30.04.2013 Views

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Nos cambiamos de zona, <strong>una</strong> zona lejos de allí, y empezamos a caminar, si no me<br />

equivoco, durante varias semanas. Y entonc<strong>es</strong> recuerdo <strong>que</strong> al llegar al nuevo<br />

punto hubo <strong>una</strong> reunión del <strong>es</strong>tado mayor de la guerrilla <strong>que</strong> operaba en la zona.<br />

Empezamos a caminar para el rumbo de Yaosca, Cuscawás, El Chile, para <strong>es</strong>os lados<br />

de ahí, viniendo del lado de <strong>La</strong>s Bayas y Waslala. Yendo de camino, no recuerdo<br />

qué día fue, Mod<strong>es</strong>to me dice <strong>que</strong> me van a bajar a la ciudad, para <strong>que</strong> me cure la<br />

l<strong>es</strong>maniasis y me vea el apéndice. Pero creo <strong>que</strong> fue en el camino durante <strong>es</strong>a<br />

marcha de varias semanas, buscando <strong>es</strong>a nueva zona, <strong>que</strong> aparecieron las famosas<br />

Repodral, parece <strong>que</strong> las habían mandado a pedir y aparecieron de repente en manos<br />

de un contacto. Sólo tengo imágen<strong>es</strong> borrosas, no recuerdo mucho de <strong>es</strong>o. <strong>La</strong> cosa<br />

<strong>es</strong> <strong>que</strong> las inyeccion<strong>es</strong> de Repodral se tienen <strong>que</strong> poner tr<strong>es</strong> vec<strong>es</strong> diarias,<br />

durante no me acuerdo cuántos días, <strong>algo</strong> así como tr<strong>es</strong> días.<br />

Era lo más simpático por<strong>que</strong> en <strong>es</strong>e tiempo teníamos pocas condicion<strong>es</strong> higiénicas<br />

además de <strong>que</strong> <strong>es</strong>tábamos caminando por zonas muy peligrosas; de forma <strong>que</strong> a mi me<br />

inyectaban ant<strong>es</strong> de <strong>que</strong> arrancáramos a caminar, acostado y cuando ya íbamos<br />

marchando había un d<strong>es</strong>canso, verdad, me volvían a inyectar. "¡<strong>La</strong> inyección,<br />

Eugenio!" Entonc<strong>es</strong> venía el doctorcito, Edwin Cordero, yo me sacaba el cinturón y<br />

con todo y la mochila pu<strong>es</strong>ta, con el fusil pu<strong>es</strong>to, medio me bajaba el pantalón y<br />

así de pie y el doctorcito con su mochila pu<strong>es</strong>ta, con el fusil pu<strong>es</strong>to, agarraba<br />

la jeringa, sin alcohol, ni <strong>algo</strong>dón, ni nada, y pam la metía, <strong>es</strong> decir, medio<br />

salvaj<strong>es</strong>, dichosamente <strong>que</strong> el doctorcito tenía buena mano y casi no me dolía los<br />

primeros días; pero cuando ya me metieron varias y cuando llegábamos en la noche<br />

al campamento, entonc<strong>es</strong> te imaginas vos lo doloroso <strong>que</strong> <strong>es</strong> ir caminando,<br />

caminando con el dolor en las nalgas y caminando con el dolor de la l<strong>es</strong>maniasis,<br />

<strong>que</strong> <strong>es</strong>o <strong>es</strong> ind<strong>es</strong>criptible, y con hambre, y con la muerte de Tello encima <strong>que</strong><br />

nunca nos la pudimos sacar, y la sensación cuando a uno le ponen la inyección <strong>es</strong><br />

