JAVIER TUSELL - Prisa Revistas
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DECÁLOGO PARA PERIODISTAS<br />
bien. Con ella se puede combatir<br />
el hechizo ejercido por el totalitarismo;<br />
se puede enseñar la tolerancia;<br />
se puede dar testimonio<br />
de la verdad y ejercer la libertad.<br />
Las palabras pueden ser escudriñadas<br />
con atención. Cierto fraile<br />
dominico francés dijo:<br />
‘“Cuando el odio se apodere<br />
de tu corazón y empiece<br />
a arrastrarlo, guarda silencio,<br />
huye, escóndete, desaparece,<br />
haz como si no estuvieras<br />
presente o acepta de<br />
antemano que renunciarás<br />
a todo lo que te es<br />
entrañable y, en primer<br />
lugar, al honor”.<br />
Eso quiere decir que has de<br />
combatir con tu pluma, pero<br />
que deberás hacerlo con honestidad<br />
y sin odio. No patees a<br />
quien ya esté tirado en el suelo.<br />
No asestes ni un sólo golpe por<br />
encima de lo imprescindible. Y<br />
no te engañes pensando que tienes<br />
la receta de la justicia. Tampoco<br />
sueñes con que eres el “brazo<br />
de Dios” cuando asestes golpes<br />
mortales a tus adversarios.<br />
Los golpes letales suelen ser golpes<br />
bajos. Cuando acusas a alguien<br />
de ser un traidor, un corrupto<br />
o un antipatriota no olvides<br />
que lo estás matando. Y que<br />
la verdad siempre sale a flote; y<br />
que entonces tendrás que responder<br />
por tu canallada, aunque<br />
sólo sea ante tu propia conciencia.<br />
Por eso no deberás matar.<br />
En otras palabras: no le hagas<br />
a otro lo que a ti no te gustaría<br />
que te hicieran.<br />
7º “No cometerás adulterio”<br />
(Ex-20, 14)<br />
Debes ser fiel al menos a los<br />
principios que tú mismo consideras<br />
valiosos y a la personas que<br />
consideras que tienes obligación<br />
de serlo. No prostituyas tu profesión<br />
para conseguir poder, dinero<br />
o tranquilidad. Debes ser<br />
fiel, porque esa es una condición<br />
indispensable para que puedas<br />
ser libre. Sólo la libertad te permite<br />
ser fiel. Más aún, la capacidad<br />
para ser fiel a los principios,<br />
a los valores y a las personas es<br />
una prueba de que se tiene capacidad<br />
para ser libre. La traición y<br />
el odio son pruebas del vacío es-<br />
piritual, de la capitulación y de la<br />
condición de esclavo. Nada hay<br />
tan abominable como la traición.<br />
En otras palabras: no te hagas<br />
pasar por más guapo de lo que<br />
eres.<br />
8º “No robarás” (Ex-20, 15)<br />
Ese es un mandamiento válido<br />
para la ética de todas las profesiones.<br />
Por eso, para el periodista<br />
nada puede ser tan vergonzoso<br />
como el plagio, que no es<br />
otra cosa que el robo de algo ajeno.<br />
El plagio no es sólo un golpe<br />
asestado a otra persona. El plagio<br />
es un atentado contra el sentimiento<br />
general de justicia. El plagio<br />
equivale a la aceptación de la<br />
corrupción en la vida pública y<br />
de la deshonestidad como método.<br />
El plagio equivale a la destrucción<br />
de la ética del periodismo,<br />
porque significa que quien<br />
lo cometa está dispuesto a permitir<br />
cualquier deshonestidad.<br />
Y la difamación, ¿no significa<br />
acaso el robo del buen nombre<br />
del difamado? Y la mentira, ¿no<br />
nos roba acaso la seguridad de<br />
que podemos vivir con la verdad?<br />
Hagamos una generalización:<br />
el robo es un técnica que permite<br />
hacerse con algo ajeno; pero<br />
no todo se puede comprar con el<br />
dinero robado. Se puede comprar,<br />
por ejemplo, la sumisión de<br />
muchos, pero no el respeto de<br />
todos. Los periodistas que manipulan<br />
la verdad y que buscan la<br />
confusión de las personas son ladrones<br />
que corrompen con ello<br />
la profesión. Leemos las palabras<br />
sagradas “Dios, Patria, Honor”.<br />
Si las dice un periodista corrupto<br />
les roba el sentido original que<br />
tenía. Esa práctica hace que mueran<br />
los grandes valores convertidos<br />
en emblemas. Tadeusz Zychiewicz<br />
6 , seguramente el mejor<br />
escritor polaco sobre temas religiosos,<br />
analizó los problemas del<br />
robo de bienes materiales y espirituales<br />
en nuestro siglo. Zychiewicz<br />
escribió:<br />
“El sosiego y la paz<br />
