br />

marco de los partidos políticos burgu<strong>es</strong><strong>es</strong>, el conservador y el liberal y, por<br />

supu<strong>es</strong>to, <strong>que</strong> también el socialcristiano y el socialista.<br />

Estos últimos nos catalogaban de aventureros, pe<strong>que</strong>ño burgu<strong>es</strong><strong>es</strong>, y en las<br />

asambleas universitarias nos recitaban párrafos de a<strong>que</strong>l libro de Lenin El<br />

izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo. Pero lo <strong>que</strong> yo quiero hacer<br />

r<strong>es</strong>altar ahora <strong>es</strong> <strong>que</strong> al reportar los periódicos, la radio, la televisión los<br />

hechos del Frente, también nosotros éramos influidos por <strong>es</strong>a propaganda, al menos<br />

a mí me pasaba <strong>es</strong>o. <strong>La</strong> compartimentación y <strong>es</strong>te fenómeno <strong>que</strong> <strong>es</strong>toy marcando eran<br />

un caramelo de lo más rico. Pero como todo caramelo, sólo te dura un momento. Y<br />

luego la maldita realidad... Te das cuenta <strong>que</strong> no hay nada y no deja de darte<br />

cierto miedo el ver para adelante. Yo sólo pensaba <strong>que</strong> habían muchos muertos <strong>que</strong><br />

dejar por delante. Cómo no iba a sospechar o a darme cuenta <strong>que</strong>, mientras <strong>es</strong>ta<br />

lucha no alcanzara nivel<strong>es</strong> de masas o no lográramos convertirla en guerra de<br />

masas armadas, entre a<strong>que</strong>llos <strong>que</strong> <strong>es</strong>tábamos vivos trabajando teníamos <strong>que</strong><br />

repartirnos los muertos del futuro inmediato. En <strong>es</strong>e tiempo uno le tiene mucho<br />

miedo a la muerte, por<strong>que</strong> por mucho <strong>que</strong> se arri<strong>es</strong>gue la vida <strong>es</strong>tando uno legal,<br />

la arri<strong>es</strong>gás menos <strong>que</strong> al <strong>es</strong>tar cland<strong>es</strong>tino. Yo diría <strong>que</strong> entre menos jugás con<br />

la muerte más miedo le tenés y viceversa.<br />

Es decir, vos te metés al Frente por<strong>que</strong> creés en su línea política. Con todo y<br />

tus temor<strong>es</strong> o socás o no socás. Pero no deja de influir el <strong>que</strong> uno cree <strong>que</strong> el<br />

Frente <strong>es</strong> capaz de derrocar a Somoza, a la Guardia de Somoza, <strong>que</strong> uno entra a ser<br />

uno más de <strong>es</strong>a gente <strong>que</strong> va a botar a Somoza. Es más, <strong>es</strong>te fenómeno no sólo se<br />

da, no sólo te ocurre cuando vas a entrar al Frente; ya d<strong>es</strong>pués de seis años de<br />

<strong>es</strong>tar en el trabajo legal, cuando me fui a la montaña, subí con la idea de <strong>que</strong> la<br />

montaña era un poder, pu<strong>es</strong> <strong>es</strong>taba el mito de los compañeros de la montaña, lo<br />

misterioso, lo d<strong>es</strong>conocido, Mod<strong>es</strong>to, por allá, arriba... Y en la ciudad los<br />

cland<strong>es</strong>tinos y los legal<strong>es</strong> hablábamos de la montaña como <strong>algo</strong> mítico, donde<br />

<strong>es</strong>taba la fuerza e incluso las armas, los mejor<strong>es</strong> hombr<strong>es</strong>, la ind<strong>es</strong>tructibilidad,<br />

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