JAVIER TUSELL - Prisa Revistas

LA LEGITIMACIÓN DEMOCRÁTICA DEL MINISTERIO FISCAL
ria con el principio democrático manifestado
en el art. 1.2 de la Constitución,
cuando afirma que la soberanía nacional
reside en el pueblo, del que emanan todos
los poderes del Estado. n
IN MEMORIAM
JOAQUÍN GARCÍA MORILLO
El 14 de julio pasado, en Morella, en el corazón
del Maestrazgo, donde participaba
en unas jornadas académicas sobre el estatuto
de autonomía de la comunidad valenciana,
ha muerto Joaquín García Morillo
(Madrid, 1954-Morella, 1998), catedrático
de Derecho Constitucional de la Universidad
de Valencia y letrado del Tribunal
Constitucional, que entre 1985 y 1993 había
desempeñado la dirección de los gabinetes
de los ministros de Justicia Fernando
Ledesma, Enrique Múgica y Tomás de la
Quadra-Salcedo.
La muerte le alcanzó repentinamente,
sin dejarle cumplir los 44 años. La presencia
entre nosotros de Joaquín García Morillo,
tan absurdamente breve, fue extraordinariamente
fecunda. Luchador infatigable
por la democracia, cuando, estudiante en
la Universidad Complutense, en la que se
licenció en Derecho, en Ciencias Políticas y
en Ciencias de la Información, todavía
media España ocupaba España entera,
compartió su vocación de constitucionalista
con su compromiso personal con los valores
y el significado de nuestra Constitución.
Al repasar, en su clarividente ensayo de
1996 La democracia en España, las claves
de los disensos que impidieron la estabilidad
constitucional española durante el siglo
pasado, marcó las huellas de sus preocupaciones
intelectuales del presente: la legitimación
democrática del poder, la vertebración
territorial de España y las libertades
públicas.
De sus inquietudes sobre las relaciones
entre poder y responsabilidad es buena
muestra, además de otros trabajos sobre el
parlamentarismo o sobre la noción de responsabilidad
política, su espléndida tesis
doctoral sobre el control parlamentario del
Gobierno, verdadera obra de referencia sobre
la materia, elaborada inmediatamente
después de la vigencia de la Constitución.
El artículo que hoy publica CLAVES es
también expresivo de esas preocupaciones,
lo mismo que de su estilo conciso y directo o
de su tenacidad a la hora de nadar contracorriente,
desafiando tópicos y mitos, yendo
incisivamente al núcleo y raíz de cada
asunto.
La articulación territorial del poder,
sus consecuencias sobre el sistema de fuentes
del derecho o los límites constitucionales a
la ordenación de la financiación de las comunidades
autónomas fueron también objeto
de su penetrante trabajo intelectual.
Durante los últimos meses había aglutinado,
en la universidad Carlos III de Madrid,
aportaciones de los mejores especialistas
en busca del papel constitucional a desempeñar
por las administraciones locales,
en un seminario que dirigía con entusiasmo
y que hace apenas unos días ha comenzado
a fructificar con la publicación de las
primeras reflexiones de quienes en él participaron.
En el ámbito de las libertades públicas,
la labor investigadora de Joaquín García
Morillo había seguido caminos hasta entonces
poco y mal transitados. En estas mismas
páginas de CLAVES analizó, desde
una perspectiva rigurosamente progresista,
los problemas de la libertad religiosa entre
nosotros, lo mismo que, en otros foros, se
ocupó la tutela jurisdiccional de los derechos
fundamentales o, hace todavía muy
poco, de la libertad personal.
Letrado de carrera del Tribunal Constitucional,
participaba activamente en las
jornadas que anualmente organiza la Asociación
de Letrados. Joaquín García Morillo
fue tempranamente consciente de la elevancia
de la jurisprudencia del supremo
intérprete de la Constitución; no son ajenas
a su pluma las importantes disposiciones sobre
el valor de dicha jurisprudencia en el
título preliminar de la Ley Orgánica del
Poder Judicial ni su prestigiosa exposición
de motivos.
Y es que Joaquín García Morillo fue
también, como tantos jóvenes demócratas
de su irrepetible generación, hombre de acción
política, desde su militancia socialista,
como colaborador de la máxima confianza
de los ministros de Justicia entre 1983 y
1993. En 1994 publicó un ensayo –El Estado
de la izquierda– como aportación
personal al debate sobre la situación de aletargamiento
de la izquierda política en España
y en Europa, formulando propuestas
sobre la renovación de su discurso, quizá
preterida en la vorágine de la acción desde
las instituciones.
En los últimos tiempos había puesto su
experiencia académica e intelectual al servicio
de proyectos de asesoramiento en materia
constitucional de diversos países iberoamericanos
y de Europa oriental. Era
conferenciante asiduo en varias universidades
americanas y europeas y colaborador
de las más prestigiosas revistas de su especialidad.
Su mujer, María Jesús Arozamena, sus
cuatro hijos, sus colegas, sus numerosos discípulos
y sus amigos sabemos que Joaquín
García Morillo militaba, ante todo, bajo
las banderas de la vida. De una vida, la
suya, cincelada de tesón y optimismo, desbordante
e inagotable. Ni podíamos ni podemos,
ni podremos ya, en el futuro medir
su tiempo y el nuestro con patrones comparables.
Su muerte nos deja un inmenso vacío
que colmaremos con el ejemplo que nos
ha legado su vida. n
Juan Fernando López Aguilar es catedrático de
Derecho Constitucional.
Fernando Pastor López es director del gabinete
técnico del Presidente del Tribunal Constitucional.
22 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA n Nº 85