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Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

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1969–... - 161los que se iban abriendo fisuras y caminos, y emitiendoseñales <strong>de</strong> contagio a través <strong>de</strong> un procesopersonal y colectivo que ya no tendría vuelta atrás. 5¿Victoria? Más ínfima que pírrica, señalamos algunascuando observamos que todavía hoy las políticas <strong>de</strong>género y la tan para-todo-usada “perspectiva <strong>de</strong>género” alimentan discursos vacíos, instrumentalizados<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las instituciones, que insisten en ahondaren el carácter legislativo, que, aunque pudieseabrir o impulsar un <strong>de</strong>bate social, a menudo minacaminos que ya se transitaban con cierta libertad,<strong>de</strong>volviéndonos a la arena una vez más como víctimasasistidas y subvencionadas. Lo que parece<strong>de</strong>mostrar esta vía es la falta <strong>de</strong> imaginación y <strong>de</strong>recursos sociales efectivos que posibiliten la creación<strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s activas y ciudadanías plurales concapacidad <strong>de</strong> propuesta y, sobre todo, <strong>de</strong> llevar a<strong>de</strong>lantecambios colectivos profundos que afecten a losprincipales ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> nuestras vidas. Para las másoptimistas, será una victoria pírrica… En <strong>de</strong>finitiva,es una victoria:No estoy muy <strong>de</strong> acuerdo con eso que has dicho<strong>de</strong> que los pactos <strong>de</strong> la Moncloa <strong>de</strong>terminaran queel feminismo no pudiera crecer o evolucionar libremente.Al revés, creo que pasamos a tratar otrostemas. Si miras los documentos <strong>de</strong> antes <strong>de</strong> morirFranco, eran muy troskistas. […] Muchas <strong>de</strong> laspropuestas que venían <strong>de</strong> las asociaciones <strong>de</strong>mujeres, respecto al aborto, respecto al divorcio,y que no eran las suyas, les olían a cuerno quemado.Todo el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la sexualidad, que es muyfuerte en los ochenta, los partidos ni lo controlan,ni lo profesan, ni nada. Lo que pienso es que hahabido una <strong>de</strong>scalificación <strong>de</strong>l movimiento feminista,que no atribuyo exclusivamente al gobierno<strong>de</strong> la etapa <strong>de</strong> los ochenta, al gobierno <strong>de</strong>l PSOE,aunque sí ha tenido mucho que ver. […] La política<strong>de</strong> las subvenciones, que no hemos analizadoexhaustivamente, ha tenido mucho que ver con laatomización <strong>de</strong>l movimiento feminista. La políticaoficial durante muchos años ha sido fundamentalmenteen términos económicos. 6Diferentes estudios sitúan el arranque <strong>de</strong>l movimientofeminista en España en la década que va <strong>de</strong>1965 a 1975. En esta etapa, <strong>de</strong>nominada por los historiadorestardofranquismo, las mujeres —aún enmayor medida— sufren la dictadura autoritaria,patriarcal y conservadora que conocemos, perocomienzan a experimentar los cambios que se producencomo efecto <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollismo acelerado.Esto les permitió mejorar algo su papel en la esfera<strong>de</strong> la producción, venciendo resistencias familiares ysociales. Para el régimen significó una solución baratay relativamente fácil <strong>de</strong> gestionar socialmente. Se trataba<strong>de</strong> cubrir los puestos <strong>de</strong> trabajo que esta oleada<strong>de</strong>sarrollista <strong>de</strong>mandaba. Así se promulgó en el año1961 la Ley sobre Derechos Políticos, Profesionales y<strong>de</strong>Trabajo. Podríamos trazar así los orígenes <strong>de</strong>l movimientollamado <strong>de</strong> liberación, el acceso para las mujeresal trabajo remunerado y la lucha por sus reivindicaciones(paros y huelgas en las fábricas).Sin embargo esta genealogía está cruzada por múltipleshistorias, como el acceso aún muy limitado ala educación, o las vinculaciones <strong>de</strong>l MovimientoDemocrático <strong>de</strong> Mujeres (MDM) con el PCE y el PSUC,y los diversos problemas que estos partidos teníanrespecto a la organización <strong>de</strong> las mujeres. El hechoes que en Cataluña el MDM <strong>de</strong>saparece en 1969, iniciándoseun largo camino, y con ello una atomización<strong>de</strong> grupos, que serán la seña <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>lmovimiento en años posteriores: militantes o no <strong>de</strong>partidos y organizaciones políticas autónomas <strong>de</strong>autoconciencia, <strong>de</strong>batiendo y luchando por los problemas<strong>de</strong> base que les afectaban como mujeres—como el aborto, el divorcio, la violencia, los anticonceptivos,las discriminaciones laborales, profesionales,legales y sexuales, etc.—, y algunas, a<strong>de</strong>más, condoble militancia, luchando junto a sus compañeroscontra la dictadura, por la amnistía <strong>de</strong> los presos ypresas políticas, por los <strong>de</strong>rechos políticos, contra lacensura, etc. Más tar<strong>de</strong>, a finales <strong>de</strong> los sesenta oprincipios <strong>de</strong> los setenta, este movimiento tuvo unapresencia muy fuerte en las revueltas <strong>de</strong> estudiantes,interinos y PNN, como comenta Montse Galcerán,militante <strong>de</strong>l PCE durante esa época:Me licencié en el 1968 en Barcelona, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 1966participé en el Sindicato <strong>de</strong> Estudiantes <strong>de</strong> Barcelonacon la famosa Capuchinada […], <strong>de</strong>spuésme marché a Alemania […], me tropecé con losrestos <strong>de</strong>l 68, con todas las movidas que habíahabido, no solo en París, sino también en Alemania.Era un movimiento completamente distinto<strong>de</strong>l nuestro. Aquí se trataba <strong>de</strong> un movimientoque inmediatamente se politizaba, porque encuanto hacías una asamblea, salías a la calle enmanifestación… y la represión era muy gran<strong>de</strong>;en cambio allí, el movimiento entraba más en lacotidianidad <strong>de</strong> las gentes, <strong>de</strong> ocupar espacios,<strong>de</strong> hacer <strong>de</strong>bates, <strong>de</strong> ocupar la universidad. […]Me mandaron a enseñanza y allí formamos ungrupo <strong>de</strong> profesores interinos que organizó lasprimeras huelgas <strong>de</strong> institutos <strong>de</strong> Madrid. […] Hicimosuna huelga en 1970 o 1971, fue una <strong>de</strong> lasprimeras, a raíz <strong>de</strong> la cual hubo cuatro mujeres<strong>de</strong>spedidas; eso tuvo como consecuencia un auge<strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> interinos. […] Seguí en el institutohasta 1975, y pasé a la universidad. Allí meintegré en el movimiento <strong>de</strong> penenes, que era tambiénmuy potente. A diferencia <strong>de</strong>l movimiento<strong>de</strong> enseñanza media, el <strong>de</strong> penenes era muchomás caciquil: así como el primero era más asam-

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