LOS NÚMEROS TOLTECAS - faces
LOS NÚMEROS TOLTECAS - faces
LOS NÚMEROS TOLTECAS - faces
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
la tierra y el cielo teológico. Ello explica el nombre nawatl de la eclíptica 4 : Sentsommamatlatl,<br />
cuatrocientos escalones o red de cuatrocientos cuadros, y uno e los apodos de las estrellas:<br />
Sentsommimishkoa, los cuatrocientos (hijos) de la vía láctea.<br />
Por su parte, el ocho mil (20 3) representaba al volumen y lo completo. Se relacionaba con lo divino,<br />
como lo demuestra el hecho de que el Shikipilli o monedero fuese el emblema gremial de los sacerdotes.<br />
Al multiplicar los órdenes simples entre sí, se forman tres órdenes compuestos regulares, cuyos<br />
nombres son:<br />
160 000, Poal–shikipilli, 20 x 8000<br />
3 200 000, Tson–shikipilli, 400 x 8000<br />
64 000 000, Poal–tson–shikipilli, 20 x 400 x 8000<br />
Para componer cantidades mayores, y a fin de evitar la duplicación de un orden en la expresión (lo<br />
cual, además de cacofónico, habría sido confuso), era necesario incorporar en el sistema un término<br />
nuevo. Afortunadamente, el cronista Hernández conservó dicho término en su obra “Antigüedades de las<br />
Indias”, donde explica que los mexicas llamaban Komolotl, colador, a una unidad comercial de 40 000<br />
paquetes.<br />
Aunque Komolotl no es propiamente un orden, sino un suborden del cuarto orden conversión, se<br />
puede multiplicar por los órdenes simples y compuestos para componer otros cuatro a los que<br />
llamaremos “irregulares”, ya que contienen una excepción a la secuencia de las veintenas. Estos son<br />
útiles para contar cantidades superiores a 1 280 millones, y tienen los siguientes valores y nombres:<br />
320 000 000, Shikipil–komolotl<br />
6 400 000 000, Poal–shikipil–komolotl<br />
128 000 000 000, Tson–shikipil–komolotl<br />
2 560 000 000 000, Poal–tson–shikipil–komolotl<br />
La multiplicación de este último término por las diecinueve cifras permitía componer cantidades<br />
superiores a los 50 billones de unidades, lo que era suficiente para cubrir las necesidades civiles de<br />
aquella sociedad.<br />
El suborden Komolotl nos introduce en un aspecto de la numeración mesoamericana que aún no se<br />
ha estudiado, aunque tiene gran importancia para descifrar los códices comerciales y catastrales que se<br />
conservan. Tal como observó el cronista Diego de Landa, aquella numeración no sólo tenía subórdenes<br />
dentro del primer orden de conversión, sino también en los órdenes superiores:<br />
Su cuenta es de cinco en cinco hasta veinte, de veinte en veinte hasta cien, de cien en cien hasta<br />
cuatrocientos, y de cuatrocientos en cuatrocientos hasta ocho mil... Tienen otras cuentas muy largas que<br />
se extienden hasta el infinito, duplicando hasta hacer un incontable número. (Descripción de las cosas<br />
de Yucatán)<br />
En otras palabras: no sólo se descomponía la veintena, sino también sus exponentes.<br />
La dificultad para estudiar estos subórdenes superiores es que, fuera de Komolotl, no se conserva el<br />
nombre de ninguno de ellos. El padre Alonso de Molina, en su “Vocabulario de la Lengua Nahuatl”,<br />
publicado en 1571, menciona algunas composiciones formadas por una cifra y términos indicativos de<br />
cantidad, cálculo o conjunto, tales como Malakatl, redondez, Mekatl, cuerda, y Tlakuitlalpilli, manojo;<br />
pero no indica sus valores específicos (si es que los tenían), de modo que no sabemos si se trataba de<br />
auténticos subórdenes.<br />
Quizás haya sobrevivido uno de estos subórdenes en un término que usan hasta hoy los moradores<br />
de la zona de Milpa Alta, al sur de la ciudad de México. Ellos llaman al millar Sempoalsitlalli, nombre<br />
compuesto de la cifra Sen, uno, el orden Poal, veintena, y el sustantivo Sitlalli, estrella. Puesto que su<br />
aglutinación tiene la estructura normal de un número, cabe suponer que el término Sitlalli tenía antaño<br />
un valor multiplicador.<br />
Atendiendo a la lógica del término, la raíz Sitlal valdría 50. Sin embargo, este no es un suborden<br />
vigesimal, por lo que se infiere que se trata de una adaptación del sistema mesoamericano a la forma<br />
española de numerar, con el objeto de expresar en términos redondeados la cantidad mil, que es un<br />
orden en el sistema decimal. Es posible es que el valor original de Sitlalli fuese de 100 unidades, es<br />
4 La franja del cielo por donde se mueven el Sol y los planetas.