08.05.2013 Views

El dossier - Géminis Papeles de Salud

El dossier - Géminis Papeles de Salud

El dossier - Géminis Papeles de Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

están así). También dijo que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l parto una mujer siente un gran “cansancio físico”, y éste es el comienzo <strong>de</strong> nuevas<br />

responsabilida<strong>de</strong>s parentales que, si somos honestos, <strong>de</strong>bemos admitir que son agobiantes. La llegada <strong>de</strong> estas<br />

responsabilida<strong>de</strong>s y el reconocimiento <strong>de</strong> cómo afectan negativamente la libertad <strong>de</strong> la mujer, es una muy obvia causa no<br />

biológica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión post-partum. Pue<strong>de</strong> que no sea sino hasta el nacimiento mismo <strong>de</strong>l niño que los padres se <strong>de</strong>n<br />

cuenta <strong>de</strong> cómo sus vidas cambiaron para mal, pero una carta <strong>de</strong> una amiga mía que entonces tenía tres meses embarazada<br />

<strong>de</strong> su primer hijo, ilustra que la <strong>de</strong>presión asociada con el parto pue<strong>de</strong> ocurrir antes <strong>de</strong>l nacimiento. Dijo que<br />

constantemente lloraba porque pensaba que con un niño su vida nunca sería la misma, que sería una “prisionera” y que ya<br />

no tendría tiempo para hacer lo que quería en la vida. Una razón por la que estas causas sicológicas no son reconocidas y<br />

las “<strong>de</strong>presiones” atribuidas a causas biológicas, es nuestra renuencia a ver los sinsabores <strong>de</strong> la paternidad.<br />

Otra teoría <strong>de</strong> <strong>de</strong>presiones causadas biológicamente es el ataque <strong>de</strong> embolia cerebral. Lo que hace que nos parezca más<br />

probable la causa neurológica que una reacción humana normal a la situación, es que el daño <strong>de</strong>l ataque podría darse en el<br />

lado <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l cerebro, que supuestamente causa excesiva alegría. Sin embargo, una lectura cuidadosa <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong><br />

libros y artículos sobre neurología no apoya la afirmación <strong>de</strong> que “alegrías excesivas” se <strong>de</strong>ban a una lesión en el<br />

hemisferio <strong>de</strong>recho. En cambio, lo que la mayor parte <strong>de</strong> la literatura neurológica indica es que algunas veces este tipo <strong>de</strong><br />

embolias produce la anosagnosia o falta <strong>de</strong> interés en los problemas <strong>de</strong> uno mismo (véase, por ejemplo, lo que dice el Dr.<br />

Oliver Sacks en <strong>El</strong> hombre que confundió a su esposa por un sombrero y otras historias clínicas, Harper & Row, 1985, p.<br />

5).<br />

Quizá el argumento más gastado es que los anti<strong>de</strong>presivos no servirían si la causa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión no fuera biológica.<br />

Pero los anti<strong>de</strong>presivos no sirven. Como dijo el Dr. Peter Breggin en 1994: “No hay evi<strong>de</strong>ncia que los anti<strong>de</strong>presivos sean<br />

especialmente efectivos” (Replicándole con insolencia a Prozac, St. Martin’s Press, p. 200), esto es, en algunos estudios los<br />

placebos funcionan tan bien como el Prozac. Y aún en el caso que los llamados anti<strong>de</strong>presivos sirvieran, eso no<br />

<strong>de</strong>mostraría una causa biológica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión ¡<strong>de</strong> igual manera como el sentirse mejor con mariguana, cocaína o alcohol<br />

no <strong>de</strong>muestra una causa biológica!<br />

Es curioso, pero una lectura cuidadosa <strong>de</strong> libros y artículos <strong>de</strong> aquellos siquiatras y sicólogos que creen en estas causas,<br />

generalmente revela causas sicológicas que la explican a<strong>de</strong>cuadamente incluso cuando los autores creen que ese mismo<br />

caso ejemplifica la <strong>de</strong>presión biológica. Por ejemplo, en Oscuridad sacra: el viaje personal <strong>de</strong> un sicólogo para salir <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>presión (John Wiley & Sons, 1982), un libro autobiográfico <strong>de</strong>l profesor <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Yale Norman Endler, éste<br />

afirma que su infelicidad “estaba inducida bioquímicamente” (p. xiv), y páginas <strong>de</strong>spués aña<strong>de</strong>: “mi trastorno afectivo era<br />

básicamente bioquímico y fisiológico” (p. 162). Pero por sus propias palabras es obvio que su <strong>de</strong>presión se <strong>de</strong>bió a un<br />

amor no correspondido con una mujer con quien se involucró emocionalmente. Esta mujer, Ann, <strong>de</strong>cidió cortar su relación<br />

