152 - 1969–...simbólico, con sujetos sociales concretos. Bajo lainfluencia <strong>de</strong>l impacto que sobre la refundación <strong>de</strong>lmovimentismo tiene la insurrección zapatista en 1994(véase, <strong>de</strong> nuevo, nuestra entrevista con La Fiambrera)o <strong>de</strong> ciertos referentes teóricos que comienzana circular con regularidad en nuestro territorio, comolos trabajos <strong>de</strong> Michel <strong>de</strong> Certeau sobre las “tácticas”<strong>de</strong> subversión cotidiana <strong>de</strong> los sujetos subalternosejercidas en el territorio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, irrumpe en lasegunda mitad <strong>de</strong> los noventa un paisaje que se sustentasobre ese nuevo paradigma colaborativo queno ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse reducido ni simplificado a metodologíaspre<strong>de</strong>terminadas ni a la imagen simplificada<strong>de</strong>l trabajo “<strong>de</strong> grupos”, como expone el texto <strong>de</strong>Paloma Blanco en el presente cua<strong>de</strong>rno. Muchos <strong>de</strong>los ejemplos que en este ámbito hemos reseñadoestán estrechamente vinculados a la aparición <strong>de</strong> nuevosmovimientos sociales en el ámbito metropolitano,así como al tipo <strong>de</strong> conflictos característicos <strong>de</strong>lnuevo ciclo productivo y la hegemonía <strong>de</strong> las políticasneoliberales (antimilitarismo y okupación, luchasfrente a la especulación urbanística y sobre el control<strong>de</strong>l territorio, conflictos <strong>de</strong> visibilidad <strong>de</strong> sujetossociales excluidos, etc.).***El mapa sobre artes feministas, bolleristas y queermuestra una estructura bien diferente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollosincrónico que organizaba el mapa sobre producciónartística colectiva. No ofrece un efecto <strong>de</strong> continuidad,sino que se sostiene sobre la imagen <strong>de</strong> un áreacentral, <strong>de</strong> un epicentro que, como ya hemos dicho,se sitúa en los años noventa: el momento <strong>de</strong> irrupción<strong>de</strong> la primera generación <strong>de</strong> mujeres artistasconsciente y <strong>de</strong>claradamente informadas por el feminismoen nuestro país, así como también <strong>de</strong> una incipienteteoría crítico-historiográfica articulada y <strong>de</strong>cierta sistematicidad. Des<strong>de</strong> esa posición, la miradase extien<strong>de</strong> fundamentalmente hacia los años setenta,pero también hacia el presente. Carmen Navarrete,María Ruido y Fefa Vila han acometido una investigacióninédita en nuestro entorno, tanto por lo sofisticado<strong>de</strong> las herramientas teóricas —heredadas <strong>de</strong>lfeminismo, la teoría <strong>de</strong> género y queer— puestas enuso, como también por su ruptura explícita con losmo<strong>de</strong>los historiográficos que priorizarían el “<strong>de</strong>scubrimiento”<strong>de</strong> nombres <strong>de</strong> mujeres que <strong>de</strong>ben serincorporados a las narrativas canónicas. El diagramapropuesto (visualizado en un mapa que <strong>de</strong>sglosa latotalidad <strong>de</strong> las entrevistas, los grupos <strong>de</strong> trabajoorganizados, los archivos visitados y las consultasrealizadas, etc.) respon<strong>de</strong> a un mo<strong>de</strong>lo genealógicoantes que arqueológico, verificando, en el <strong>de</strong>curso<strong>de</strong> la investigación, que el número y la importancia<strong>de</strong> los trabajos realizados por mujeres artistas claramenterelacionados con las políticas feministas essuperior al comúnmente reconocido, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los mismosaños setenta.El mapa se organiza horizontalmente en una líneatemporal, estableciendo tres gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>marcacionescorrespondientes grosso modo a las décadas <strong>de</strong> lossetenta (la <strong>de</strong>l feminismo <strong>de</strong> la doble militancia en elantifranquismo y <strong>de</strong> las artistas <strong>de</strong> los nuevos comportamientosartísticos), los ochenta y los noventa(con la institucionalización <strong>de</strong>l “feminismo”, la pluralización<strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> género y los primeros tránsitosqueer; la proliferación <strong>de</strong> las prácticas <strong>de</strong> mujeresartistas, vi<strong>de</strong>astas, cineastas, <strong>de</strong>claradamentefeministas; la