LOS NÚMEROS TOLTECAS - faces
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pensamiento, la pirámide infernal con sus nueve escalones se puede entender como emblema de la<br />
descomposición de la unidad en múltiplos de la veintena. Tal interpretación se refuerza por el hecho de<br />
que el inframundo mesoamericano se representaba mediante el glifo matemático de división, y la<br />
muerte se entendía como una descomposición de los factores componentes de la individualidad.<br />
Pirámides positiva y negativas asociadas a cuentas calendáricas. Códice Dresden.<br />
El cálculo subvigesimal no es únicamente una posibilidad que ofrece el tablero de cálculo o una<br />
hipotética especulación de los matemáticos toltecas, sino una necesidad del calendario de Anawak, pues<br />
permite resolver ciertos problemas derivados del manejo de los ciclos.<br />
Este tipo de cálculo produce unas expresiones equivalentes a nuestros números decimales, sólo que el<br />
factor de división es veinte. Así, un punto colocado en la casilla del vigésimo vale 1/20 ó 0.05; una barra<br />
vale 5/20 ó 0.25, un punto en la casilla del 400 vale 1/400 ó 0.0025, etcétera. También podemos<br />
involucrar ambos grupos de órdenes; por ejemplo, si escribimos un punto en las unidades y una barra en<br />
los vigésimos, el valor resultante es 1.25, es decir, una unidad y cinco vigésimos.<br />
Veamos un ejemplo de la aplicación de este sistema. Supongamos que un astrónomo maya necesitaba<br />
dividir número de días del año terrestre por el número de días de la veintena o “mes” mesoamericano, a<br />
fin de averiguar en qué día de la siguiente rueda de signos comenzaba el nuevo año. La operación se dice<br />
en nawatl Kashtolliomepoalliommakuilli sesempoalpa, es decir, 365 / 20.<br />
Siguiendo las reglas que acabamos de estudiar, nuestro astrónomo hubiese inscrito el dividendo en el<br />
interior de la tabla y el divisor en el margen superior (a). Pero, como el orden de las veintenas tiene en<br />
este caso una cifra menor que el divisor, se habría trasladado al orden de las unidades, a fin de efectuar<br />
la primera sustracción parcial. Debido a que a 365 se le puede quitar dieciocho veces una veintena,<br />
hubiese apuntado un dieciocho en el margen izquierdo de la tabla, quedando un resto de una barra (b).<br />
Sin embargo, para resolver su problema, nuestro astrónomo se hubiese visto obligado a continuar<br />
trabajando con ese resto. Como es menor que el divisor, el único modo de seguirle sustrayendo veintenas<br />
es multiplicándolo por veinte. El asunto se resuelve fácilmente, dibujado una casilla bajo las unidades,<br />
lo que convierte al resto en un multiplicador de veintenas (c).<br />
Ahora sí, queda una expresión suficiente para seguir trabajando. A cinco veintenas se le puede restar