208 - 1969–...netaria ha borrado <strong>de</strong> un plumazo una década <strong>de</strong> apresurado“optimismo global”, el vacío reina en el ámbito<strong>de</strong> las síntesis <strong>de</strong>l presente, cuando no se intenta rellenarese hueco con <strong>de</strong>scripciones inconcluyentes <strong>de</strong>or<strong>de</strong>n geopolítico o lamentaciones morales ante los<strong>de</strong>smanes “unilateralistas” <strong>de</strong> la gran potencia estadouni<strong>de</strong>nse.El caso es que la convención “globalización”parece haber terminado y la unión <strong>de</strong> estehorror vacui discursivo con la fisicidad <strong>de</strong> la guerraha sustituido, por <strong>de</strong>fecto, al optimismo algo eufórico<strong>de</strong> los años <strong>de</strong> la new economy y <strong>de</strong> la universalizaciónarmada <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos.Se entien<strong>de</strong> que, en este tránsito que <strong>de</strong>scribimos,el espesor <strong>de</strong> las singularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l movimiento globalcorre el riesgo <strong>de</strong> manifestarse en el terreno <strong>de</strong>la pura aparición intransitiva, fugaz y fenoménica (enel caso <strong>de</strong> los acontecimientos <strong>de</strong> irrupción en laesfera pública), o bien en el <strong>de</strong> la subalternidad y laheteronomía (en el caso <strong>de</strong> las realida<strong>de</strong>s, re<strong>de</strong>s yarchipiélagos <strong>de</strong> autoorganización y contrapo<strong>de</strong>r).Esto es, la violencia sistémica en cuyo medio irrumpeel movimiento contribuye enormemente a recluir aeste en la casilla <strong>de</strong> la sola protesta moral, <strong>de</strong>l privilegio<strong>de</strong> la contestación <strong>de</strong> unos pocos jóvenes bienintencionadosque acompaña a una época <strong>de</strong>bienestar en el “Norte”, o bien —sería este el argumento<strong>de</strong> una vieja crítica “marxista” a la que, al parecer,la actual violencia <strong>de</strong>srregulada <strong>de</strong> las élitesmundiales parecería dar una razón casi póstuma—,le adjudica la condición <strong>de</strong> mero “ciclo <strong>de</strong> protesta”que al fin y al cabo vendría a coincidir con la “falsaprosperidad” <strong>de</strong> una época <strong>de</strong> especulación <strong>de</strong>saforada,causa última <strong>de</strong> la “politización moral” <strong>de</strong>sectores inéditos <strong>de</strong> población en el Norte <strong>de</strong>l sistema-mundo;con arreglo a esta concepción, la realidad<strong>de</strong> la guerra y la parálisis <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>mundialización valdría como confirmación <strong>de</strong> la continuidadsubyacente <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l “imperialismo”y, por lo tanto, <strong>de</strong>stituiría las pretensiones <strong>de</strong>l movimientoglobal en tanto que índice <strong>de</strong> una transformaciónmayor <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> la política. Ante estaopacidad, producto <strong>de</strong> la cerrilidad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>análisis que, en el presente vacío, suplen al menossu escasa exhaustividad con la garantía <strong>de</strong> explicarlotodo <strong>de</strong> algún modo, el creacionismo político <strong>de</strong> lasirrupciones singulares <strong>de</strong>l movimiento global <strong>de</strong>berefrendarse paso a paso, en cada situación, sin garantías<strong>de</strong> universalidad ni “mutaciones <strong>de</strong> paradigma”inmediatamente universales e irreversibles.En este sentido hemos <strong>de</strong> distinguir, a la hora <strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rar el hacer <strong>de</strong> los movimientos críticos <strong>de</strong> ladécada (y en cada uno <strong>de</strong> los planos que antes discerníamos:acontecimientos <strong>de</strong> irrupción masiva enla esfera pública, espacios y re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> autoorganización,magma <strong>de</strong> rebeldías e insubordinaciones difusasy generalizadas), entre a) la pura facticidad <strong>de</strong> suinscripción, b) la gama <strong>de</strong> posibles históricos queinauguran, y c) las virtualida<strong>de</strong>s que generan y hacenreconocibles. A lo cual cabe añadir que, si el movimientoglobal innova, <strong>de</strong>be en consecuencia resultarinvisible para todas las rejillas <strong>de</strong> interpretación que<strong>de</strong>tentan la consistencia <strong>de</strong>l objeto “política”.Nueva geometría <strong>de</strong> la hostilidadDebemos a Paolo