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Curso de <strong>MINTS</strong> Filipenses: El Evangelio de Gozo Prof. Eric Pennings CAPÍTULO 8 – LA PRÁCITICA DEL GOZO EN SERVIR A CRISTO (4:10-23) - - - Concepto Clave: Compartiendo - - - Ya hemos visto algunos comentarios sobre Filipense 4:10-23 en el contexto de los versículos anteriores relacionándolos con el tema de gozo. Ahora veremos un estudio de los mismos versículos por medio de una reflexión más tópico sobre el tema de contentamiento en la vida cristiana. Contentamiento en la Vida Cristiana Introducción El enfoque principal de Filipenses 4:10-23 se encuentra en v. 11, “…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” Es un versículo muy conocido pero también muy mal interpretado en el círculo cristiano. ¿Podemos decir, en toda sinceridad, que hemos aprendido ser contento sea lo que sea la situación en la que nos encontramos? ¿Cuál es el secreto de contentamiento en la vida cristiana? ¿Cómo aprendemos ser contentos cuando pasamos tiempos difíciles? Y ¿cuáles son los retos de mantener contentamiento verdadero en tiempos de abundancia y bendición? Pablo nos exhorta aprender ser contentos en ambas circunstancias. Pero ¿cómo? En el v. 9, parece que Pablo ha concluido su carta. Pero le falta atender un asunto más, y es agradecer a lo Filipenses por la donación que le mandaron mientras estaba preso en Roma por medio del hermano Epafrodito. Epafrodito está ahora en camino de regreso y esta carta de agradecimiento le acompaña. Pero a Pablo le enfrenta un problema en expresar su agradecimiento. Él no quiere que los Filipenses piensen que es ingrato por el regalo. Pero tampoco quiere que piensen que no es contento con lo que el Señor le había provisto. Entonces Pablo se expresa por medio de mostrar su deuda con ellos mientras reconoce su deuda a Dios. 1.0 Contentamiento en Circunstancias de Necesidad 1.1 El Contentamiento de Pablo en Circunstancias de Necesidad Veamos primero la situación de Pablo cuando escribe la carta a los Filipenses. Dice que está contento a pesar de sus circunstancias. ¿Cuáles son sus circunstancias? Pablo esta escribiendo desde la cárcel, donde se encuentra por su insistencia en predicar el evangelio. Es en esta situación que Pablo se encuentra cuando dice que está contento. Me pregunto a qué se refiere. ¿Será que simplemente acepta lo la vida le ofrece? ¿Será que piensa, “Bueno, eso es mi situación y la tengo que aguantar”? ¿Será que está contento con el sufrimiento y busca oportunidades de sufrir porque espera un puesto alto en el cielo por tanto sufrimiento que ha pasado? ¿A qué se refiere? La palabra ‘contento’ en el griego (αὐτάρκης – autarkēs) significa ‘auto-contento’. Jamieson-Faucett- Brown comenta que “El griego, literalmente expresa “independiente de otros, y teniendo suficiencia en uno mismo”. Pero el cristianismo ha elevado el término por encima de la arrogante “autosuficiencia” del pagano estoico al contentamiento del cristiano, cuya suficiencia no está en sí mismo, sino en Dios. 89 89 Jamieson, R., Fausset, A. R., & Brown, D. (2002). Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento (507). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones. 72
Curso de <strong>MINTS</strong> Filipenses: El Evangelio de Gozo Prof. Eric Pennings No se refiere a la ‘auto-suficiencia’ que dice “me sobreviviré mis problemas por medio de pensar positivamente.” Pablo está diciendo que se siente auto-contento, independiente de sus circunstancias y de su ambiente particular. No permitirá que sus circunstancias lo controlen, sino que Dios controle las circunstancias, sean lo que sean. Considera que tiene fuerza dentro de si mismo que viene de Dios para pasar las situaciones que se presenten. Es pensar, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (v. 13). Consideremos que no es por primera vez que Pablo se encuentra en dificultades. A través de su ministerio él había pasado lucha tras lucha. En su primera visita a Filipos el es encarcelado “… en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.” (Hch. 16:24). Y ¿cómo respondieron Pablo y su compañero Silas? Leemos en Hch. 16:25, “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” ¡Respondieron con contentamiento! No se cedieron que las circunstancias les controlaban. Más bien permitieron a Dios controlar la situación. Y así hizo Dios, “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.” (Hch. 16:26-28) Otro ejemplo del contentamiento de Pablo aparece en 2 Co. 12 cuando Pablo relata la circunstancia de un ‘aguijón’ que le molestaba. A pesar de mucha especulación entre eruditos, no sabemos a qué se refiere el ‘aguijón’, pero sí sabemos que le afectó mucho. Veamos las palabras de Pablo que describa su contentamiento a pesar de esta circunstancia, “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: ‘Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2 Co. 12:7-10) 1.2 Nuestro Contentamiento de Tiempos de Necesidad Y ¿qué de nosotros? Pablo enseña a Timoteo, “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Tim. 6:6). Con esta enseñanza nos esta exhortando ser contento a pesar de dificultades que pasamos. Es una llamada a ser ‘auto-contento’ no tanto por que podemos sacarnos a nosotros mismos de la miseria que acompaña las dificultades sino porque tenemos el poder de Dios para vencer los ataques que se nos presentan. No significa que debemos aceptar la condición sin buscar un remedio. Tampoco significa ser indiferente. No debemos buscar sufrimiento para algún motivo de piedad falsa. Luchas se presentan sin buscarlas activamente. Pero si podemos mejorar nuestras circunstancias negativas de una manera piadosa, debemos pedirle a Dios que nos ayude en eso. No permitamos que las luchas sean el factor determinante en nuestras vidas sino acordemos que nuestro Dios poderoso se ofrece controlar las condiciones de lucha que se nos presentan justo en el momento que lo necesitamos. Debemos hacernos esta pregunta, “¿Puedo estar en circunstancias de necesidad sin resentimiento, ni inquietud? Pablo nos exhorta depender de la fortaleza que Dios nos ofrece para evitar que las circunstancias nos controlen la vida. Agustino entendió eso cuando comentó, “Cuando Dios es nuestro fortaleza, en verdad es fortaleza; cuando la fortaleza es nuestra, es nada más debilidad.” 73
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