F I L I P E N S E S - MINTS español

Curso de MINTS Filipenses: El Evangelio de Gozo Prof. Eric Pennings
Teológico, G. Kittel comenta, “Pablo nos enseña aquí que la obediencia hasta la muerte es humillación
y en la resurrección Cristo es exaltado a lo más alto (ὑπερυψόω - huperupsóō).” 44
Este acto de humillación y exaltación de Cristo es profetizado por el profeta Isaías en Isaías 53. Todo
el capítulo habla de esta profecía. Pero es el versículo siete que nos impresiona la conexión entre lo
que Cristo modeló en la historia de redención por su humillación para luego ser exaltado, y lo que
nosotros, el pueblo de Dios, tenemos que pasar. La primera parte de Is. 53 profetiza el sufrimiento
(humillación) de Cristo. Después Is 53:11 dice, “Verá el fruto de la aflicción de su alma, [la humillación]
y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las
iniquidades de ellos [la exaltación].” La última parte de Is. 53 corresponde a la exaltación. Pero siempre
enfatiza que la exaltación no viene sino por consecuencia de la humillación cuando en v.12 dice, “Por
tanto [a consecuencia de la humillación], yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos [impacto de la exaltación]; por cuanto derramó su vida hasta la muerte [a consecuencia de la
humillación], y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por
los transgresores [impacto de la exaltación]”.
Es el modelo de Jesucristo en humillarse para ser exaltado. Pero la gran maravilla de la historia de
redención es que este modelo es exactamente lo que nosotros, el pueblo de Dios, los hijos de Dios,
tenemos que pasar también. Somos mandados por Dios ser humildes. En Flp. 2:5, Pablo nos exhorta,
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.”. Por todas las escrituras hay
exhortación a la humildad. 45 La gran diferencia entre el ejemplo de Cristo y la práctica de nosotros es
que Cristo se sometió a humillación y exaltación voluntariamente y por su propia cuenta. Pero para el
hombre la humillación es obligada y impuesto por Dios y la exaltación es obra de Dios y no por nuestra
capacidad o deseo natural.
Este modelo es enfatizado en la historia de redención. En la creación original teníamos perfecta
comunión con Dios. Pero por consecuencia del pecado en la caída (Gén. 3) teníamos que pasar por la
humillación de perder esta comunión y ser separado de Dios. Pero el beneficio de la humillación de
Cristo (Isaías 53) es que Dios nos ha llamado ser hijos de él, y por consecuencia somos también
exaltados para gozar una vez más de la comunión con Dios. En la creación, la caída, la redención y la
glorificación pasamos por la humillación y la exaltación modelada por nuestro Señor Jesucristo.
“La gran paradoja en el cristianismo es que la humildad es el camino a la gloria.” 46
44
Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. Theological dictionary of the New Testament. Translation of: Theologisches
Worterbuch zum Neuen Testament. Grand Rapids, Mich.: W.B. Eerdmans. 1985. Traducido por Eric Pennings. .
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Exortación Bíblica a la humildad - Pr 15:33; 18:12; 22:4; Sof 2:3; Hch. 20:19; Ef. 4:2; Fil 2:3; Col 3:12; Sant.1:21; 1 Pe
5:5
46
Easton, M. Easton's Bible dictionary. Oak Harbor, WA: Logos Research Systems, Inc. 1996.
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