Virno 5 la acuñación <strong>de</strong> la expresiónque da título a este parágrafo; con ella se entien<strong>de</strong> lamodificación <strong>de</strong> los términos, las dimensiones y lasdirecciones <strong>de</strong>l conflicto político acaecidas, en la prácticareal, en las últimas décadas o, convencionalmente,a partir <strong>de</strong> 1968. Nuestra hipótesis es que el movimientoglobal se asienta firmemente en un nuevoterreno o, dicho <strong>de</strong> otra manera, que la consistenciamisma <strong>de</strong>l movimiento implica necesariamente estenuevo terreno.Dejando a un lado las concepciones “débiles” <strong>de</strong>lo político, esto es, aquellas que tien<strong>de</strong>n a i<strong>de</strong>ntificara este con la forma-Estado parlamentaria o, en términosgenerales, con la “gestión <strong>de</strong>l Estado”, el espesor<strong>de</strong>l hacer <strong>de</strong>l movimiento global no resulta reconociblecon arreglo a dos <strong>de</strong> las principales “geometrías<strong>de</strong> la hostilidad” que la historia <strong>de</strong> los movimientosemancipatorios nos ha entregado: antagonismodialéctico y relación amigo-enemigo. No po<strong>de</strong>mosadjudicar ninguno <strong>de</strong> estos dispositivos a ninguna componenteespecífica <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> los movimientosantisistémicos, en la medida en que, sobretodo en el siglo XX, ambos tipos <strong>de</strong> dispositivo informanalternamente los modos <strong>de</strong> hacer y pensar <strong>de</strong> unmismo tejido histórico y subjetivo <strong>de</strong> movimientos. Enel antagonismo dialéctico reconocemos el impulso <strong>de</strong>“superación” (entendiendo por esta una forma <strong>de</strong> laAufhebung hegeliana) <strong>de</strong>l capitalismo y <strong>de</strong> su forma-Estado, una superación recuperante <strong>de</strong> lo bueno <strong>de</strong> lahistoria <strong>de</strong>l capital y <strong>de</strong> la eficacia histórica <strong>de</strong>l Estado,inseparable <strong>de</strong> una teleología histórica subyacente. Elmovimiento obrero <strong>de</strong> raíz social<strong>de</strong>mócrata y comunistaencarna, en buena parte <strong>de</strong> su existencia, estetipo <strong>de</strong> dispositivo. No obstante, numerosas formas<strong>de</strong> terrorismo <strong>de</strong> extrema izquierda representan unaexacerbación distorsionada <strong>de</strong> este mismo dispositivo,toda vez que, en el terreno <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong>miedo y <strong>de</strong>l condicionamiento forzado <strong>de</strong> la vidapública, el terrorismo actúa siempre, en última instancia,a imagen y semejanza <strong>de</strong>l Estado.Por otra parte, la historia <strong>de</strong> los llamados “movimientossociales” <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1980 representa,ciertamente <strong>de</strong> forma distorsionada, un ejemplo frío<strong>de</strong> la relación amigo-enemigo, en tanto que la separacióny el extrañamiento fundamentales en la práctica<strong>de</strong> aquellos movimientos estaba subtendida poruna polaridad amigo-enemigo, esto es, una concepción<strong>de</strong> exclusión mutua entre dos contendien-
1969–... - 209tes (el movimiento <strong>de</strong> objeción e insumisión en elEstado español, activo en la década <strong>de</strong> 1980 y principios<strong>de</strong> la <strong>de</strong> 1990, representa en cierto modo unejemplo <strong>de</strong> este dispositivo: el carácter pacifista yen buena medida no violento <strong>de</strong> esta experiencia noimpi<strong>de</strong> el reconocimiento <strong>de</strong> estos rasgos. La relaciónamigo-enemigo no implica necesariamente elimperium <strong>de</strong> la violencia, sino la imposible codificaciónjurídica o normativa <strong>de</strong> la relación. En otroplano completamente distinto, algunas experienciasguerrilleras —Sen<strong>de</strong>ro Luminoso en Perú, algunascomponentes <strong>de</strong>l movimiento nacionalista palestino—son ejemplos <strong>de</strong> la versión caliente <strong>de</strong> estetipo <strong>de</strong> dispositivo. Y no nos olvi<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> la brevey fulgurante experiencia <strong>de</strong> los Industrial Workersof the World, ilustrativa y casi diríamos paradigmática<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> dispositivo, aunque no solo <strong>de</strong>este, ciertamente).En contraposición a estos dos dispositivos, reconocemosen no pocas experiencias <strong>de</strong>l movimientoglobal los primeros rasgos <strong>de</strong> otra geometría <strong>de</strong> lahostilidad. Que no carece <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes: sirvan <strong>de</strong>ejemplo las experiencias <strong>de</strong>l movement californiano<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960 y, sobre todo, las <strong>de</strong>lmovimento <strong>de</strong>l ‘77 italiano. Experiencias ambas breves,intensísimas y, en ambos casos, canceladas <strong>de</strong>la memoria o entregadas al recordatorio banal y alcliché extravagante. Alusiones, más allá <strong>de</strong> todomimetismo y en algunos casos todavía no equiparadas,a una profunda dislocación histórica <strong>de</strong>l significadoy la práctica <strong>de</strong> lo político.Sin lugar a dudas, el principal ejemplo actual <strong>de</strong>una nueva geometría <strong>de</strong> la hostilidad política es elEZLN chiapaneco. Todo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> su irrupciónen el escenario global a la intermitencia <strong>de</strong> suactividad, pasando por el uso <strong>de</strong> la paradoja, la <strong>de</strong>si<strong>de</strong>ntificacióny el secreto, nos remite fuertemente aun tejido <strong>de</strong> innovación que, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>la suerte <strong>de</strong>l movimiento chiapaneco, forma ya parte<strong>de</strong>l repertorio <strong>de</strong> un nuevo hacer político. Más en concreto,comprobamos cómo el EZLN combina mecanismostradicionales <strong>de</strong> tipo voice (que encontramosen sus <strong>de</strong>claraciones, así como en su <strong>de</strong>clarada voluntad<strong>de</strong> pertenencia a la nación mexicana) con laestructura dominante <strong>de</strong> un exit (<strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino homogeneizadory racista intrínsecamente unido a lamo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado mexicano; <strong>de</strong> la inserciónglobal unidimensional y obligatoria que les con<strong>de</strong>naa la <strong>de</strong>saparición física y al laminado <strong>de</strong> su singularidad).6 El EZLN es a su vez una concreción elocuente<strong>de</strong>l modo en que la invención política <strong>de</strong> los movimientosnunca se presenta <strong>de</strong> forma nítida, pura yacabada, sino que respon<strong>de</strong> siempre a problemasreales, vitales e insoslayables, que los mo<strong>de</strong>los disponiblesno pue<strong>de</strong>n solucionar o, más aún, ni siquierapermiten reconocer.Mucho se ha insistido 7 en la originalidad <strong>de</strong>l uso<strong>de</strong> Internet por parte <strong>de</strong> los zapatistas, como herramienta<strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong> la comunicación y <strong>de</strong> organizaciónpolítica reticular y horizontal. Sin negar esteaspecto (que por otra parte <strong>de</strong>be ser relativizado sitenemos en cuenta que el EZLN es un ejército formadopor comunida<strong>de</strong>s indígenas que en su mayorparte no utilizan or<strong>de</strong>nadores —en primer lugar porqueno disponen ni <strong>de</strong> instalaciones eléctricas ni <strong>de</strong>la tecnología <strong>de</strong> comunicaciones necesaria paraconectarse a la red <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s—), aquello que para siempreseñala la singularidad y la potencia <strong>de</strong> invención<strong>de</strong>l EZLN es la modalidad <strong>de</strong>l éxodo constituyenteque inaugura. Démonos cuenta <strong>de</strong> que esta figura <strong>de</strong>léxodo no se correspon<strong>de</strong> con ninguno <strong>de</strong> los dispositivosantes citados. En primer lugar, es imprevistoy no instrumental, habiendo comenzado, como <strong>de</strong>cisión,mucho antes <strong>de</strong> su aparición pública; es incondicional,esto es, se <strong>de</strong>clara como acto performativoy pragmáticamente eficaz <strong>de</strong> una ruptura con respectoa toda dialéctica integradora con el mercadomundial y con la vicisitud racista poscolonial <strong>de</strong>lEstado mexicano; en segundo lugar, es paradójico,puesto que, a la par que se <strong>de</strong>clara, inventa un “terceroexcluido” <strong>de</strong> la contienda, al que se invita a formaruna alianza en el camino <strong>de</strong>l éxodo: en el caso<strong>de</strong> los zapatistas, será lo que ellos llaman la “sociedadcivil mundial”; en tercer lugar, la consistencia <strong>de</strong>la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l éxodo se ve reforzada por la intermitencia<strong>de</strong> la “voice” o <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sobedienciacomo irrupción pública. Se ha hablado y escritoen numerosas ocasiones <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l silencio