aparición <strong>de</strong> cierta crítica-historiografíaarticulada; la circulación fluida <strong>de</strong> información),señalando las <strong>de</strong>rivas, hacia la actualidad (el feminismoautónomo frente a la crisis <strong>de</strong> las “femócratas”la recuperación <strong>de</strong> las políticas feministas vinculadasa los nuevos fenómenos movimentistas…).También se estratifica verticalmente en tres capas:las correspondientes a las prácticas políticas, estéticasy crítico-historiográficas.La combinación <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>marcacionesepocales con la división estratificada <strong>de</strong> prácticasofrece una estructura sencilla para compren<strong>de</strong>rlos diferentes estados <strong>de</strong> los vínculos feministas entreel arte, la crítica y la política. Detengámonos así uninstante en los años setenta, comúnmente interpretadoscomo años en los que el arte feminista está casitotalmente ausente entre nosotros, frente al surgimiento<strong>de</strong> prácticas feministas que se observa enotras latitu<strong>de</strong>s (en el ámbito angloamericano, fundamentalmente).La investigación <strong>de</strong>muestra que elnúmero y la variedad <strong>de</strong> obras y nombres que en elseno <strong>de</strong> los nuevos comportamientos artísticos muestranun carácter feminista es superior al habitualmenteaceptado. El texto <strong>de</strong> Carmen Navarrete, María Ruidoy Fefa Vila, junto con sus entrevistas y grupos <strong>de</strong> discusión,revela un panorama fragmentado: la <strong>de</strong>sconexiónentre la práctica artística <strong>de</strong> mujeres y la militanciapolítica feminista-antifranquista, así como la casitotal inexistencia <strong>de</strong> discursos <strong>de</strong> renovación críticohistoriográficaen nuestro ámbito (Mathil<strong>de</strong> Ferrer, cuyovalioso testimonio se recoge, <strong>de</strong>sarrolló su activida<strong>de</strong>n Francia). Si la fuerte imbricación <strong>de</strong> tres variables—movimiento <strong>de</strong> mujeres en el 1968 + nuevos comportamientosen la práctica <strong>de</strong>l arte + renovación <strong>de</strong>los discursos institucionales crítico-historiográficos—fue lo que permitió en otros contextos la potente irrupción<strong>de</strong> una práctica artística feminista militante —conocedora <strong>de</strong> su presente y su pasado, consciente <strong>de</strong>su dimensión transformadora—, en cambio la fragmentación,la <strong>de</strong>bilidad o el aislamiento <strong>de</strong> dichasvariables en nuestro contexto explican la anomalía.Explican que un amplio número <strong>de</strong> mujeres artistasque ejecutaron obras explícitamente basadas en lacrítica <strong>de</strong> la representación, mediante un uso <strong>de</strong>l
1969–... - 153cuerpo en muchos casos diferente al <strong>de</strong> <strong>de</strong> sus compañeros(fundamentalmente, tratando el cuerpo comoreceptáculo <strong>de</strong> indicadores culturales), etc., hayannegado la filiación “feminista” <strong>de</strong> su trabajo, es <strong>de</strong>cir:se hayan negado, y se les haya negado, el vector explícitamentepolítico y militante en su trabajo estético,huérfano, por otra parte, <strong>de</strong> una historiografía o críticaque ofreciese la seguridad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r llamar “feminista”a su arte no para catalogarlo o minusvalorarlo,sino para valorizarlo, anclándolo y enraizándolo enuna perspectiva histórica y crítica asentada.La investigación <strong>de</strong>l eje feminista muestra, por elcontrario, que la irrupción <strong>de</strong> la primera generación<strong>de</strong>l arte <strong>de</strong>claradamente feminista en nuestro país sehizo posible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> prácticas estéticas diversas (arte,cine, ví<strong>de</strong>o), fuertemente imbricadas en prácticas teóricase historiográficas (tanto por la producción localcomo por la circulación mucho mayor <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong>informaciones y lecturas que en la época prece<strong>de</strong>nte),y progresivamente vinculadas a la reformulación <strong>de</strong>las biopolíticas feministas críticas frente a los mo<strong>de</strong>losprevios <strong>de</strong>l feminismo militante o institucional.