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JAVIER TUSELL - Prisa Revistas

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grisura que le hace considerar que la política<br />

está lejana y es inalcanzable para cualquier<br />

protagonismo propio. La derecha,<br />

conservadora o ultraliberal, considera que<br />

estos problemas son irremediables o irrelevantes.<br />

El centro sabe que la democracia<br />

no se reduce a unas formas institucionales,<br />

sino que es sobre todo un impulso que periódicamente<br />

debe ser reinventado. La política<br />

de la nueva era democrática se dará<br />

cuenta de que es necesario gobernar y no<br />

mandar; de que el poder político es, por su<br />

misma esencia, limitado; de que cada día<br />

están más compartidas las soberanías; y de<br />

que es necesario dirigirse a todos en un<br />

momento en que las fidelidades de partido,<br />

clase o religión no mantienen siquiera<br />

una mínima estructura estable del voto.<br />

Un horizonte decisivo, en fin, con el<br />

que los españoles del fin de siglo se tropiezan<br />

a cada instante es la cuestión nacional.<br />

Dábamos por descontado el triunfo<br />

del cosmopolitismo y nos hemos encontrado<br />

con el retorno inesperado de la nación.<br />

En España una situación política especial<br />

y poco previsible ha convertido a<br />

los nacionalistas catalanes y vascos en factor<br />

decisivo para el mantenimiento de la<br />

estabilidad gubernamental, sea quien sea<br />

el partido en el poder. Esto les ha dado un<br />

poder considerable, pero también les ha<br />

convertido en diana inevitable de quien<br />

está en la oposición y en socio incómodo,<br />

por su carácter imprescindible y decisorio,<br />

de quien ejerce el poder. En el momento<br />

actual la insatisfacción se ha generalizado.<br />

Los partidos con implantación en toda<br />

España se sienten maniatados y los nacionalistas<br />

se preguntan si no se habrán equivocado<br />

desde los momentos iniciales de la<br />

transición al no haber pedido más, ya que<br />

nadie les agradece su contribución a la estabilidad.<br />

La insatisfacción reina entre los<br />

ciudadanos que no entienden más que limitadamente<br />

los “hechos diferenciales” y<br />

ven un horizonte de incomprensión generalizada,<br />

falta de límites en la reivindicación<br />

y de inseguridad en las competencias<br />

administrativas en el futuro.<br />

Una situación como ésa resulta óptima<br />

para que exista una peligrosísima espiral<br />

de demagogias. Se olvidan los aspectos<br />

más positivos de la transformación de la<br />

que ha sido capaz el pueblo español en un<br />

plazo corto de tiempo y se emplea la más<br />

gruesa artillería contra el adversario. España<br />

ha tenido el mérito de, en un plazo<br />

muy corto de tiempo, trasladar a municipios<br />

y autonomías un elevado número de<br />

competencias y recursos. El advenimiento<br />

de la democracia resultaba inconcebible<br />

sin un paralelo proceso de transformación<br />

Nº 85 n CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA<br />

profunda de la organización territorial del<br />

Estado. En España se ha producido una<br />

excepcional redistribución del poder político<br />

en un plazo corto de tiempo y con<br />

ella hemos dado respuesta a los problemas<br />

de una sociedad muy plural. Partiendo de<br />

esa base se debieran redoblar los ejercicios<br />

de comprensión y evitar los de confrontación.<br />

Quien, como España, ha sido capaz<br />

de realizar ese prodigio de mesura –pero<br />

también de imaginación– que fue la transición<br />

puede ser capaz de lograrlo.<br />

A lo largo de las páginas precedentes<br />

creo que se ha demostrado que la derecha<br />

no es el centro y que una decisiva parte de<br />

los españoles pertenece a este último. El<br />

PP se vincula básicamente al mundo de<br />

una derecha clásica sobre la que se ha instalado<br />

un barniz ultraliberal que pretende<br />

modernidad y, en realidad, está bastante<br />

desfasado. No se ha definido ni articulado<br />

una posición alternativa de centro, más<br />

allá de comportamientos personales. Para<br />

ser de centro sería preciso que en el Gobierno<br />

Aznar estuviera mucho menos claramente<br />

escorado hacia una derecha clásica<br />

o ultraliberal y así no dependería, de<br />

forma tan exclusiva como hasta ahora<br />