por parte<strong>de</strong>l EZLN; esta práctica, a la par que aquella <strong>de</strong>l espejo(<strong>de</strong>si<strong>de</strong>ntificación y universalización singular), contribuyena impedir que la redundancia <strong>de</strong>l contactocon el adversario se consoli<strong>de</strong> como un efecto <strong>de</strong> presenciay pertenencia, esto es, con una forma <strong>de</strong> previsibilida<strong>de</strong> integración sistémica <strong>de</strong> la irrupción. Laforma <strong>de</strong>l éxodo constituyente <strong>de</strong>l EZLN nos dicemucho <strong>de</strong> la importancia que, en esta nueva geometría<strong>de</strong> la hostilidad tal y como se <strong>de</strong>termina en loszapatistas, tiene la salvaguarda <strong>de</strong> la singularidadconquistada, <strong>de</strong>l tiempo (imprevisible) <strong>de</strong>l acontecimientoy <strong>de</strong> la universalidad (incondicional) <strong>de</strong>l gesto:los zapatistas no solo dan (nuevo) nombre a su adversario,sino que inventan, a la vez, a su pueblo, estoes, a aquellos que han <strong>de</strong> acompañarles en el largoéxodo.Saturación (intensiva y extensiva) <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> lo“político” y nuevos espacios <strong>de</strong> socialidadCon la política <strong>de</strong> buena parte <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>nominamosmovimiento global suce<strong>de</strong> como con el concepto<strong>de</strong> “trabajo”, cuya <strong>de</strong>sventura en las ciencias socialesy el discurso político señalábamos más arriba. Sinque ello nos lleve a i<strong>de</strong>ntificar, mediante un atajo
- Page 6:
Desacuerdos. Sobre arte, políticas
- Page 9:
1451471581882062251969-…FEMINISMO
- Page 12 and 13:
12 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 14 and 15:
14 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 16 and 17:
16 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 18 and 19:
18 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 20 and 21:
20 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 22 and 23:
22 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 24 and 25:
24 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 26 and 27:
26 - CONTRAHEGEMONÍAS Y DESACUERDO
- Page 29:
LÍNEA DE FUERZABANALIDADY BIOPOLÍ
- Page 32 and 33:
32 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmodelo
- Page 34 and 35:
34 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAindust
- Page 36 and 37:
36 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAsucesi
- Page 38 and 39:
38 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICA1963 y
- Page 40 and 41:
40 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmismo
- Page 42 and 43:
42 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAtario
- Page 44 and 45:
44 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAtico,
- Page 46 and 47:
46 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAmenos
- Page 48 and 49:
48 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAdente
- Page 50 and 51:
50 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICALa zon
- Page 52 and 53:
52 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAinstru
- Page 54 and 55:
54 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAEconom
- Page 56 and 57:
56 - BANALIDAD Y BIOPOLÍTICAy su r
- Page 58 and 59:
58 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORPol
- Page 60 and 61:
60 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORgra
- Page 62 and 63:
62 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORMig
- Page 64 and 65:
64 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORnes
- Page 66 and 67:
66 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORofr
- Page 68 and 69:
68 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORMig
- Page 70 and 71:
70 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORpre
- Page 72 and 73:
72 - POLÍTICA CULTURAL EXTERIORDes
- Page 75 and 76:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 75a t
- Page 77 and 78:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 77de
- Page 79 and 80:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 79Fie
- Page 81 and 82:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 81dor
- Page 83 and 84:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 83pro
- Page 85 and 86:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 85cul
- Page 87 and 88:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 87la
- Page 89 and 90:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 89art
- Page 91 and 92:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 91Jos
- Page 93 and 94:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 93ran