***El área <strong>de</strong> globalización <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo mantiene, porsupuesto, un asentamiento propio, pero que recogeasimismo la afluencia <strong>de</strong> las corrientes previamenteexplicadas, fundamentalmente <strong>de</strong> los tres ejes quesuturan el mapa general <strong>de</strong> la investigación: prácticascolectivas, feminismos, información/comunicación.El mapa sobre prácticas artísticas colectivas, 7recor<strong>de</strong>mos, organizaba consecutivamente (aunqueno progresivamente) cuatro paradigmas. Los materialesy los argumentos que exponíamos en nuestraanterior entrega se <strong>de</strong>tenían en el momento <strong>de</strong> recomposición<strong>de</strong> prácticas autónomas, contrapo<strong>de</strong>res yfrentes contrahegemónicos en los años noventa,momento que, como también hemos <strong>de</strong>scrito másarriba, albergaba un paradigma colaborativo entreprácticas artísticas y sujetos sociales y políticos.En octubre <strong>de</strong>l 2000 se celebraron en Barcelonaunos talleres que respondían al título “De la accióndirecta como una <strong>de</strong> las bellas artes”. 7 Insertos inteligentementeentre el impacto <strong>de</strong> la onda movimentistaglobal que va creciendo entre Seattle y Praga,por un lado, y por otro la primera incorporación <strong>de</strong>nuestros movimientos al ciclo <strong>de</strong> contracumbres (Barcelona,campaña contra el Banco Mundial, 2001), lapresentación en un conjunto <strong>de</strong>nso <strong>de</strong> experienciaslocales y translocales como ® ark, Ne Pas Plier, AfrikaGroupe, Indymedia y Reclaim the Streets facilitaronun alto grado <strong>de</strong> contagio con ciertas expectativas <strong>de</strong>renovación <strong>de</strong> las prácticas y los lenguajes que porentonces se sentían en muy diversos contextos, y quehan ido encontrando, a lo largo <strong>de</strong> estos años, diferentescanales y situaciones <strong>de</strong> formalización. 9 Sihablamos <strong>de</strong> un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>l paradigma colaborativohacia una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> prácticas cooperativas espara resumir en una imagen sencilla la manera enque, como <strong>de</strong>scribimos con Brian Holmes, asistimosen los últimos años a una proliferación <strong>de</strong> prácticasque no piensan el trabajo artístico como una suerte<strong>de</strong> “alianza” con sujetos sociales y/o políticos, sinoque se <strong>de</strong>tienen a reconsi<strong>de</strong>rar, más explícitamente,el estatuto <strong>de</strong> lo político en las prácticas e institucionesartísticas y culturales. Esta reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>lestatuto <strong>de</strong> lo político ha <strong>de</strong> referirse necesariamente,por una parte, a la manera en que la producción culturaly simbólica es central en la producción capitalista<strong>de</strong> valor; y por otra, a la forma en que los propiosprocesos <strong>de</strong> producción y reproducción social adquierenun carácter crecientemente cooperativo en la base.Como afirman Amador Fernán<strong>de</strong>z-Savater, MartaMalo, Marisa Pérez y Raúl Sánchez, hablar <strong>de</strong> globalización<strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo es afirmar que la globalización<strong>de</strong> los procesos sociales, políticos y económicos sesustenta en un trabajo social vivo, vinculado a inclinacionescolectivas que el capitalismo sabe transformaren “requisitos profesionales, ingredientes <strong>de</strong>la producción <strong>de</strong> plusvalía y fermento <strong>de</strong> un nuevociclo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo”.Hablar <strong>de</strong> un paradigma cooperativo en las nuevasprácticas supone, por tanto, aten<strong>de</strong>r a la formaen que estas apuntan a la reproducción, el reforzamientoy la valorización <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> cooperaciónen la base que ayu<strong>de</strong>n a generar formas inéditas<strong>de</strong> autonomía social. Si hablamos <strong>de</strong> paradigma espara evitar reducir la i<strong>de</strong>a a la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un“estilo” o una “forma” <strong>de</strong> hacer arte. El análisis simultáneoque hemos querido aunar en el área sobre laglobalización <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo —que compren<strong>de</strong> los ingredientes<strong>de</strong> una onda global expuestos por los cuatroautores antedichos, la exploración sobre “Internet yla comunicación activista” en nuestro entorno a cargo<strong>de</strong> José Pérez <strong>de</strong> Lama, Pablo <strong>de</strong> Soto, Anouk Devilléy Arantxa Sáez, 10 y las consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> BrianHolmes sobre la irrupción en años recientes <strong>de</strong> lo quellamaríamos estéticas <strong>de</strong> la igualdad— quiere visualizarun territorio nuevo don<strong>de</strong> pensar el estatuto político<strong>de</strong> las nuevas prácticas <strong>de</strong>sbordando lasclasificaciones establecidas sobre arte y política querespon<strong>de</strong>n más a<strong>de</strong>cuadamente a prerrequisitos institucionales.Un territorio don<strong>de</strong>, digámoslo <strong>de</strong> unmodo simplificado, el trabajo <strong>de</strong>l arte piensa su estatutopolítico, tanto como las nuevas prácticas socialesy políticas atien<strong>de</strong>n a su dimensión simbólica y ala producción <strong>de</strong> imaginario.Si sabemos mirar con un nuevo prisma que <strong>de</strong>sbarateesos encasillamientos entre “arte” y “política”(establecidos para separar las categorías o sencillamentesumarlas), los casos que en nuestro territoriorespon<strong>de</strong>n a un tipo <strong>de</strong> prácticas cooperativas se mul-
- Page 6:
Desacuerdos. Sobre arte, políticas
- Page 9:
1451471581882062251969-…FEMINISMO
- Page 12 and 13:
12 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 14 and 15:
14 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 16 and 17:
16 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 18 and 19:
18 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 20 and 21:
20 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 22 and 23:
22 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 24 and 25:
24 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 26 and 27:
26 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 29:
LÍNEA DE FUERZABANALIDADY BIOPOLÍ
- Page 32 and 33:
32 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmodelo
- Page 34 and 35:
34 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAindust
- Page 36 and 37:
36 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAsucesi
- Page 38 and 39:
38 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICA1963 y
- Page 40 and 41:
40 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmismo
- Page 42 and 43:
42 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAtario
- Page 44 and 45:
44 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAtico,
- Page 46 and 47:
46 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmenos
- Page 48 and 49:
48 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAdente
- Page 50 and 51:
50 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICALa zon
- Page 52 and 53:
52 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAinstru
- Page 54 and 55:
54 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAEconom
- Page 56 and 57:
56 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAy su r
- Page 58 and 59:
58 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORPol
- Page 60 and 61:
60 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORgra
- Page 62 and 63:
62 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORMig
- Page 64 and 65:
64 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORnes
- Page 66 and 67:
66 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORofr
- Page 68 and 69:
68 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORMig
- Page 70 and 71:
70 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORpre
- Page 72 and 73:
72 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORDes
- Page 75 and 76:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 75a t
- Page 77 and 78:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 77de
- Page 79 and 80:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 79Fie
- Page 81 and 82:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 81dor
- Page 83 and 84:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 83pro
- Page 85 and 86:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 85cul
- Page 87 and 88:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 87la
- Page 89 and 90:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 89art
- Page 91 and 92:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 91Jos
- Page 93 and 94:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 93ran
- Page 95 and 96:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 95Eur
- Page 97 and 98:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 97el
- Page 99 and 100:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 99hay
