12.05.2013 Views

descargar libro - Biblioteca Virtual Universal

descargar libro - Biblioteca Virtual Universal

descargar libro - Biblioteca Virtual Universal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-No hay que afarolarse -peroraba más allá otro cabildante-, que todo se<br />

arreglará a pedir de boca, según acabo de oírselo decir al virrey.<br />

Esperemos, esperemos.<br />

Oyendo lo cual una mozuela, con peineta de cornalina y aromas y jazmines<br />

en los cabellos rizos, murmuró:<br />

«Muchos con la esperanza<br />

viven alegres:<br />

muchos son los borricos<br />

que comen verde».<br />

-La Real Audiencia -continuaba el comendador- se está ahora mismo ocupando<br />

del asunto, y tengo para mí que cuando la resolución demora, salvos somos.<br />

-Benedicamus domine et benedictus sit Regem -añadió en latín macarrónico<br />

el lego que acompañaba al padre Pesquera.<br />

Las palabras del lego, por lo mismo que nadie las entendía, pesaron en la<br />

muchedumbre más que los discursos del comendador y cabildantes. Los ánimos<br />

principiaron, pues, a aquietarse.<br />

Ya es tiempo de que pongamos al lector al corriente de lo que motivaba el<br />

popular tumulto.<br />

Era el caso que la víspera había echado anclas en el Callao una escuadra<br />

procedente de la Coruña, y traído el cajón de España, como si dijéramos<br />

hoy las valijas de la mala real.<br />

No porque la imprenta estuviera aún, relativamente con su desarrollo<br />

actual, en pañales, dejaban de llegarnos gacetas. A la sazón publicábase<br />

en Madrid un semanario titulado El Aviso, y que durante los reinados del<br />

tercero y cuarto Felipe fue periódico con pespuntes de oficial, pero en el<br />

fondo una completa crónica callejera de la coronada villa del oso y el<br />

madroño.<br />

Los Avisos recibidos aquel día traían entre diversas reales cédulas una<br />

pragmática promulgada por bando en todas las principales ciudades de<br />

España en junio de 1600, pragmática que había bastado para alborotar aquí<br />

el gallinero. «Antes morir que obedecerla», dijeron a una las buenas mozas<br />

de mi tierra, recordando que ya se las habían tenido tiesas con —39<br />

Santo Toribio y su Concilio, cuando ambos intentaron legislar contra la<br />

saya y el manto.<br />

Decía así la alarmadora pragmática:<br />

«Manda el rey nuestro señor que ninguna mujer de cualquier estado y<br />

calidad que fuere pueda traer ni traiga guardainfante, por ser traje<br />

costoso y superfluo, feo y desproporcionado, lascivo y ocasionado a<br />

pecar, así a las que los llevan como a los hombres por causa de<br />

ellas, excepto las mujeres que públicamente son malas de su persona<br />

y ganan por ello. Y también se prohíbe que ninguna mujer pueda traer<br />

jubones que llaman escotados, salvo las que de público ganen con su<br />

cuerpo. Y la que lo contrario hiciere incurrirá en perdimiento del<br />

guardainfante y jubón y veinte mil maravedís de multa».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!