- Page 95 and 96:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 95Eur
- Page 97 and 98:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 97el
- Page 99 and 100:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 99hay
- Page 101 and 102:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 101si
- Page 103 and 104:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 103El
- Page 105 and 106:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 105co
- Page 107 and 108:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 107Mi
- Page 109 and 110:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 109El
- Page 111 and 112:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 111po
- Page 113 and 114:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 113En
- Page 115 and 116:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 115Ce
- Page 117 and 118:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 117ra
- Page 119 and 120:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 119se
- Page 121:
POLÍTICA CULTURAL EXTERIOR - 12111
- Page 124 and 125:
124 - ALEPHLas prácticas artístic
- Page 126 and 127:
126 - ALEPHlos referentes foráneos
- Page 128 and 129:
128 - ALEPHque íntimamente no se i
- Page 130 and 131:
130 - ALEPHnico 1998, La era posmed
- Page 132 and 133:
132 - ALEPHcias,convocatorias y deb
- Page 134 and 135:
134 - ALEPHmanifestaron en protesta
- Page 136 and 137:
136 - ALEPHminación. Lo más posit
- Page 138 and 139:
138 - ALEPHautomatically post ::eco
- Page 140 and 141:
140 - ALEPHhttp://www.artszin.netht
- Page 142 and 143:
142 - ALEPHartista Juan Andrés Gai
- Page 145:
1969-...FEMINISMOS YPRÁCTICASCOLAB
- Page 148 and 149:
148 - 1969-...génea y fragmentada
- Page 150 and 151:
“El nuevo realismo social”, art
- Page 152 and 153:
152 - 1969-...simbólico, con sujet
- Page 154 and 155:
154 - 1969-...tiplican. Pensemos, p
- Page 156:
156 - 1969-...1. Véase Marta Malo
- Page 159 and 160: creciente e influyente producción
- Page 161 and 162: 1969-... - 161los que se iban abrie
- Page 163 and 164: 1969-... - 163Revista Vindicación
- Page 165 and 166: 1969-... - 165Luisa Posada, Neus Ca
- Page 167 and 168: 1969-... - 167es o lo que no es (o
- Page 169 and 170: 1969-... - 169Después del estudio
- Page 171 and 172: 1969-... - 171significaron también
- Page 173 and 174: 1969-... - 173El camino de Moisés,
- Page 175 and 176: 1969-... - 175Marta de Gonzalo y Pu
- Page 177 and 178: 1969-... - 177también sabiendo que
- Page 179 and 180: 1969-... - 179Carmen Navarrete, Cab
- Page 181 and 182: 1969-... - 181María Ruido, La voz
- Page 183 and 184: 1969-... - 183Helena Cabello y Ana
- Page 185 and 186: 1969-... - 185AgradecimientosEste t
- Page 187 and 188: 64. Patricia Mayayo. Historias de m
- Page 189 and 190: 1969-... - 189Logotipos de los grup
- Page 191 and 192: 1969-... - 191Revista Amano. Revist
- Page 193 and 194: 1969-... - 193das a problemáticas
- Page 195 and 196: 1969-... - 195acción artística; y
- Page 197 and 198: 1969-... - 197Montserrat Cortadella
- Page 199 and 200: 1969-... - 199nado con el vecindari
- Page 201 and 202: 1969-... - 201empowerment organizad
- Page 203 and 204: 1969-... - 203Convocatoria del tall
- Page 205 and 206: 1969-... - 2051. Victòria Combalia
- Page 207: 1969-... - 207considerar esta onda
- Page 211 and 212: 1969-... - 211deseo de singularizac
- Page 213 and 214: 1969-... - 213producir organizació
- Page 215 and 216: 1969-... - 215vas en las condicione
- Page 217 and 218: 1969-... - 217Las Agencias, octavil
- Page 219 and 220: 1969-... - 219lucionarios. También
- Page 221 and 222: 1969-... - 221nicación, sino ritua
- Page 223 and 224: 1969-... - 223ducción del deseo de
- Page 225 and 226: DOCUMENTOS 1969-... - 225ESTÉTICAS
- Page 227 and 228: DOCUMENTOS 1969-... - 227mediante l
- Page 229 and 230: DOCUMENTOS 1969-... - 229Carnaval c
- Page 231 and 232: DOCUMENTOS 1969-... - 231punto en e
- Page 233 and 234: DOCUMENTOS 1969-... - 233Carnaval c
- Page 235 and 236: DOCUMENTOS 1969-... - 235Ahora, cua
- Page 237 and 238: DOCUMENTOS 1969-... - 237miedo y vi
- Page 239 and 240: DOCUMENTOS 1969-... - 239mente lo q
- Page 241: DOCUMENTOS 1969-... - 2411. Los tex
- Page 244 and 245: 244- BEATRIZ PRECIADOBeatriz Precia
- Page 246 and 247: 246- BEATRIZ PRECIADOBeatriz Precia
- Page 248 and 249: 248- BEATRIZ PRECIADO“mímesis de
- Page 250 and 251: 250- BEATRIZ PRECIADOJesús Carrill
- Page 252 and 253: 252- BEATRIZ PRECIADOtieth-Century
- Page 254 and 255: 254- BEATRIZ PRECIADOy Juan Pablo S
- Page 256 and 257: 256- BEATRIZ PRECIADOtaciones anat
- Page 258 and 259:
258- BEATRIZ PRECIADOcia, en el que
- Page 260 and 261:
260- BEATRIZ PRECIADOceso similar e
- Page 263:
Desacuerdos 2 es el segundo volumen