30.03.2014 Views

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

Mastretta, Angeles - Arrancame la vida

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Arráncame <strong>la</strong> <strong>vida</strong><br />

Ángeles <strong>Mastretta</strong><br />

—Ven para acá, condenada, repíteme eso —dijo poniendo su cara casi encima de <strong>la</strong> mía,<br />

tomándome de <strong>la</strong> barba para que yo le sostuviera <strong>la</strong> mirada.<br />

—Yo no cojo con Carlos —dije mirándole a los ojos.<br />

—Está bien saberlo —me contestó y se puso a besarme. Quítate <strong>la</strong> ropa. Qué trabajo cuesta<br />

que tú te quites <strong>la</strong> ropa —dijo tirando de mis pantalones. Lo dejé hacer. Pensé en Pepa diciendo:<br />

En el matrimonio hay un momento en que tienes que cerrar los ojos y rezar un Ave María. Cerré<br />

los ojos y me puse a recordar el campo.<br />

—¿No coges con Carlos? ¿Y qué estabas haciendo cuando te manchaste el cuerpo de<br />

amarillo?<br />

—me preguntó.<br />

—Radar sobre <strong>la</strong>s flores.<br />

—¿Nada más?<br />

—Nada más —dije sin abrir los ojos.<br />

Se metió. Seguí con los ojos cerrados, echada bajo él imaginando <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya, pensando en<br />

qué disponer de comida para el día siguiente, haciendo el recuento de <strong>la</strong>s cosas que quedaban en<br />

el refrigerador.<br />

—Eres mi mujer. No se te olvide —dijo después, acostado junto a mí, acariciándome <strong>la</strong><br />

panza. Y yo boca arriba, viendo mi cuerpo <strong>la</strong>cio, le dije:<br />

—Ya no tengo miedo.<br />

—¿De qué?<br />

—De ti. A veces me das miedo. No sé qué se te ocurre. Me miras y te quedas cal<strong>la</strong>do,<br />

amanece y te sales con el fuete y <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> sin invitarme a nada. Empiezo a creer que me vas a<br />

matar como a otros.<br />

—¿A matarte? ¿Cómo se te ocurrió eso? Yo no mato lo que quiero.<br />

—Entonces, ¿por qué te pones <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> todos los días?<br />

—Para que <strong>la</strong> miren los que quieren matarme. Yo no mato, ya se me pasó <strong>la</strong> edad.<br />

—Pero mandas matar.<br />

—Depende.<br />

—¿De qué depende?<br />

—De muchas cosas. No preguntes lo que no entiendes. A ti no te voy a matar, nadie te va<br />

a matar.<br />

—¿Y a Carlos?<br />

—¿Por qué habría alguien de matar a Carlos? No coge contigo, no visitó a Medina, es mi<br />

amigo, casi mi hermano chiquito. Si alguien mata a Carlos se <strong>la</strong>s ve conmigo. Te lo juro por Checo<br />

que tanto lo quiere dijo.<br />

Después se quedó dormido con <strong>la</strong>s manos sobre <strong>la</strong> barriga y <strong>la</strong> boca medio abierta, con una<br />

bota sí y otra no, sin pantalones y con <strong>la</strong> camisa desabrochada. Me estuve junto a él un ratito,<br />

mirándolo dormir. Pensé que era una facha, recorrí <strong>la</strong> lista de sus otras mujeres. ¿Cómo lo<br />

querrían? ¿Porque tenía chiste? Yo se lo encontré, yo lo quise, yo hasta creí que nadie era más<br />

guapo, ni más listo ni más simpático, ni más valiente que él. Hubo días en que no pude dormir sin<br />

su cuerpo cerca, meses que lo extrañé y muchas tardes gastadas en imaginar dónde encontrarlo.<br />

Ya no, ese día quería irme con Carlos a Nueva York o a <strong>la</strong> avenida Juárez, ser nada más una idiota<br />

de 30 años que tiene dos hijos y un hombre al que quiere por encima de ellos y de el<strong>la</strong> y de todo<br />

esperándo<strong>la</strong> para ir al zócalo.<br />

Me levanté de un brinco. Me vestí en segundos. Carlos estaba afuera y yo ahí de estúpida<br />

contemp<strong>la</strong>ndo al oso dormir.<br />

—Adiós —dije bajito y fingí que sacaba de mi cinto un puñal y se lo enterraba de últimas,<br />

antes de irme.<br />

Salí al patio gritando:<br />

—Niños, Carlos, vámonos. Ya estoy lista.<br />

84

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!