30.04.2013 Views

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

La-monta%C3%B1a-es-algo-m%C3%A1s-que-una-inmensa-estepa-verde

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Así fue, se me ponen a la orilla de la cama, yo me siento en la cama, me l<strong>es</strong><br />

guindo, me cuelgo del cuello de uno de ellos y con la otra mano me agarro la<br />

cintura. Y entonc<strong>es</strong> empezamos a caminar, me llevaban guindado y así salimos del<br />

hospital. Me montaron en un jeep Willys y agarramos para Ocotal. Todavía no había<br />

defecado la primera vez d<strong>es</strong>pués de la operación, ¿te imaginás? yo había orinado,<br />

si, pero no había defecado; me llevan a <strong>una</strong> casa en Ocotal y luego, en la noche,<br />

en cuanto oscurece me sacan del pueblo, por<strong>que</strong> en el pueblo la repr<strong>es</strong>ión era<br />

intensa. A partir de allí empezó <strong>una</strong> tortura horrible; me llevan a <strong>una</strong> finca, al<br />

monte, verdad, el camino malo y el jeep dando tumbos, un camino, pedregoso,<br />

accidentado, horrible; el vehículo, por muy suave <strong>que</strong> vaya, cada piedrita te<br />

golpea en el alma, en la herida, mi amor, cada piedrita me dolía la herida,<br />

hubiera tenido <strong>que</strong> venir en el aire para <strong>que</strong> no me doliera; si en un camino<br />

parejo y en un buen carro me hubiera dolido, ahora te imaginás en un jeep Willys,<br />

sin amortiguación el hijueputa, un jeep Willys viejito, <strong>que</strong> lo manejaba un<br />

viejito, <strong>que</strong> ahora recuerdo el bandido de Pelota le había pu<strong>es</strong>to "Fitipaldi" de<br />

apodo, era chofer de Pelota, y como el jeep caminaba hasta cincuenta, y el<br />

viejito nada más caminaba como a treinta, entonc<strong>es</strong> Pelota le había pu<strong>es</strong>to<br />

Fitipaldi, el nombre del corredor de autos brasileño.<br />

Y allí iba yo, en el jeep de Fitipaldi y con Fitipaldi en el timón, y claro, se<br />

me hizo lejos, por<strong>que</strong> yo sentía <strong>que</strong> cada piedra me pegaba en la herida y era como<br />

<strong>que</strong> la piedra, d<strong>es</strong>pués <strong>que</strong> me pegaba en la herida, me rebotaba; y yo decía: ¡Dios<br />

mío! ¡a qué hora encontramos un retén de la Guardia aquí, y yo no puedo ni<br />

brincarme del jeep! Si a mí me paran y un guardia me dice <strong>que</strong> me baje, yo voy a<br />

sacar la pistola y le voy a pegar un tiro, y siempre con la granada lista para<br />

aventarla, ése era mi consuelo, tirar la granada y <strong>que</strong> muriéramos varios, pu<strong>es</strong>,<br />

los guardias y yo, y no irme solito, no darle mi vida a <strong>es</strong>os jodidos.<br />

Tardamos como dos horas en llegar, o tr<strong>es</strong> horas, ya había avanzado la noche; era<br />

un lugar allí en Macuelizo, cerca del pueblito, en <strong>una</strong> finquita de un compañero<br />

<strong>que</strong> se llama Teófilo Cácer<strong>es</strong>, el seudónimo era Fidel, por<strong>que</strong> se parecía a Fidel<br />

Castro, alto, recio y narizón. Y allí empezó para mí <strong>una</strong> p<strong>es</strong>adilla; todavía no<br />

había podido defecar, y ya tenía como catorce horas de operado. Y allí en la<br />

finquita de Fidel, tengo <strong>que</strong> defecar, y no hay inodoros, ni excusado, ni<br />

letrinas; para hacer sus nec<strong>es</strong>idad<strong>es</strong> fisiológicas los camp<strong>es</strong>inos de la casa<br />

caminaban como 150 metros hasta un barranco. Yo a duras penas podía caminar, y<br />

así fui la primera vez; me tuvieron <strong>que</strong> llevar entre dos compañeros, me bajaron<br />

el pantalón y luego, yo agarrado de los hombros de ellos, tuve <strong>que</strong> cagar de pie.<br />

Era <strong>una</strong> cu<strong>es</strong>tión de lo más incómoda y engorrosa... te sentís animal o vegetal,<br />

pero no te podés sentir gente en <strong>es</strong>as condicion<strong>es</strong>.<br />

Lo otro era la curación de las heridas todos los días y las inyeccion<strong>es</strong>; me<br />

curaban entre Pelota y otro camp<strong>es</strong>ino <strong>que</strong> se llama Manuel Mairena <strong>que</strong> era de ahí<br />

de la zona, y la mamá de <strong>es</strong>e muchacho, <strong>una</strong> camp<strong>es</strong>ina; me curaban todos los días y<br />

me inyectaban antibióticos para evitar <strong>que</strong> se me infectara la herida, por<strong>que</strong> no<br />

había ning<strong>una</strong> condición de higiene; entonc<strong>es</strong>, además de <strong>que</strong> me dolía la herida y<br />

<strong>que</strong> sentía <strong>una</strong> gran fragilidad, no aguantaba las nalgas de tanta inyección,<br />

por<strong>que</strong> me metían antibióticos a lo d<strong>es</strong>cosido.<br />

Allá como a los ocho días, cuando ya se <strong>es</strong>taba pasando el tiempo de quitarme los<br />

puntos de la operación, pudimos al fin regr<strong>es</strong>ar a Ocotal, aprovechando <strong>que</strong> ya<br />

había pasado un poco la repr<strong>es</strong>ión. Me llevaron a <strong>una</strong> casa de seguridad para<br />

quitarme las puntadas. Saúl, el otro doctor <strong>que</strong> me había operado junto con Toño,<br />

tuvo <strong>que</strong> hacerme <strong>una</strong> heridita como de <strong>una</strong> pulgada con <strong>una</strong> cuchilla de afeitar<br />

d<strong>es</strong>infectada para sacarme los puntos, por<strong>que</strong> el pedacito de hilo visible se había<br />

podrido de tanto pasarme el <strong>algo</strong>dón con alcohol en la herida, y era <strong>una</strong> costura<br />

muy moderna la <strong>que</strong> me habían hecho, con las puntadas debajo de la piel. A<strong>que</strong>llo<br />

fue un dolor de gratis, adicional.<br />

A <strong>es</strong>a casa me llevaron, le llegamos a tomar mucho cariño; <strong>es</strong>as dos casas,<br />

digamos, por<strong>que</strong> eran dos familias <strong>que</strong> vivían frente a frente en la misma calle,<br />

era un complejito de seguridad, por<strong>que</strong> tenían relacion<strong>es</strong> de trabajo las dos<br />

familias, y tenían cland<strong>es</strong>tinos en <strong>una</strong> y cland<strong>es</strong>tinos en la otra, o solamente en<br />

84

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!