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Curso de <strong>MINTS</strong> Filipenses: El Evangelio de Gozo Prof. Eric Pennings<br />
a) 3:2-6 – Justificación Falsa en Uno Mismo<br />
El tema desarrollado arriba sobre la justificación nos lleva exactamente al enfoque principal de Pablo<br />
cuando él habla de su pasado. En los versículos 2 al 6, Pablo enfrenta personas que tienen un mal<br />
concepto de la justificación, igual al concepto malo que él tenía antes de su conversión. Pablo enfrenta<br />
cara a cara falsos maestros en base precisamente al tema de la justificación falsa (versículos 2 al 6) y<br />
la justificación verdadera (versículos 7 al 11).<br />
Con el versículo 2 tenemos un cambio radical de tono del apóstol. Hasta ahora él está hablando en<br />
términos cariñosos de los Filipenses. Pero, ahora, el enfrenta enemigos de evangelio de Cristo,<br />
quienes están tratando de contaminar los hermanos de la iglesia en Filipos, además de otros cristianos<br />
en otras comunidades también.<br />
Tres veces, en el versículo dos, Pablo repite la palabra “guardaos” . . . de los perros, de los malos<br />
obreros, y de los mutiladores del cuerpo. Son como tres golpes del martillo llamando la atención de los<br />
que están escuchando. No son tres enemigos, sino un solo enemigo descrito de manera viva. Son los<br />
judaizantes que insistían que para obtener salvación uno tenía que guardar la ley de Moisés, con<br />
énfasis en la circuncisión. Ellos atacaban la doctrina de justificación solo por gracia, intentando mezclar<br />
la iniciativa de Dios con los méritos humanos como base de la justificación. Con lo que hemos leído<br />
sobre el tema de la justificación arriba, podemos ver que hay un conflicto de perspectivas marcado.<br />
Los llaman ‘perros’. Nos parece muy fuerte. Pero son los judíos que siempre llamaban a los gentiles<br />
‘perros’. El término para perro (κύνας – kunas) no refiere a las mascotas que uno tiene en la casa, sino<br />
a los perros que andaban en la calle, todo sucio, y muchas veces atacando a la gente en público. Al<br />
carácter de estos perros es lo que Pablo está pensando en referencia a los judaizantes que están<br />
atacando a los hermanos en la iglesia: sucios, viajeros, codiciosos, desvergonzados, mentirosos,<br />
insolentes, etc.<br />
Los llaman ‘malos obreros’. Los llaman obreros porque formaban parte de la iglesia. Pero no eran<br />
obreros de justicia, sino obreros de mal. Distraían a la gente de la obra de Cristo para enfocarse en el<br />
valor de las obras humanas.<br />
Los llaman ‘mutiladores del cuerpo’. Es obviamente un fuerte juego de palabras. Pablo identifica a los<br />
cristianos como los circuncidados. Pero él identifica los falsos maestros no con circuncisión sino con<br />
mutilación porque reconoce que su acto de circuncisión es más un acto externo que un acto del<br />
corazón contrito. Para Pablo una circuncisión por motivos falsos era nada más una mutilación del<br />
cuerpo. Su acto de circuncisión física reflejaba todo lo demás de sus actos legalistas. Y Pablo los<br />
regaña por sus actitudes falsas con las cuales intentaban envenenar a los cristianos contritos y<br />
sinceros.<br />
La reacción extrema de Pablo es motivado por un mal entendimiento del concepto de la justificación.<br />
Los falsos maestros enseñaban dos fuentes de justificación, Dios y el hombre. Pero peor que eso es<br />
que enfatizaron más el hombre que Dios. Se enfocaron en justificación por pura obediencia a la ley, y<br />
ritos externos, muchos de los cuales (leyes y ritos) fueron inventados por ellos mismos. En su<br />
enseñanza en la sinagoga de Antioquía de Pisidia Pablo contradice eso cuando proclama, “Sabed,<br />
pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todos<br />
aquellos pecados de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo<br />
aquel que cree.” (Hechos 13:38, 39).<br />
Después de este breve, aunque fuerte, advertencia Pablo identifica quienes son los verdaderos<br />
justificados, los seguidores de Cristo. En el versículo 3 Pablo los introduce, “Porque nosotros somos la<br />
circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo<br />
confianza en la carne.” Es un contraste profunda de lo que presenta en el versículo 2 porque presenta<br />
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