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La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

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pasar! y <strong>es</strong> <strong>que</strong> yo l<strong>es</strong> tengo <strong>una</strong>s cosas enterradas a usted<strong>es</strong> <strong>que</strong> dejaron en vez<br />

pasada", "¿y qué <strong>es</strong>?", le preguntó Augusto, "<strong>una</strong> cu<strong>es</strong>tión de los machos <strong>que</strong> tengo<br />

allí, <strong>que</strong> usted<strong>es</strong> dejaron la última vez <strong>que</strong> pasaron". Y buscó debajo de un tronco<br />

y d<strong>es</strong>enterró un pe<strong>que</strong>ño salve<strong>que</strong> militar, un salve<strong>que</strong> del tiempo de la ocupación<br />

yanqui <strong>que</strong> vos lo agarrabas con la mano y se te d<strong>es</strong>hacía, y dentro del salve<strong>que</strong><br />

un montón de tiros de Enfield. ¿Te das cuenta?... El viejito los tenía guardados.<br />

¿Te das cuenta?... El viejito los tenía guardados y todos los días los sacaba a<br />

asolear, por<strong>que</strong> él sabia <strong>que</strong> algún día iban a pasar de nuevo los sandinistas.<br />

"Si usted<strong>es</strong> me ayudan yo los voy a llevar donde <strong>es</strong>tán los muchachos", dijo don<br />

Bacho. Y lo agarramos, casi no podía caminar de viejo y empezamos a subir con él,<br />

llevándolo casi chineado entre Mairena y yo. Encontramos sólo a <strong>una</strong> parte de los<br />

compañeros, <strong>que</strong> se <strong>es</strong>taban muriendo de hambre; en <strong>una</strong> de las caminatas, como era<br />

tanta gente y solamente Heriberto Rodríguez iba de jefe de la columna se fracturó<br />

en la marcha y como solamente había un chan, o ninguno, no <strong>es</strong>toy seguro, <strong>una</strong><br />

parte se <strong>que</strong>dó rezagada y se dislocaron, por<strong>que</strong> si uno deja de ver al compañero<br />

<strong>que</strong> va adelante, si no conoce el terreno se pierde y se d<strong>es</strong>garita, y a partir de<br />

<strong>es</strong>e momento se busca cómo salir por si solo. Nos mataron a tr<strong>es</strong> o cuatro<br />

compañeros y los otros lograron alcanzar la carretera, nos cogieron a uno o dos,<br />

uno de ellos en Estelí, un muchacho extraordinario <strong>que</strong> había sido de los mejor<strong>es</strong><br />

en la <strong>es</strong>cuela. Salinas, Mairena y yo nos r<strong>es</strong>ponsabilizamos de buscar cómo<br />

sacarlos.<br />

Ya en el cerro repartimos a los compañeros las cosas <strong>que</strong> llevamos de comida, las<br />

latas, más unos mangos <strong>que</strong> habíamos cortado donde don Bacho, don Bacho <strong>que</strong> tenía<br />

como ocho días de <strong>es</strong>tar nada más comiendo mangos, no tenía comida. Allí <strong>es</strong>taban<br />

los compañeros ocupando cada uno sus posicion<strong>es</strong>, en los acantilados, quince o<br />

dieciocho compañeros, a lo sumo; a medida <strong>que</strong> ibas subiendo el cerro te<br />

encontrabas <strong>que</strong> <strong>es</strong>taban apostados con sus <strong>es</strong>copetas, con sus veintidós, con sus<br />

Enfields, con lo <strong>que</strong> sea, apostados en los acantilados, en los d<strong>es</strong>filaderos; para<br />

haberlos d<strong>es</strong>alojado, la Guardia hubiera nec<strong>es</strong>itado avion<strong>es</strong>, por<strong>que</strong> era muy<br />

difícil sacarlos. Estábamos dentro del cerco de la Guardia, nos <strong>es</strong>tábamos<br />

moviendo dentro de <strong>es</strong>e cerco y la cosa era salir de ahí, por<strong>que</strong> la Guardia<br />

empezaba a tirar patrullas de lado a lado, buscando cómo chocar con nosotros,<br />

para luego apretar el cerco.<br />

Salinas me contó <strong>que</strong> ellos pudieron llegar al cerco por<strong>que</strong> don Bacho los había<br />

chaneado durante un trecho donde la Guardia no <strong>es</strong>taba, pu<strong>es</strong> había <strong>es</strong>pacios entre<br />

patrulla y patrulla y como don Bacho conocía bien, sabia cómo pasar cerca de <strong>una</strong><br />

patrulla sin ser visto por la otra patrulla.<br />

Entonc<strong>es</strong> llegamos nosotros y veo a<strong>que</strong>llos rostros llenos de <strong>es</strong>peranza,<br />

impacient<strong>es</strong>, pensando <strong>que</strong> nosotros llevábamos toda la piedra de la salida.<br />

Comimos ahí un poquito y empezamos a cavilar; bueno, dijimos, aquí hay dos cosas:<br />

o tratamos de romper el cerco de la Guardia, o <strong>es</strong>peramos <strong>que</strong> la Guardia haga<br />

contacto con nosotros y morimos todos en <strong>es</strong>te cerro. Esa era la disyuntiva <strong>que</strong><br />

había; pero si decidíamos salir, ¿adónde nos dirigíamos? Entre más salías hacia<br />

afuera el terreno era más pelado, eran potreros, zonas totalmente d<strong>es</strong>cubiertas,<br />

milpas, guatalitos pe<strong>que</strong>ños, algún bos<strong>que</strong>cito de pino minúsculo y ralo, era<br />

difícil salir de allí. <strong>La</strong> decisión final fue salir por la carretera Panamericana,<br />

y de ahí cada quien busca ropa civil con los colaborador<strong>es</strong> de ahí, de la orilla<br />

de la carretera, y a montarse en un transporte colectivo e irse, no había más <strong>que</strong><br />

hacer. <strong>La</strong> misión era salvar a la gente para <strong>que</strong> volviera a las ciudad<strong>es</strong>, habían<br />

otros compañeros <strong>que</strong> <strong>es</strong>taban d<strong>es</strong>tinados a los frent<strong>es</strong> de montaña, otros iban a<br />

las <strong>es</strong>tructuras de la ciudad; otros, incluso, volvían legal<strong>es</strong> a sus casas a<br />

seguir trabajando. De forma <strong>que</strong> planeamos con don Bacho y con su hijo, por<strong>que</strong> don<br />

Bacho también tenía a sus hijos metidos como colaborador<strong>es</strong>, cómo salir de ahí de<br />

noche.<br />

Sin foco, te imaginás vos, en <strong>es</strong>os precipicios. De suerte <strong>que</strong> había <strong>una</strong> buena<br />

l<strong>una</strong>, <strong>que</strong> era a la vez <strong>una</strong> ventaja y <strong>una</strong> d<strong>es</strong>ventaja; <strong>una</strong> ventaja por<strong>que</strong> podías<br />

ver por dónde caminabas, y le ayudaba a los chan<strong>es</strong>, a don Bacho, a orientarse, y<br />

<strong>una</strong> d<strong>es</strong>ventaja por<strong>que</strong> la Guardia te podía ver. Empezamos a bajar, yo me puse en<br />

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