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LOS NÚMEROS TOLTECAS - faces

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Los nombres de este grupo de cifras son:<br />

11, Ma’tlaktli–on–se, diez y uno (once)<br />

12, Ma’tlaktli–om–ome, diez y dos (doce)<br />

13, Ma’tlaktli–om–ei, diez y tres (trece)<br />

14, Ma’tlaktli–on–nawi, diez y cuatro (catorce)<br />

Aquí también ocurren las siguientes modificaciones del sonido:<br />

11 y el 13: la regla fonética que se cumple es que, delante de una consonante, la nasal tiende a<br />

convertirse en N, mientras que delante de una vocal, tiende a convertirse en M (esta regla tiene<br />

excepciones). En nawatl, la M y la N se pueden sustituir para mejorar el sonido cuando están ubicadas<br />

al principio o al final de las palabras.<br />

12 y 14: el principio fonético es que la nasal del copulativo On adopta el sonido de la raíz que le<br />

sigue. En el caso del doce se transforma en M y, en el catorce, en N. Tal reiteración del sonido es<br />

agradable en nawatl clásico.<br />

En la época en que llegaron los españoles, la familia de cifras de Ma’tlaktli estaba evolucionando, tal<br />

como lo había hecho siglos antes la de Makuilli. El principal cambio es que se estaba perdiendo el<br />

nombre del suborden, que era representado por el copulativo On, Om, resultando las siguientes cifras:<br />

11, Onse, y uno (once)<br />

12, Omome, y dos (doce)<br />

13, Omei, y tres (trece)<br />

14, Onnawi, y cuatro (catorce)<br />

Aunque tal manera de numerar aún no había entrado con toda propiedad a la lengua culta,<br />

resultaba sintética y elegante, y no se prestaba a confusión, por lo que aparece recogida en las crónicas,<br />

tal como vemos en la siguiente cita de los informantes del padre Motolinia:<br />

Adoraban ellos un dios llamado Ometeotl, que significa señor del trece cielo. (Teogonía e Historia de<br />

los Mexicanos)<br />

Aquí, el cronista, quien refleja el nawatl popular de su época, interpretó el nombre divino como una<br />

composición formada a partir de la cifra Ma’tlaktliomei, trece, en la cual se omitió el suborden por<br />

innecesario, así como la I del final del término Ei, debido a que éste se compuso con el calificativo Teotl,<br />

divino. En esta traducción también notamos la influencia de la teología tolteca, que ubicaba a Ometeotl<br />

en lo más alto de la escala celeste, compuesta de trece planos; asimismo, se detecta una velada<br />

referencia a la otra traducción de Ometeotl (divina uni–dual–trinidad), ya que la misma cifra formaba<br />

parte del tres y el trece.<br />

Hasta hoy, es posible encontrar las cifras abreviadas del once al catorce en los mercados indígenas<br />

del estado de Morelos.<br />

Finalmente, añadiendo las cifras simples al tercer suborden, se forma la familia de Kashtolli,<br />

compuesta por las cifras del dieciséis al diecinueve, cuyos nombres son:<br />

16, Kashtolli–on–se, quince y uno (dieciséis)<br />

17, Kashtolli–om–ome, quince y dos (diecisiete)<br />

18, Kashtolli–om–ei, quince y tres (dieciocho)<br />

19, Kashtolli–on–nawi, quince y cuatro (diecinueve)<br />

Aquí se cumplen los mismos cambios eufónicos señalados para las cifras del once al catorce. A<br />

diferencia de lo que ocurre con las cifras del segundo suborden, en este caso no se puede sintetizar la<br />

expresión, pues ello produciría confusión.<br />

Antes de terminar esta lección, quiero llamar la atención sobre una cuestión ligüística que<br />

contribuye a un mejor entendimiento y pronunciación del nawatl. Como ya sabemos, en esta lengua se<br />

suprime la sílaba final de aquellas palabras que se componen con otras. Así lo vemos, por ejemplo, el

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