La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
empezaban mis piernas a jugar con la topografía, cómo poner los pi<strong>es</strong> cuando yo<br />
iba para abajo, cómo poner los pi<strong>es</strong> cuando yo iba para arriba, cómo pasar un palo<br />
encima, por debajo, para <strong>que</strong> no se te pegara la mochila; y al rato de caminar<br />
empiezan otra vez los chimon<strong>es</strong>, pero <strong>es</strong>ta vez ya no por todos lados como al<br />
comienzo, sino <strong>que</strong> los chimon<strong>es</strong> fundamentalmente son alrededor de la cintura, por<br />
el cinturón, el cinturón me pegaba en los dos hu<strong>es</strong>os, en el entron<strong>que</strong> de las<br />
piernas, ¿cómo se llaman <strong>es</strong>tos hu<strong>es</strong>os de aquí? la pelvis; a medida <strong>que</strong> va<br />
avanzando la caminata el cinturón como <strong>que</strong> se va comprimiendo hacia abajo,<br />
comprime hacia abajo, se va subiendo y se te baja, y entonc<strong>es</strong> te va haciendo<br />
mierda <strong>es</strong>tos hu<strong>es</strong>os de aquí, te va jodiendo y la mochila empieza a p<strong>es</strong>ar más.<br />
Entonc<strong>es</strong> al rato otra vez aparece de nuevo el mismo infierno del cuerpo con los<br />
chimon<strong>es</strong>, y los golp<strong>es</strong> al caminar, y empecé a experimentar el cansancio de las<br />
piernas, <strong>es</strong>tos músculos de aquí, de la parte posterior de las piernas, te<br />
empiezan a doler.<br />
Y por fin llegarnos donde Tello, Tello <strong>que</strong> era René Tejada, te decía; <strong>es</strong>taba<br />
solito, yo no sabía <strong>que</strong> Tello era René Tejada tampoco, me di cuenta por<strong>que</strong><br />
d<strong>es</strong>pués él me lo contó, no su nombre pero me contó cómo había muerto un hermano<br />
de él y vos sabés <strong>que</strong> era famoso, cómo había muerto David Tejada Peralta, quién<br />
lo había matado, <strong>que</strong> lo habían echado al volcán Santiago. Entonc<strong>es</strong> vimos a Tello;<br />
Tello era distinto a Valdivia, pero tenían un parecido: era la cara, la expr<strong>es</strong>ión<br />
de la cara, Tello era un flaco, fuerte, flaco fuerte, como de mi alto más o<br />
menos, tal vez un poquito más alto <strong>que</strong> yo, pero creo <strong>que</strong> mas bien era de mi alto,<br />
pelo corto, cr<strong>es</strong>po, ensortijado, murruquito, cara fina, con <strong>una</strong> buena dentadura,<br />
unos ojitos chiquitos, de ademan<strong>es</strong> violentos, muy acamp<strong>es</strong>inado, ya se había<br />
chupado bastante a los camp<strong>es</strong>inos en el modo de hablar, por<strong>que</strong> cuando hablaba con<br />
vos, siendo urbano él, hablaba igual <strong>que</strong> los camp<strong>es</strong>inos, y quién sabe por qué<br />
Tello empezó d<strong>es</strong>de ya a intimar conmigo, a intimar un poco; <strong>es</strong>tuvimos ahí con él<br />
como tr<strong>es</strong> días, por<strong>que</strong> teníamos <strong>que</strong> <strong>es</strong>perar a los muchachos <strong>que</strong> se habían <strong>que</strong>dado<br />
con Silv<strong>es</strong>tre.<br />
Yo iba hacia donde Rodrigo, <strong>que</strong> era Carlos Agüero, al campamento principal <strong>que</strong><br />
<strong>es</strong>taba como a quince días de camino para adentro, y allí donde Tello íbamos a<br />
juntarnos todos para irnos a reunir con el gru<strong>es</strong>o de la guerrilla. No recuerdo si<br />
la primera noche o la segunda noche de <strong>es</strong>tar allí, Tello me invita a <strong>que</strong> pongamos<br />
las hamacas juntos, entonc<strong>es</strong> ya en las hamacas <strong>que</strong>dó claro el hecho de <strong>que</strong> él me<br />
había reconocido, sabia <strong>que</strong> yo era <strong>es</strong>tudiante, <strong>que</strong> me llamaba Omar Cabezas, <strong>que</strong><br />
era líder <strong>es</strong>tudiantil, <strong>que</strong> era un tipo con alg<strong>una</strong> capacidad política; a vec<strong>es</strong> a<br />
los camp<strong>es</strong>inos no l<strong>es</strong> podés hablar todo lo <strong>que</strong> vos <strong>que</strong>rés, tenés <strong>que</strong> hablar al<br />
nivel de ellos, entonc<strong>es</strong> cuando yo llego donde Telio, se abría conmigo, ahora sí<br />
podía hablar, tal vez un montón de recuerdos, de ideas <strong>que</strong> él tenía, de sueños,<br />
de lo <strong>que</strong> sea, de dudas, ganas de saber, de preguntar algunos aspectos, alg<strong>una</strong>s<br />
cosas <strong>que</strong> <strong>es</strong>taban ocurriendo en la ciudad y de las <strong>que</strong> no tenía información,<br />
etcétera.<br />
Entonc<strong>es</strong> como <strong>que</strong> el hombre empieza a soltar todo lo <strong>que</strong> tenía adentro, cosa <strong>que</strong><br />
no había hecho con los camp<strong>es</strong>inos por<strong>que</strong> pensaba <strong>que</strong> a lo mejor no lo iban a<br />
entender. Por<strong>que</strong> los urbanos somos más complejos, somos más abstractos, más<br />
sofisticados, más complicados; los sentimientos, los afectos, la interpretación<br />
de las cosas... entonc<strong>es</strong> Tello me empieza a hablar de su familia, de su confianza<br />
en la guerrilla. Estaba deprimido, él era un tipo <strong>que</strong> se miraba endurecido por la<br />
montaña, por la mala comida, por la lluvia, pero lo <strong>que</strong> yo sentía también era <strong>que</strong><br />
Tello tenía un gran sentimiento de soledad. D<strong>es</strong>pués me contó <strong>que</strong> lo había dejado<br />
la mujer a quien había amado mucho... y se ponía muy nervioso al hablar de <strong>es</strong>o.<br />
Tenía ademan<strong>es</strong> muy rápidos, era un tipo muy ágil, muy fuerte, aparentemente un<br />
tipo duro, un hombre curtido, pero apenas lo empezabas a rascar era capaz de<br />
llorar, así encontrabas lo sensible <strong>que</strong> era en el fondo, tierno, humano, Tello<br />
era un hombre <strong>que</strong> era capaz de llorar por <strong>una</strong> decepción, como d<strong>es</strong>pués me contó<br />
René Vivas <strong>que</strong> sucedió durante la caminata d<strong>es</strong>de el sitio donde <strong>es</strong>taba Tello<br />
hasta el campamento de Rodrigo; nosotros lo habíamos hecho llorar a Tello.<br />
Claro, él no comprendía mucho el por qué nosotros no podíamos ser buenos en <strong>es</strong>e<br />
momento, él <strong>que</strong>ría, por la angustia de la libertad, por la angustia de la<br />
41