La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
hombre <strong>que</strong> <strong>es</strong> mozo de la hacienda donde yo trabajo", me dice. Y habla con él, y<br />
el hombre acepta <strong>que</strong> nos pasemos, pero no a su casa por<strong>que</strong> era chiquita y <strong>es</strong>taba<br />
a la orilla de <strong>una</strong> trochita interna, camino a la hacienda Darailí, sino a <strong>una</strong><br />
milpa.<br />
Y aún así costó convencerlo: "nosotros nos metemos dentro de la milpa, nosotros<br />
vamos a <strong>es</strong>tar quietecitos, nosotros no vamos a hacer ruido, compa". "¿Y si viene<br />
gente a la milpa y los encuentra?", nos dice. "No, hombre ¿<strong>que</strong> no <strong>es</strong> ésa tu<br />
milpa? ¿quién va a venir?" Y pasamos allí como tr<strong>es</strong> días; nos llevaba comida y<br />
era un éxito <strong>que</strong> no nos denunciaran, mientras no nos denunciaran había<br />
posibilidad de trabajo político y mientras él nos llegara a dejar comida, había<br />
posibilidad de hablar media hora con él, y hacerle conciencia. Tenía a los hijos<br />
enfermos, y como andábamos el cachimbo de medicinas y real<strong>es</strong>, le dábamos dinero<br />
para las medicinas de los niños y para hacernos compritas. Entonc<strong>es</strong> era <strong>una</strong><br />
mezcla de toda mierda, le ayudábamos a r<strong>es</strong>olver el problema con sus hijos, le<br />
hacíamos conciencia, <strong>es</strong>taba en la miseria y le dábamos cien p<strong>es</strong>os para <strong>que</strong> fuera<br />
a comprar cuajada, y <strong>es</strong>a era la forma de hacer el trabajo político sobre el<br />
hombre. <strong>La</strong> cosa <strong>es</strong> <strong>que</strong> d<strong>es</strong>pués <strong>que</strong>damos con él, en <strong>que</strong> nos iba a trampolinear más<br />
adelante, a los vall<strong>es</strong> de Buena Vista, El Robledal, a <strong>La</strong> Montañita, Los Plan<strong>es</strong>,<br />
nosotros ya habíamos hablado en <strong>La</strong> Montañita con Juan Flor<strong>es</strong>, con <strong>La</strong>ureano<br />
flor<strong>es</strong>, con Concho, <strong>que</strong> era un coto hijo de él, a quien yo le puse "El <strong>es</strong>padachín<br />
manco".<br />
Un día, el hombre dueño de la milpa no se aparece, nos falla cuando se había<br />
comprometido a hacer con nosotros la cruzada por los mont<strong>es</strong>, nos deja<br />
abandonados, y ya no nos lleva comida. Yo pensé, <strong>es</strong>te cabrón se rajó, o nos va a<br />
denunciar, o no viene para <strong>que</strong> nosotros nos vayamos. Entonc<strong>es</strong> Andrés, <strong>que</strong> era<br />
aventado y andaba contento conmigo por<strong>que</strong> se sentía muy seguro por sentir <strong>que</strong> yo<br />
era un hombre de la montaña y andaba con rabia de trabajar, con rabia de hacer la<br />
guerra y ser guerrillero, de botar a Somoza, a la Guardia, de luchar por la<br />
justicia, me dice <strong>una</strong> mañana <strong>que</strong> <strong>es</strong>taba neblinosa, casi no se miraba alrededor<br />
por la neblina: "vámonos, Juan José, tirémonos por cruzada y tenemos <strong>que</strong> dar con<br />
<strong>es</strong>os ranchos"... "hombre, vamonos", le digo yo, y empezamos a caminar por la<br />
mañana. Andábamos brújula... <strong>es</strong>to <strong>que</strong>da, decíamos nosotros, cargadito al norte,<br />
cojamos por aquí, ¡y qué, hijueputa! ¡No jodás! A medio día andábamos perdidos;<br />
mirábamos y encontrábamos <strong>una</strong> carretera, pero <strong>es</strong>a carretera, ¿cuál será?<br />
Eran trochas internas... ésta otra ¿cuál <strong>es</strong>? y las mirábamos, y nos encajábamos<br />
arriba de los cerros para orientarnos ¿dónde <strong>es</strong>tábamos? Bueno, amanecimos allí, y<br />
nos <strong>que</strong>damos durmiendo, había <strong>una</strong> <strong>que</strong>brada y nos <strong>que</strong>damos comiendo pinol, allí<br />
fue la primera vez <strong>que</strong> Andrés durmió en hamaca y todo <strong>es</strong>o, andábamos perdidos<br />
pero no nos importaba, nos sentíamos frente a la historia, de pecho, a conquistar<br />
el futuro, el porvenir, con <strong>una</strong> moral extraordinaria, y claro, yo tenía un año de<br />
montaña y qué me iba a agüevar a<strong>que</strong>llo a mí, d<strong>es</strong>pués de todo lo <strong>que</strong> había vivido<br />
arriba yo, para mí <strong>es</strong>a vegetación raía y pelada era como un juego; además, <strong>que</strong><br />
habían casas donde podíamos comprar comida, y si yo me alcanzaba a comer <strong>una</strong><br />
sardina al día, <strong>es</strong>o era un buffet diario, pu<strong>es</strong>.<br />
Y amaneció el día siguiente y empezamos a caminar de nuevo, y no dábamos,<br />
buscábamos el cerro de Canta Gallo y no dábamos con el cerro hijuelagranputa,<br />
primero encontramos El Fraile, <strong>que</strong> <strong>es</strong> un cerro <strong>que</strong> <strong>que</strong>da atrás de Canta Gallo, y<br />
luego buscando Canta Gallo nos perdimos, salimos de los ocotalillal<strong>es</strong>, <strong>que</strong> son<br />
pinar<strong>es</strong> de Darailí y El Fraile, y entramos a <strong>una</strong> zona de montaña, a otro tipo de<br />
vegetación, de fincas cafetaleras. Habíamos pasado cerca de San Gerónimo, pero<br />
como no nos orientábamos ni cuenta nos dimos y al día siguiente amanecimos todos<br />
remojados; y me dice Andrés: "Hermano, allá va un camino, allá <strong>es</strong>tá <strong>una</strong> casa,<br />
caigamos a <strong>es</strong>a casa como <strong>que</strong> andamos vendiendo mierdas, y preguntamos cuál <strong>es</strong> el<br />
abra <strong>que</strong> va para El Robledal, cómo se va para <strong>La</strong> Montañita, así averiguamos".<br />
Caemos en la casa y encontramos a <strong>una</strong> mujer sola; había llovido <strong>es</strong>a noche.<br />
Nosotros salimos super empapados del monte, como a las seis y media de la mañana,<br />
y de repente sin saber cómo la mujer nos vio dentro de la casa, no supo de qué<br />
100