- Page 101 and 102: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 101si
- Page 103 and 104: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 103El
- Page 105 and 106: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 105co
- Page 107 and 108: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 107Mi
- Page 109 and 110: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 109El
- Page 111 and 112: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 111po
- Page 113 and 114: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 113En
- Page 115 and 116: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 115Ce
- Page 117 and 118: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 117ra
- Page 119 and 120: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 119se
- Page 121: POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 12111
- Page 124 and 125: 124 - ALEPHLas prácticas artístic
- Page 126 and 127: 126 - ALEPHlos referentes foráneos
- Page 128 and 129: 128 - ALEPHque íntimamente no se i
- Page 130 and 131: 130 - ALEPHnico 1998, La era posmed
- Page 132 and 133: 132 - ALEPHcias,convocatorias y deb
- Page 134 and 135: 134 - ALEPHmanifestaron en protesta
- Page 136 and 137: 136 - ALEPHminación. Lo más posit
- Page 138 and 139: 138 - ALEPHautomatically post ::eco
- Page 140 and 141: 140 - ALEPHhttp://www.artszin.netht
- Page 142 and 143: 142 - ALEPHartista Juan Andrés Gai
- Page 145: 1969-...FEMINISMOS YPRÁCTICASCOLAB
- Page 148 and 149: 148 - 1969-...génea y fragmentada
- Page 150 and 151: “El nuevo realismo social”, art
- Page 154 and 155: 154 - 1969-...tiplican. Pensemos, p
- Page 156: 156 - 1969-...1. Véase Marta Malo
- Page 159 and 160: creciente e influyente producción
- Page 161 and 162: 1969-... - 161los que se iban abrie
- Page 163 and 164: 1969-... - 163Revista Vindicación
- Page 165 and 166: 1969-... - 165Luisa Posada, Neus Ca
- Page 167 and 168: 1969-... - 167es o lo que no es (o
- Page 169 and 170: 1969-... - 169Después del estudio
- Page 171 and 172: 1969-... - 171significaron también
- Page 173 and 174: 1969-... - 173El camino de Moisés,
- Page 175 and 176: 1969-... - 175Marta de Gonzalo y Pu
- Page 177 and 178: 1969-... - 177también sabiendo que
- Page 179 and 180: 1969-... - 179Carmen Navarrete, Cab
- Page 181 and 182: 1969-... - 181María Ruido, La voz
- Page 183 and 184: 1969-... - 183Helena Cabello y Ana
- Page 185 and 186: 1969-... - 185AgradecimientosEste t
- Page 187 and 188: 64. Patricia Mayayo. Historias de m
- Page 189 and 190: 1969-... - 189Logotipos de los grup
- Page 191 and 192: 1969-... - 191Revista Amano. Revist
- Page 193 and 194: 1969-... - 193das a problemáticas
- Page 195 and 196: 1969-... - 195acción artística; y
- Page 197 and 198: 1969-... - 197Montserrat Cortadella
- Page 199 and 200: 1969-... - 199nado con el vecindari
- Page 201 and 202: 1969-... - 201empowerment organizad
- Page 203 and 204:
1969-... - 203Convocatoria del tall
- Page 205 and 206:
1969-... - 2051. Victòria Combalia
- Page 207 and 208:
1969-... - 207considerar esta onda
- Page 209 and 210:
1969-... - 209tes (el movimiento de
- Page 211 and 212:
1969-... - 211deseo de singularizac
- Page 213 and 214:
1969-... - 213producir organizació
- Page 215 and 216:
1969-... - 215vas en las condicione
- Page 217 and 218:
1969-... - 217Las Agencias, octavil
- Page 219 and 220:
1969-... - 219lucionarios. También
- Page 221 and 222:
1969-... - 221nicación, sino ritua
- Page 223 and 224:
1969-... - 223ducción del deseo de
- Page 225 and 226:
DOCUMENTOS 1969-... - 225ESTÉTICAS
- Page 227 and 228:
DOCUMENTOS 1969-... - 227mediante l
- Page 229 and 230:
DOCUMENTOS 1969-... - 229Carnaval c
- Page 231 and 232:
DOCUMENTOS 1969-... - 231punto en e
- Page 233 and 234:
DOCUMENTOS 1969-... - 233Carnaval c
- Page 235 and 236:
DOCUMENTOS 1969-... - 235Ahora, cua
- Page 237 and 238:
DOCUMENTOS 1969-... - 237miedo y vi
- Page 239 and 240:
DOCUMENTOS 1969-... - 239mente lo q
- Page 241:
DOCUMENTOS 1969-... - 2411. Los tex
- Page 244 and 245:
244- BEATRIZ PRECIADOBeatriz Precia
- Page 246 and 247:
246- BEATRIZ PRECIADOBeatriz Precia
- Page 248 and 249:
248- BEATRIZ PRECIADO“mímesis de
- Page 250 and 251:
250- BEATRIZ PRECIADOJesús Carrill
- Page 252 and 253:
252- BEATRIZ PRECIADOtieth-Century
- Page 254 and 255:
254- BEATRIZ PRECIADOy Juan Pablo S
- Page 256 and 257:
256- BEATRIZ PRECIADOtaciones anat
- Page 258 and 259:
258- BEATRIZ PRECIADOcia, en el que
- Page 260 and 261:
260- BEATRIZ PRECIADOceso similar e
- Page 263:
Desacuerdos 2 es el segundo volumen