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GENERANDO CAPACIDADES PARA LA GEStIóN DEL ... - InfoAndina

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I I C o n c u r s o d e i n v e s t i g a c i o n e s i g r a c c 2 0 0 7 - 2 0 0 8<br />

Generando capacidades para<br />

la gestión del riesgo y<br />

adaptación al cambio climático<br />

Participación y actitudes de la población como factores de influencia<br />

sobre una gestión del riesgo eficiente en el Perú<br />

Los procesos en el tema de la GdR fueron congruentes con este contexto político. La<br />

estructura jerárquica militar de Defensa Civil se orientaba a la intervención ante la<br />

emergencia y, generalmente, no abría mucho espacio a la participación de los propios<br />

habitantes ante los desastres o los riesgos. Se apoyó la imagen de la existencia de una<br />

instancia mayor que se ocupaba del problema.<br />

... en algunos casos, por ejemplo, hay pobladores que entre amigos se dicen: «Yo prefiero<br />

que haya friaje porque vienen a donarme ropa» (poblador).<br />

Esta descripción de un experto técnico en el ámbito regional ilustra la percepción lógica<br />

creada por años: la responsabilidad en el tema de desastres descansa en «manos de<br />

políticos», mientras la responsabilidad por la variedad de condiciones duras de la vida<br />

cotidiana corresponde a los propios pobladores. Ha ocurrido una división entre estos dos<br />

temas, lo que constituye un factor de vulnerabilidad importante a tener en cuenta. Esta<br />

actitud que procede del centralismo se muestra hoy todavía con ciertas variaciones.<br />

La descentralización del sistema de Defensa Civil pasó la responsabilidad del tema de<br />

desastres a manos de los políticos locales, frente a los cuales la relación de los pobladores<br />

ya es ambivalente de por sí. Esto se debe, primero, a la existencia de muy poca confianza<br />

por parte de la población en cualquier actividad política después de las experiencias<br />

de las últimas décadas. En segundo lugar, a que la satisfacción adecuada de todas las<br />

necesidades de una población que vive en condiciones precarias es prácticamente imposible,<br />

sobre todo por la escasez de recursos en el nivel local en un proceso de descentralización<br />

relativamente joven. En este contexto, los conflictos por la distribución son inevitables. A<br />

la elite técnica se la ve entonces como incapaz o, con mayor frecuencia, no dispuesta a<br />

realizar una eficiente protección de la población frente a los desastres. Solamente en pocos<br />

casos se le atribuye una verdadera competencia para su solución.<br />

Los políticos locales suelen ser conscientes de esta deficiente capacidad de solución, la cual<br />

explican únicamente por la situación financiera de la comunidad. Preservando el propio<br />

poder, se intenta transmitir para fuera la imagen de una elite especializada, en vez de<br />

aprovechar un intercambio activo con los «desentendidos» para un avance conjunto. Sin<br />

embargo, esta imagen de especialistas no ha podido transmitirse a la población dentro<br />

de la cual domina la desconfianza frente a los «expertos». 10 Ya que la población misma<br />

tampoco se cree capaz de emplear medidas propias de solución eficientes, lo que<br />

ocurre es un cierto vacío de competencias. Esto se manifiesta en la observada mezcla de<br />

expresiones de frustración junto al reclamo de la propia falta de organización por parte<br />

de los pobladores.<br />

10. Se podría formular la hipótesis de que aquí ocurrió la entrada al estadio D (desarrollo de clases)<br />

impulsada por cambios institucionales (el proceso de descentralización); pero para comprobar esta<br />

idea sería necesario realizar un estudio que comparase específicamente las actitudes de los pobladores<br />

frente a los expertos de antes y los de hoy.<br />

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