6 Zychiewicz, ensayista, comentarista<br />
y exegeta relacionado con el seminario<br />
católico Tygodnik Powszchny, fallecido<br />
en 1994. [N. del T.]<br />
del corazón humano,<br />
la prudencia y sensatez<br />
de la conciencia, las alegrías,<br />
la verdad, la capacidad<br />
de orientación, la justicia,<br />
la disciplina de la<br />
imaginación, las reacciones<br />
basadas en una salud y<br />
una valentía elementales,<br />
así como decenas de otras<br />
cosas positivas… El mundo<br />
está lleno de alboroto. Una<br />
sola hora de silencio sereno<br />
haría que nos sintiésemos<br />
vergonzosamente robados,<br />
pero no podríamos<br />
atrapar a los ladrones,<br />
porque carecen<br />
de personalidad o se<br />
esconden detrás<br />
de potentísimas murallas<br />
construidas con<br />
consignas, esquemas<br />
de comportamiento,<br />
costumbres, modas<br />
y prestigio, con el terror<br />
practicado por los creadores<br />
de la literatura o del cine,<br />
con centenares de ídolos<br />
intocables”. Precisamente<br />
por todo eso es el propio<br />
periodista quien debe<br />
decirse: “No robes”.<br />
En otras palabras: no copies<br />
más de lo imprescindible.<br />
9º “No darás testimonio<br />
falso contra tu prójimo”<br />
(Ex-20, 16)<br />
Los conflictos son la realidad<br />
ordinaria de la sociedad y el Estado<br />
democráticos. Precisamente<br />
por eso tiene tanta importancia el<br />
estilo de los conflictos, el nivel<br />
cultural y el lenguaje que comprenden.<br />
Ese estilo depende en<br />
gran medida de nosotros, los<br />
profesionales del periodismo.<br />
Precisamente por eso es indispensable<br />
asimilar una vez más varias<br />
cosas que pueden considerarse<br />
triviales.<br />
El mandamiento que exige<br />
que rechaces la mentira (el testimonio<br />
falso) no significa que<br />
siempre tengas que decir la verdad.<br />
No todas las verdades sirven<br />
para decirlas a diario o inmediatamente<br />
aprovechando<br />
cualquier pretexto. Decía el<br />
poeta Adam Mickiewicz:<br />
“Hay verdades que el sabio<br />
las dice a todas la personas.<br />
Hay verdades que sólo<br />
se las susurra al pueblo.<br />
Hay verdades que las<br />
confiesa únicamente<br />
a sus amigos.<br />
Y hay verdades que no<br />
puede decírselas a nadie”.<br />
¿Cuáles son esas verdades que<br />
a nadie podemos confiar? Son las<br />
verdades que conciernen a los secretos<br />
más profundos de la conciencia,<br />
verdades que se dicen en<br />
el confesionario y que sólo pueden<br />
conocer Dios y el confesor,<br />
pero nunca el lector; hay verdades<br />
sobre la intimidad de las personas<br />
que, al ser sacadas a flote,<br />
hieren al prójimo.<br />
Por otro lado, hay situaciones<br />
en las que el descubrimiento sólo<br />
parcial de la verdad sobre la<br />
vida de una persona puede ser<br />
también una falsificación de su<br />
biografía. Es como si escribiésemos<br />
la biografía de san Pablo resaltando<br />
que, cuando era servidor<br />
del emperador, perseguía a<br />
los cristianos.<br />
En otras palabras: la capacidad<br />
de elaborar un testimonio<br />
verdadero sobre el prójimo, en<br />
particular cuando se trata de un<br />
adversario, sirve de prueba incuestionable<br />
para valorar nuestra<br />
mentalidad como personas y<br />
profesionales. El filósofo español<br />
Fernando Savater afirma:<br />
“La conciencia que tenemos<br />
de nuestro derecho a ser<br />
tratados como los otros,<br />
independientemente del<br />
sexo, el color de la piel,<br />
las ideas, gustos, etcétera,<br />
es lo que llamamos dignidad.<br />
(…) el ser humano tiene<br />
dignidad y no precio,<br />
es decir, no puede ser<br />
sustituida ni humillada<br />
para que otra persona<br />
tenga beneficio”.<br />
El falso testimonio sobre el<br />
prójimo es también una prueba<br />
de falta de fe en los argumentos<br />
propios, de falta de convicción.<br />
Hace uso de la falsedad aquél que<br />
tiene miedo a encararse con la<br />
verdad y la libertad. Si el resultado<br />
de la verdad es la libertad, el<br />
resultado de la falsedad es la violencia.<br />
Un signo de violencia son<br />
las ofensas que reemplazan la<br />
56 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA n Nº 85