<strong>una</strong> sensación como de <strong>que</strong> sos ya un animal, como no te acostás, ni v<strong>es</strong> el <strong>algo</strong>dón<br />

blanco con el alcohol, sólo te afloran los recuerdos, y me veía yendo a pasar<br />

vacacion<strong>es</strong> a la finca de mi tío Victor, <strong>que</strong> inyectaba a las vacas mientras<br />

caminaban, él las seguía para inyectarlas cuando andaban sueltas, o las inyectaba<br />

amarradas; entonc<strong>es</strong> <strong>es</strong>e recuerdo tenía yo, me sentía vaca, o me sentía caballo,<br />

con la muerte de Tello encima.<br />

El doctorcito me decía <strong>que</strong> pusiera la nalga floja, y cuando me metía la inyección<br />

yo la ponía floja para <strong>que</strong> no me doliera, pero <strong>es</strong>tando adentro la aguja apretaba<br />

el glúteo, como por d<strong>es</strong>quite, o de arrechura por<strong>que</strong> me habían inyectado. Y<br />

entonc<strong>es</strong> cuando a mí me ponían <strong>es</strong>a inyección la circunstancia en <strong>que</strong> me la ponían<br />

era como la vaca de mi tío Víctor, por<strong>que</strong> cuando me la ponían a mi yo brincaba un<br />

poquito como brincaba la vaca. <strong>La</strong> vaca de mi tío Víctor se iba d<strong>es</strong>pués y ya<br />

<strong>que</strong>daba curada, se iba con su ternerito, y alegr<strong>es</strong> las vacas al potrero y l<strong>es</strong><br />

importaba un pito <strong>que</strong> las hubieran jincado, pero <strong>es</strong> <strong>que</strong> a mí me jincaban a cada<br />

ratito y luego a caminar, no podía r<strong>es</strong>olver la muerte de Tello y de remate no<br />

sabía si Claudia había tenido niño o niña, por<strong>que</strong> me habían dicho <strong>que</strong> tenía un<br />

hijo y yo no sabía si era niño o niña y siempre lo andaba en la mente.<br />

Por fin llegamos a un punto <strong>que</strong> no era propiamente un campamento, se miraba <strong>que</strong><br />

era un poco más afuera, <strong>es</strong> decir <strong>una</strong> zona a la orilla de la montaña. No era<br />

totalmente montaña, pero tampoco como el campo del occidente de Nicaragua, por<strong>que</strong><br />

los campos del norte de Nicaragua son distintos. Allí tuve yo <strong>una</strong> de mis grand<strong>es</strong><br />

satisfaccion<strong>es</strong>, de mis más imborrabl<strong>es</strong> satisfaccion<strong>es</strong>, y fue <strong>que</strong> cuando íbamos<br />

acercándonos al punto me dicen <strong>que</strong> ahí <strong>es</strong>tá el Gato Munguía. ¡Puta! Era <strong>algo</strong> así<br />

como el gran reencuentro de los dos, no sé si era el retorno de él, o el retorno<br />

mío, o el encuentro de los dos, yo creo <strong>que</strong> no era el retorno de él ni el retorno<br />

mío, yo creo <strong>que</strong> era el reencuentro de los dos, me inclino por el reecuentro de<br />

los dos. Y entonc<strong>es</strong>, ¡el Gato! digo yo, y el Gato sabía <strong>que</strong> yo iba a llegar<br />

también, el Gato <strong>que</strong> había sido para mi <strong>algo</strong> tan extraordinario, como ya te dije<br />

ant<strong>es</strong>, pu<strong>es</strong> los tr<strong>es</strong> amigos del alma éramos Leonel, Juan José, éramos cinco,<br />

Leonel, Juan José, el Gato, Camilo Ortega y yo.<br />

Yo tenía la <strong>es</strong>peranza de encontrarme a Camilo allá adentro, en la montaña, por<strong>que</strong><br />

Camilo, en las manif<strong>es</strong>tacion<strong>es</strong> cuando comamos por<strong>que</strong> la Guardia nos seguía tenía<br />

<strong>una</strong>s grand<strong>es</strong> piernas por<strong>que</strong> era flaco y alto, entonc<strong>es</strong> cuando Camilo corría quién<br />

71

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!