El dossier - Géminis Papeles de Salud
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como la Ley <strong>de</strong> Kendra, bajo la que la gente pue<strong>de</strong> ser encarcelada en un hospital sólo porque rehusan cumplir con el<br />
programa <strong>de</strong> "tratamiento" <strong>de</strong> pacientes externos.<br />
Fui capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>tener este uso opresivo <strong>de</strong> leyes <strong>de</strong> internamiento siquiátrico sólo al <strong>de</strong>mandar un juicio con jurado. De mi<br />
primer internamiento había aprendido que la omisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandar un juicio con jurado siempre resulta en internamiento<br />
involuntario por un juez que automática y rutinariamente aprueba las solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> médicos para internar sin siquiera<br />
formarse su propia opinión acerca <strong>de</strong> lo apropiado <strong>de</strong>l internamiento. Por ejemplo, el juez que me había internado lo hizo<br />
sin escuchar cualquier testimonio a pesar <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>manda que se me permitiera preguntarle al siquiatra unas preguntas (por<br />
ejemplo, examinar sobre lo <strong>de</strong>clarado al testigo que estaba en mi contra). La respuesta <strong>de</strong>l juez fue que el siquiatra presentó<br />
su opinión bajo escrito, y a pesar <strong>de</strong> mi protesta el juez insistió que era todo lo que se requería. <strong>El</strong> abogado que se me había<br />
asignado (quien literalmente no dijo una sola palabra durante mi conversación con el juez durante la "audiencia") ignoró<br />
mis repetidas <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> apelar. Así que la segunda vez <strong>de</strong>mandé un juicio con jurado. Más que intentar persuadir al<br />
jurado, el siquiatra me liberó <strong>de</strong>l hospital. Des<strong>de</strong> entonces, no he tenido "terapias" siquiátricas o sicológicas.<br />
Los siquiatras, y en la mayoría <strong>de</strong> los estados todos los médicos con licencia, tienen siempre el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> encarcelar a la<br />
gente contra su voluntad por cualquier razón que quieran si están dispuestos a alegar "enfermedad mental" y "peligrosidad",<br />
mismas que requieren las leyes <strong>de</strong> internamiento <strong>de</strong>l estado. Como "peligrosidad" es una predicción <strong>de</strong> conducta futura, la<br />
realidad es que siempre es posible alegarla. Como nadie pue<strong>de</strong> jamás probar que alguien va a hacer algo en el futuro, el<br />
alegato siempre es imposible <strong>de</strong> rebatir. En los treinta años que he estado observando esto, he visto que los siquiatras<br />
rutinariamente hacen estas alegaciones incluso cuando no tienen razón para creer que son verda<strong>de</strong>ras y no creen realmente<br />
que el candidato a paciente pueda dañar a alguien. Todo lo que hacen leyes como la Ley Kendra es que ya no sea necesario<br />
que los siquiatras digan esas mentiras. Como pocos siquiatras están constreñidos por escrúpulos <strong>de</strong> honestidad, la Ley<br />
Kendra y otras similares no magnifican sus po<strong>de</strong>res. <strong>El</strong> único tipo <strong>de</strong> siquiatra cuyos po<strong>de</strong>res son magnificados por las<br />
leyes <strong>de</strong> internamiento a pacientes externos como la Kendra es aquél que siempre dice la verdad, cuando menos como ve<br />
las cosas. Creo que algunos siquiatras son honestos — incluso si sus "conocimientos" son tonterías — pero la mayoría <strong>de</strong><br />
los siquiatras que he observado son generalmente <strong>de</strong>shonestos.<br />
Así que veamos la Ley Kendra en Nueva York y leyes similares en otros estados como lo que son: victorias simbólicas <strong>de</strong><br />
aquellos que favorecen el uso <strong>de</strong> la siquiatría para violar los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />
Existen cuando menos dos peligros <strong>de</strong> estas nuevas leyes:<br />
En primer lugar, su promulgación muestra que nuestros legisladores aún creen en mitos como (1) que la enfermedad mental<br />
es una enfermedad real, y que la misma priva a la gente <strong>de</strong> libre albedrío y <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones correctas;<br />
(2) que la enfermedad mental es causada por <strong>de</strong>sequilibrios químicos que se corrigen con medicamentos siquiátricos; y (3)<br />
que los siquiatras siempre son honestos y a la vez expertos en su campo, así como sus "diagnósticos" que <strong>de</strong>terminan quién<br />
se encuentra "mentalmente enfermo", y quien se volverá violento y poco confiable — haciendo innecesarias las<br />
salvaguardias contra el uso opresivo o injusto <strong>de</strong> internamientos involuntarios. Necesitamos ser más eficaces en nuestros<br />
esfuerzos para hacer que los legisladores, jueces, profesionales <strong>de</strong> salud mental y nosotros mismos comprendamos que los<br />
médicos no son casos perfectos <strong>de</strong> honestidad e integridad, que la "enfermedad mental" no es un concepto válido, que la<br />
siquiatría es una seudo-ciencia, que es muy común que los internamientos siquiátricos sean injustos, que los siquiatras<br />
rutinariamente violan los <strong>de</strong>rechos humanos, y que el "tratamiento" siquiátrico generalmente daña más bien que ayuda a la<br />
gente.<br />
En segundo lugar, estas leyes <strong>de</strong> internamiento a pacientes externos pue<strong>de</strong>n hacer que los siquiatras y otros "profesionales"<br />
<strong>de</strong> salud mental encarcelen gente sólo porque rehusan tomar drogas siquiátricas, cuando en el pasado se les podría haber<br />
<strong>de</strong>jado en paz. Todos los medicamentos siquiátricos son dañinos. Nadie <strong>de</strong>be tomar esas drogas. Si po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tener el uso<br />
legal <strong>de</strong> la siquiatría coercitiva, podríamos necesitar unas "vías <strong>de</strong> tren un<strong>de</strong>rground" similares a aquellas usadas para<br />
ayudar escapar a los esclavos negros cuando el esclavismo era legal. ¿Sabrá alguien dón<strong>de</strong> las víctimas <strong>de</strong> la opresión<br />
siquiátrica pue<strong>de</strong>n escon<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> aquellos que los perjudicarán con internamientos involuntarios o forzarles a tomar drogas<br />
siquiátricas? ¿Estará dispuesto alguien a proveer transporte para tal refugio?<br />
www.antipsychiatry.org<br />
traducido por César Tort<br />
Notas sobre el fascismo siquiátrico<br />
por Don Weitz (Toronto, Ontario)<br />
Por casi ciento cincuenta años la siquiatría se ha puesto la careta <strong>de</strong> una ciencia médica y <strong>de</strong> una rama <strong>de</strong> la