30.03.2014 Views

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Arráncame <strong>la</strong> <strong>vida</strong><br />

Ángeles <strong>Mastretta</strong><br />

—A ver si se le quita el sueño, ya se quería ir —contestó Andrés. Buenas noches, Álvaro<br />

—dijo cuando vio que estaba con nosotros, y me jaló hacia él. Fíjate en lo que hab<strong>la</strong>n —me sopló<br />

en el oído antes de besarme. Hasta el rato —dijo en alto guiñándole un ojo a Carlos.<br />

—¿Cómo te está yendo en el Congreso? —le preguntó a Cordera en cuanto estuvimos solos<br />

caminando entre los árboles del jardín.<br />

—Muy bien —dijo Cordera mirándome.<br />

—¿Te vas a reelegir? —preguntó Vives.<br />

—No depende de mí, <strong>la</strong> asamblea decide —contestó.<br />

—Pero, ¿quién tiene <strong>la</strong> asamblea? No me digas que están dejando actuar a <strong>la</strong> asamblea.<br />

—¿Por qué no? Es lo correcto.<br />

—No juegues, hermano.<br />

—¿Qué quieres que te diga? —dijo Cordera abriendo los brazos.<br />

Caminábamos hacia el centro del jardín, Carlos me había pasado el brazo por <strong>la</strong> cintura y<br />

antes de contestar me jaló hacia él.<br />

—La señora también sabe que su marido es una desgracia nacional. No lo dejes meterse, te<br />

quiere chingar, está c<strong>la</strong>rísimo, le estorbas. Si te reeliges y puedes movilizar a los obreros como el<br />

sexenio pasado, a lo mejor hasta Presidente tienes que ser.<br />

—Ascencio ya está metido. Le hemos dado guerra con los diputados en <strong>la</strong> Cámara, pero<br />

¿quién crees que redactó el discurso que dijo el Presidente hoy en <strong>la</strong> mañana? ¿A quién crees que<br />

se le puede haber ocurrido eso de que un camino que avanza no se repite idéntico en todos los<br />

tramos? Todo para decir que su política no se separa de <strong>la</strong> de Aguirre pero que exhorta al<br />

proletariado a revisar métodos, apoyado en una actitud de autocrítica. Revisar métodos, para<br />

decir revisar personas y posiciones. Nos quieren chingar, mano, quieren que nos callemos. Están<br />

en el entreguismo más miserable. Están con Suárez que hace política para hacer negocios.<br />

—Pero hay que darles el pleito, ¿o qué? ¿Ya te cansaste?<br />

—No, no es eso, mano, es más complicado. ¿Hab<strong>la</strong>mos mañana? —dijo mirándome otra vez<br />

con recelo.<br />

—¿Tienes miedo a morirte? No lo tenias.<br />

—Miedo no, pero tampoco tengo ganas. Además no depende de mí. Te veo mañana. Adiós,<br />

señora, gracias por <strong>la</strong> discreción.<br />

—¿Cómo sabe que <strong>la</strong> tendré? —dije.<br />

—Lo sé —contestó y se fue caminando para el otro <strong>la</strong>do.<br />

—¡Qué país! —dijo Carlos. El que no tiene miedo tiene tedio. ¿Tú tienes miedo?<br />

—Yo tenia tedio —le contesté.<br />

—¿Ya no?<br />

—Ya no.<br />

—¿Qué quieres hacer? —preguntó.<br />

—¿Cuándo?<br />

—Ahora.<br />

—Lo que tú quieras. ¿Tú qué quieres hacer?<br />

—Yo, coger.<br />

—¿Conmigo? —dije.<br />

—No, con Chofi —contestó.<br />

Cuando desperté, Carlos estaba durmiendo junto a mi y hacía un puchero con <strong>la</strong> boca.<br />

El departamento tenía una sa<strong>la</strong> con un piano ocupando <strong>la</strong> mitad, una cocina que parecía<br />

closet, una recámara con fotos en <strong>la</strong>s paredes y una ventana grande desde <strong>la</strong> que se veía Bel<strong>la</strong>s<br />

Artes. Quise quedarme. Carlos abrió los ojos y sonrió.<br />

—¿A dónde nos vamos a ir? —le pregunté en el oído como si alguien pudiera escuchamos.<br />

—Al mar —dijo todavía medio dormido.<br />

67

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!