mismo, del albur de la situación económica.<br />

En el centrismo muy a menudo no se<br />

nace pero con frecuencia se acaba llegando.<br />

Al margen de la utilización de eslóganes,<br />

al PP le queda mucho para arribar a<br />

ese destino, en el caso de que lo pretenda.<br />

El Centro habría que cultivarlo día a día<br />

más que enarbolarlo en las elecciones.<br />

En el examen de la posición del PP<br />

hemos tratado, sobre todo, de principios,<br />

no de estrategias, tácticas o cuestiones personales.<br />

La colosal paradoja de este partido<br />

es que, sobre un ultraliberalismo proclamado<br />

como doctrina única (nadie ha articulado<br />

nada semejante a una alternativa),<br />

se inscribe una actuación con ribetes de<br />

“ordeno y mando” y con un neto intervencionismo<br />

en lo que debiera ser campo de<br />

acción de la iniciativa privada que no sería<br />

hoy sustentada por los antiguos dirigentes<br />

de AP. En realidad, los talantes o las estrategias<br />

no serían otra cosa que una derivación<br />

obligada de esos principios, una vez<br />

señalado el rumbo en dirección al Centro.<br />

Si el PP perteneciera a él sabría que gobernar<br />

no es mandar; tampoco dar miedo.<br />

Ambas actitudes no demuestran autoridad<br />

sino insolvencia y complejo de inferioridad<br />

y, con el paso del tiempo, resultan,<br />

además, ridículas. Sería, además, consciente<br />

de que hay límites para el consenso pero<br />

también para la confrontación. Daría por<br />

supuesto que la sociedad civil no es el “inmediato<br />

tropel de los afines” (Ortega) y<br />

<strong>JAVIER</strong> <strong>TUSELL</strong><br />

que, por tanto, a veces da disgustos pero es<br />

peor tratar de someterla con el peso del<br />

Estado. Tendría asumida la mala noticia<br />

de que los pobres existen, aunque a veces<br />

aparezcan en la prensa menos que los tipos<br />

de interés. No pensaría en que el Estado<br />

mínimo sea posible y no dejaría de pensar<br />

nunca en la óptima cantidad y calidad de<br />

Estado. La furia estaticida de los ultraliberales<br />

encierra promesas incumplibles y evita<br />

las molestias de hacer reformas complicadas.<br />

Sabría que resulta imposible que<br />

nos pongamos de acuerdo en sentimientos<br />

nacionales, pero también que es posible levantar<br />

acta de coincidencias y complementariedades<br />

compartidas. No pretendería<br />

una política exterior de centro pero<br />

pondría en práctica ideas de centro para<br />

una política exterior y no sometería ésta a<br />

una desaforada sobrecarga ideológica.<br />

Y, sobre todo, habría constatado desde<br />

hace tiempo que el Centro es inevitable.<br />

Puede estar en la izquierda de la derecha;<br />

pero, si no sucede así, se encontrará en la<br />

derecha de la izquierda. Esta regla resulta<br />

tan obvia que casi no necesita prueba: acabará<br />

demostrándose en las urnas. n<br />

Bibliografía<br />

ALONSO, Fernando: La derecha del siglo XXI, Royal<br />

Books, 1994.<br />

AZNAR, José María: España. La segunda transición,<br />

Espasa Calpe, Madrid, 1994.<br />

BERNALDO DE QUIRÓS, Lorenzo: Proceso al Estado,<br />

Del Drac, Madrid, 1988.<br />

BOBBIO, Norberto: Derecha e izquierda. Razones y<br />

significados de una distinción política, Madrid, Taurus,<br />

1995.<br />

BURNS, Tom: Conversaciones sobre la derecha, Barcelona,<br />

Plaza y Janés, 1997.<br />

DE DIEGO, Enrique: La ofensiva neoliberal, Del<br />

Drac, Madrid, 1989.<br />

DE DIEGO, Enrique, y BERNALDO DE QUIRÓS, Lorenzo:<br />

El socialismo es el problema, Alpuerto, Madrid,<br />

1986.<br />

GRAY, John: Beyond the New Right, Oxford, 1993.<br />

JIMÉNEZ LOSANTOS, Federico: Lo que queda de España<br />

con un prólogo sentimental y un epílogo balcánico,<br />

Temas de Hoy, Madrid, 1995.<br />

––: La dictadura silenciosa, Temas de Hoy, Madrid,<br />

1993.<br />

ORTEGA, Andrés, y GANGAS, Pilar: “Renovación<br />

generacional y cambio político”, en CLAVES DE<br />

RAZÓN PRÁCTICA, 66, octubre, 1996.<br />

VIDAL QUADRAS, Aleix: Cuestión de fondo, Montesinos,<br />

Barcelona, 1993.<br />

––: Amarás a tu tribu, Planeta, Barcelona, 1998.<br />

––: ¿Qué era? ¿Qué es? La derecha, Destino, Barcelona,<br />

1997.<br />

Javier Tusell es catedrático de Historia. Autor de<br />

La revolución posdemocrática (Premio Internacional<br />

de Ensayo Jovellanos).<br />

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