La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
19.<br />
Cuando yo me fui a la montaña <strong>es</strong>taba enamorado de la Claudia. El amor de ella era<br />
para mí <strong>algo</strong> sublime, <strong>algo</strong> <strong>que</strong> no <strong>es</strong>taba sujeto a medidas ni a magnitud<strong>es</strong>, como<br />
decía el Che; yo había pu<strong>es</strong>to en <strong>es</strong>a relación lo más puro de constructor y de<br />
artista <strong>que</strong> el hombre puede tener. Había construido a partir de la relación con<br />
ella <strong>una</strong> gran ciudad, <strong>una</strong> ciudad muy bella, digamos <strong>que</strong> <strong>es</strong>a relación entre la<br />
Claudia y yo era el principio y el fin, el Alfa y Omega de cuanto sobre el amor<br />
el hombre hubi<strong>es</strong>e alg<strong>una</strong> vez concebido. Es decir, la Claudia, o la relación con<br />
ella, se convirtió para mí en un <strong>es</strong>tandarte en la montaña, en <strong>una</strong> bandera <strong>que</strong><br />
andaba en la mano levantada, <strong>que</strong> no se me enredaba en los bejucos, <strong>que</strong> no se me<br />
caía, <strong>que</strong> no se me mojaba, <strong>que</strong> no se me enlodaba, <strong>es</strong> decir, d<strong>es</strong>pués de ella,<br />
d<strong>es</strong>pués de la relación de amor <strong>que</strong> tenía con ella, d<strong>es</strong>pués de <strong>es</strong>o había selva,<br />
d<strong>es</strong>pués de <strong>es</strong>o <strong>es</strong>taba lo <strong>que</strong> mi mente no había computado, y mi mente ant<strong>es</strong> de<br />
entrar a la montaña no habla computado la jungla ni la selva, ni había computado<br />
la montaña.<br />
Entonc<strong>es</strong> me acostaba con mi <strong>es</strong>tandarte, lo guardaba, lo doblaba tranquilo, me lo<br />
ponía debajo de la cabeza como almohada, y me dormía. Eso me ayudaba a seguir<br />
adelante, me ayudaba a vivir, me ayudaba a ser mejor, sentía la vergüenza de ser<br />
ejemplo para ella, sentía la nec<strong>es</strong>idad de ser ejemplo para ella y de la niña <strong>que</strong><br />
habla nacido; Claudia era motor, era seguridad, era confianza, era balas, era ver<br />
por sobre la oscuridad de la noche, era más aíre en los pulmon<strong>es</strong>, más fortaleza<br />
en las piernas, era sentido de orientación, era fuego, nu<strong>es</strong>tro amor era ropa seca<br />
y calientita, nu<strong>es</strong>tro amor era champa, victoria, tranquilidad, era todo...<br />
futuro... hijos.., era todo lo computable por mi cerebro. Y entonc<strong>es</strong>, <strong>es</strong>toy en la<br />
trojita en la <strong>que</strong> había un pulguero horrible, abundante... y zancudos por<strong>que</strong><br />
<strong>es</strong>taba lloviendo y era invierno... y llega Gilberto de donde Bayardo y me entrega<br />
<strong>una</strong> carta y entonc<strong>es</strong> veo la carta <strong>que</strong> dice "personal para Eugenio" y leo la<br />
carta. En la carta empiezo a leer: "Flaco, cómo <strong>es</strong>tás", <strong>algo</strong> así, no recuerdo<br />
bien, "Flaco, te admiro mucho, flaco, dejame decirte <strong>que</strong> tengo un profundo<br />
r<strong>es</strong>peto por vos, muchas de las cosas <strong>que</strong> yo sé las debo a tus enseñanzas, vos has<br />
sido <strong>una</strong> de las personas <strong>que</strong> mas han influido en mi vida y por el mismo cariño y<br />
r<strong>es</strong>peto <strong>que</strong> te tengo quiero ser hon<strong>es</strong>ta, quiero decirte <strong>que</strong> <strong>es</strong>toy enamorada de un<br />
compañero, <strong>que</strong> he dejado de <strong>que</strong>rerte y <strong>que</strong> ahora lo quiero a él.<br />
Espero <strong>que</strong> comprendás, dejame decirte <strong>que</strong> siempre te <strong>que</strong>rré, o <strong>que</strong> siempre te<br />
r<strong>es</strong>petaré y te admiraré, fraterna", y el seudónimo de ella. Y me acuerdo <strong>que</strong><br />
<strong>es</strong>taba con hambre por<strong>que</strong> no había ni almorzado, ni cenado, cuando me llegó la<br />
carta, <strong>que</strong> los camp<strong>es</strong>inos todavía <strong>es</strong>taban con temor, <strong>que</strong> la Guardia andaba<br />
merodeando por los lados, <strong>que</strong> me <strong>es</strong>taban picando <strong>una</strong>s malditas pulgas en los<br />
güevos <strong>que</strong> no las aguantaba, andaba con hongos y me ardían los pi<strong>es</strong>. Tenía quién<br />
sabe cuánto tiempo de no lavarme los dient<strong>es</strong> y me pasaba la lengua por los<br />
dient<strong>es</strong> y sentía la masa de comida almacenada y acumulada y sentía roma la lengua<br />
cuando me la pasaba por los dient<strong>es</strong>. Estaba hecho mierda <strong>es</strong>e día y me habían<br />
fallado unos contactos por la tarde y para remate se me habían perdido unos tiros<br />
en la caminata, <strong>que</strong> nunca se me habían perdido tiros, y <strong>es</strong>taba d<strong>es</strong>cansando allí<br />
<strong>es</strong>a noche y me llega <strong>es</strong>o.<br />
También venía <strong>una</strong> corr<strong>es</strong>pondencia de Bayardo Arce <strong>que</strong> leí sólo hasta como a las<br />
dos horas d<strong>es</strong>pués, por<strong>que</strong> cuando empecé a leer la carta de la Claudia me puse<br />
nervioso, muy nervioso, me parecía injusto... <strong>es</strong>o no podía ser... <strong>es</strong>o no <strong>es</strong>taba<br />
contemplado, era ilógico, no tenía cabida... ¿Cómo me podía hacer <strong>es</strong>o? Yo<br />
103