(pp. 2-5) aproximadamente en tiempos en que Endler sufrió un revés en su carrera: perdió una beca <strong>de</strong> investigación (p.<br />

23). A pesar <strong>de</strong> las afirmaciones <strong>de</strong> causalidad biológica, en ningún lugar <strong>de</strong>l libro Endler cita pruebas médicas que<br />

muestren alguna clase <strong>de</strong> anomalías bioquímicas o neurológicas. Y obviamente no pue<strong>de</strong> hacerlo, pues no existen pruebas<br />

científicas que muestren la presencia <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s mentales, incluyendo tristezas o “<strong>de</strong>presiones” causadas<br />

biológicamente. Similarmente, en <strong>El</strong> cerebro quebrantado la profesora Nancy Andreasen pone el ejemplo <strong>de</strong> un tal Bill, un<br />

pediatra cuyas recurrentes <strong>de</strong>presiones, dice Andreasen, ilustran que “la gente que pa<strong>de</strong>ce enfermeda<strong>de</strong>s mentales sufren <strong>de</strong><br />

un cerebro enfermo o quebrantado [énfasis <strong>de</strong> la autora], no <strong>de</strong> un carácter débil, flojo o malo, o <strong>de</strong> fallos en la educación<br />

familiar” (p. 8). Andreasen no ve el hecho que la “<strong>de</strong>presión” <strong>de</strong> Bill ocurrió cuando su padre murió; cuando no le<br />

permitieron graduarse en la escuela <strong>de</strong> medicina en el tiempo <strong>de</strong>bido; cuando a su esposa le dio cáncer y murió; cuando su<br />

segunda esposa le fue infiel y fue arrestado por estado <strong>de</strong> ebriedad <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una riña con ella (que hasta salió en el<br />

periódico local), y cuando le suspendieron su licencia para ejercer su profesión <strong>de</strong>bido al estigma causado por el<br />

“tratamiento” siquiátrico que recibió (pp. 2-7).<br />

Una <strong>de</strong> las razones por las que la gente teoriza sobre causas biológicas <strong>de</strong> la “<strong>de</strong>presión” es que algunas veces se<br />

encuentran tristes por razones incomprensibles. Esto suce<strong>de</strong> <strong>de</strong>bido a aquello que los analistas llaman inconsciente: “Las<br />

investigaciones <strong>de</strong> Freud causaron consternación mundial... Comparando la mente con un iceberg cuya mayor parte está<br />

sumergido y es invisible, nos dijo que la mayor parte <strong>de</strong> la mente es irracional e inconsciente y que sólo la cresta <strong>de</strong>l<br />

preconsciente y consciente están visibles en la superficie. También sostuvo que la parte inconsciente, en gran parte sexual,<br />

guía más nuestras vidas que nuestra parte racional, a pesar que creamos que las cosas son precisamente <strong>de</strong> manera opuesta”<br />

(Ladas, et. al., <strong>El</strong> punto G y otros recientes <strong>de</strong>scubrimientos acerca <strong>de</strong> la sexualidad humana, Holt, Rinehart & Winston,<br />

1982, pp. 6s). En Libro elemental sobre sicoanálisis, el Dr. Charles Brenner dice: “La mayor parte <strong>de</strong>l funcionamiento<br />

mental transcurre sin conciencia... Actualmente creemos que... las operaciones mentales <strong>de</strong>cisivas para <strong>de</strong>terminar la<br />

conducta <strong>de</strong>l individuo... pue<strong>de</strong>n ser básicamente inconscientes” (Int’l Univ. Press, 1955, p. 24). Un artículo <strong>de</strong> revista <strong>de</strong><br />

1990 reportó que: “Los científicos que estudian sujetos normales también encuentran evi<strong>de</strong>ncia que la mente está<br />

compuesta <strong>de</strong> ‘procesores’ especializados que operan <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l nivel consciente... Freud parece haber estado en lo cierto<br />

acerca <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> una vasta dimensión inconsciente” (U.S. News & World Report, 22 octubre 1990, pp. 60-63).<br />

Que las experiencias <strong>de</strong> la vida causen infelicidad o la llamada <strong>de</strong>presión no siempre es obvio, ya que generalmente los<br />

procesos y memorias relevantes están ocultos en las partes inconscientes <strong>de</strong> la mente.[1]<br />

En lo personal, yo creo que la infelicidad o la llamada <strong>de</strong>presión siempre son el resultado <strong>de</strong> experiencias vivenciales.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!